Mesa redonda

Verri explicó los pasos “ambiciosos” pero posibles que Uruguay ya está dando hacia la segunda transición energética

El subsecretario del MIEM, Walter Verri, participó de una mesa redonda organizada por la Academia Nacional de Economía y la Universidad Católica del Uruguay (UCU). El jerarca destacó algunos hitos ya desarrollados y profundizó en algunos planes de especial importancia para el país, que incluyen la apuesta al hidrógeno verde, cambios regulatorios que mejoren la competitividad, promoción de la eficiencia energética y la elaboración de una ambiciosa agenda energética hacia 2050.
Subsecretario Verri habla en un atril; al fondo se lo ve en una pantalla

El subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, participó de la mesa redonda “Energía y competitividad. Evaluación de la primera transición energética de Uruguay y agenda para la segunda”. El evento estuvo organizado por la Academia Nacional de Economía y la Universidad Católica del Uruguay (UCU) y se desarrolló en el auditorio de este centro de estudios el 11 de agosto.

Verri estuvo a cargo de la apertura de la actividad, en cuya bienvenida expusieron la presidenta de la Academia Nacional de Economía, María Dolores Benavente; el vicerrector de la UCU, Santiago Mercant; y el representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Uruguay, Matías Bendersky.

Luego de la apertura, presentaron su investigación los especialistas Roberto Horta, del Instituto de Competitividad de la UCU; y Lorena Di Chiara y Federico Ferrés, del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable de esa universidad.

En su exposición, Verri detalló las líneas de acción que el MIEM y el Gobierno están desarrollando para avanzar en la segunda transición energética. Recordó el éxito de la primera transición, ejecutada gracias al cumplimiento de un acuerdo alcanzado entre todos los partidos políticos. Entre otros puntos, el subsecretario dijo que, desde 2015, Uruguay ha dejado de ser un importador de energía para pasar a ser exportador a Brasil y Argentina. Esto se suma a la “altísima confiabilidad en el sistema eléctrico” que se registra en nuestro país. Todo ello sentó las bases para la segunda transición energética, que ya ha comenzado, dijo Verri.

El jerarca dijo que, para complementar la primera transición energética, se está certificando el origen de las energías renovables a través del Sistema de Certificados de Energías Renovables, generados por el MIEM con el apoyo de UTE. Se trata de “un atractivo para las inversiones” para mercados exigentes que valoran la sostenibilidad, evaluó.

Además, se ha publicado la Estrategia Climática de Largo Plazo, en acuerdo con otros ministerios. Su relevancia se basa en que “suma a la competitividad del país en lo que refiere a factores ambientales, sociales, de sostenibilidad y de gobernanza”. Considera a las futuras generaciones y refuerza los compromisos asumidos por el país, con un escenario aspiracional de reducción del 50% de emisiones de CO2 para 2050. Esto se hará a través del cuidado de los montes nativos, la construcción en madera y la plantación de árboles con destino industrial. Se incluye además el almacenamiento de energía para seguir consolidando la matriz energética basada en renovables, y se añaden medidas para el sector del transporte, ya que es el que ocasiona la mayor cantidad de emisiones en Uruguay.

“Son escenarios ambiciosos, pero creemos que los podemos cumplir”, afirmó Verri.

El subsecretario también remarcó la relevancia de la eficiencia energética. Para promoverla, el MIEM desarrolla diversos programas. Solo en uno de ellos, los proyectos apalancados durante un año implicaron la reducción de emisiones del consumo equivalente a 40.000 hogares, ejemplificó.

El jerarca también destacó los planes para la movilidad eléctrica. El escenario aspiracional es que, en 2035, ningún vehículos de pasajeros nuevo emita CO2. En 2040, se agregarán los vehículos de carga livianos, mientras que en 2050 cualquier vehículo nuevo “deberá ser cero emisiones”. Para ello se han creado incentivos y se sumarán otros.

Uno, de especial importancia, es la red de cargadores. En junio de 2022 se llegó a 162, y se aspira a alcanzar los 300 en diciembre de 2023; 50 de ellos serán de carga rápida. Verri confió en que estos números se superen, ya que se espera abrir este negocio a los privados.

En cuanto a los factores de gobernanza, Verri destacó la creación del Ministerio de Ambiente y el fortalecimiento de la URSEA, que se transformó en un servicio descentralizado al que se le asignaron las competencias de control y regulación del hidrógeno verde. Asimismo, se habilita a Ancap a desarrollar una línea de negocios de hidrógeno verde en carácter no monopólico.

 

Hacia la ruta del hidrógeno verde

“En esta segunda transición el hidrógeno va a tener su peso, y ojalá tenga el peso que todos estamos previendo”, dijo el subsecretario del MIEM.

Con este objetivo, se elaboró una hoja de ruta del hidrógeno verde en Uruguay, que actualmente se encuentra en etapa de consulta. Se inició una rueda de encuentros con todos los partidos políticos, en búsqueda de consenso, especialmente previendo que puede requerirse legislación, explicó.

Además, recordó que existe el programa H2U, que apalancará uno o algunos proyectos con 10 millones de dólares del Estado. Se espera que comiencen a ejecutarse en 2024 y permitirán al país adquirir conocimientos y capacidades.

“Uruguay tiene un potencial para ser un país netamente exportador”, ya que la energía nacional es fuertemente renovable, señaló el jerarca. Verri dijo que, según la hoja de ruta, se prevé que el hidrógeno verde genere 34.000 puestos de trabajo y una facturación de 2000 millones de dólares a 2040. “Esto va a dar al Uruguay desarrollo industrial, económico, laboral; mayor independencia energética; disminución de la vulnerabilidad respecto de la volatilidad de los precios del petróleo; y ahorro de divisas”, aseveró.

El subsecretario aclaró que, debido a que el hidrógeno verde se encuentra “en desarrollo en el mundo” algunas proyecciones pueden modificarse. No obstante, “no podemos quedarnos atrás teniendo las ventajas que tenemos para avanzar”, aseguró.

 

 

Elaborando la agenda

Por último, el subsecretario del MIEM explicó que se busca aumentar la competitividad en el sector energético a través de ajustes regulatorios, especialmente en la Ley de Marco Regulatorio Eléctrico, previa a la llegada de las energías renovables. Entre estos cambios se prevé el reconocimiento de la firmeza de estas últimas para el sistema. Esto podrá ayudar a algunas líneas de negocio, dijo Verri.

El jerarca también anunció que se está elaborando la agenda energética hacia 2050. Se alineará con los compromisos ambientales asumidos. Contiene aspectos de movilidad; sustitución de fuentes energéticas; metas de corto, mediano y largo plazo; y aspectos de digitalización del sistema energético, con el objetivo de “responder a las necesidades del consumidor”.

Informó que en breve se pondrá en consulta de los partidos políticos, como hoy está ocurriendo con la hoja de ruta del hidrógeno verde.

Para terminar, Verri dijo que se busca fortalecer la institucionalidad de las empresas públicas para acompañar la segunda transición energética. Como ejemplo, Ancap ya se encuentra trabajando en el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde offshore. “Busca transformar su línea de negocios principal con este nuevo paradigma del hidrógeno”, explicó.

El subsecretario añadió que se continuará trabajando para que las tarifas energéticas “reflejen los costos y ganancias de eficiencia”, teniendo “paramétricas explícitas y públicas” y previniendo el uso de las políticas tarifarias “como instrumento fiscal”.

 

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