Durante la prueba
El moderador del test lee una a una las tareas a la persona usuaria y mientras este las desarrolla, toma nota de los problemas y observaciones de interés para futuros análisis. Para cada persona usuaria participante se debe utilizar la misma metodología y leer exactamente el mismo guión de la misma manera.
Es esencial recordarle a la persona usuaria que “piense en voz alta”, pidiéndole que explique verbalmente qué está haciendo y por qué lo está haciendo. Muchas veces la persona usuaria tiende a olvidar que debe pensar en voz alta, por lo que el moderador debe recordárselo a lo largo de la prueba.
El especialista que guía la prueba debe observar y escuchar sin interrumpir ni interferir en la realización de las tareas, a menos que la persona usuaria no pueda avanzar debido a un obstáculo y sea imprescindible la intervención para continuar el test.
El moderador debe leer una por una las tareas. Es su responsabilidad atender los requerimientos de la persona usuaria, cuidando de no ayudarlo o asistirlo en la ejecución de las tareas propuestas. Lo mejor en este caso es evitar las respuestas tajantes del tipo “no le puedo decir nada” o las expresiones de secreto. Es más conveniente contestar con respuestas genéricas, muy ambiguas, pero de tono positivo, lo más lejos posible de la solución de la tarea, como por ejemplo, “haga lo que haría en su casa” o “navegue con tranquilidad, tenemos tiempo”. En ningún caso se debe caer en la descortesía de no responder y si realmente no es posible revertir educadamente la curiosidad, lo que corresponde es anular la validez de su test.
El trato del moderador siempre debe ser cordial, su función principal es hacer avanzar el test, sin ayudar, pero siempre atendiendo que la persona usuaria se sienta cómodo.
Cuando se percibe que una persona usuaria no completará una tarea, ya alcanza. El moderador debe detenerlo delicadamente, indicándole que para esa tarea ya es suficiente, intentando en lo posible evitar referirse a si la tarea fue o no cumplida. Proteger a las personas usuarias, cuidar con esmero que no sientan que fracasaron, es una prioridad entre las responsabilidades del moderador.
Las sesiones se graban y se filman para analizarlas con mayor detalle luego de las pruebas. Esto permite complementar los apuntes tomados durante los test con la revisión de las sesiones para capturar la comunicación gestual, tomar citas textuales, repasar algunos puntos neurálgicos y contar con material de difusión y sensibilización.
Es posible incluir a un profesional adicional durante las pruebas para realizar los registros, que oficie de observador del test. Esta persona puede resultar de mucha ayuda para ver los gestos y actitudes y registrar todo lo que considere necesario, dado que el moderador estará enfocado en la lectura de tareas y el cuidado. Si se lo incluye, siempre debe permanecer en silencio durante la evolución del test. De todos modos, cada persona que se incluye en la sala en la que se realiza la prueba agrega estrés, por lo que la decisión debe ser valorada en cada caso, muchas veces en función de la experiencia del moderador y su habilidad para hacer varias cosas a la vez.