Ministerio de Educación y Cultura

El Museo Figari fue escenario, el pasado 25 de noviembre, de la ceremonia de entrega del vigésimo noveno Premio Figari, el reconocimiento más relevante a la trayectoria de los artistas plásticos y visuales del país. La actividad reunió a autoridades, representantes del sector cultural, prensa y público general, en un ambiente de celebración y valoración del aporte de las artes visuales a la identidad nacional.

Participaron el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía; la directora nacional de Cultura, Maru Vidal; el director del Banco Central del Uruguay, Julio Luis Sanguinetti; el director del Museo Figari, Thiago Rocca; y el artista Luis Camnitzer, distinguido este año por decisión unánime del jurado integrado por Pilar González, Carolina Porley y Martín Craciun.

En su mensaje de bienvenida, la directora nacional de Cultura subrayó el significado especial de esta edición. Recordó que se cumplen 15 años desde que el premio pasó a ser gestionado por la Dirección Nacional de Cultura, y 30 años desde su creación en el Banco Central del Uruguay. Señaló que esta doble efeméride invita a repasar la historia de una distinción que se consolidó como política pública, destacando la articulación institucional que permitió su crecimiento y la formación del Museo Figari.

Vidal también valoró el rol del Instituto Nacional de Artes Visuales y del equipo del museo Figari, y dedicó parte de su intervención a poner en perspectiva la trayectoria de Luis Camnitzer. Resaltó su obra como una práctica que vincula ética, estética y pensamiento crítico: una producción que interroga, visibiliza estructuras simbólicas y aporta nuevas formas de comprender y habitar el mundo. «Este Premio Figari celebra una obra extensa, internacional y rigurosa, y también una actitud: la del artista que asume su rol como agitador de conciencia y pedagogo incómodo», expresó.

Por su parte, Luis Camnitzer ofreció unas palabras marcadas por la calidez y el humor que caracterizan su vínculo con Uruguay. Agradeció la decisión del jurado, el apoyo del Banco Central, la presencia del ex presidente Julio María Sanguinetti, y el trabajo del Museo Figari, y dedicó un reconocimiento especial al curador Gabriel Peluffo por su labor en la investigación y puesta en valor de su obra.

El artista reflexionó, además, sobre el sentido de los premios y el lugar que ocupan en la comunidad artística: reconoció la ambigüedad que le generan las jerarquías, pero también la alegría personal que supone recibir un homenaje a su trayectoria. Compartió recuerdos de su partida del país y de un «rato» que según dijo, inesperadamente se extendió por más de seis décadas, enfatizando que su vínculo con Uruguay nunca dejó de ser una forma de regreso. «No acepto hoy este premio como un honor. Lo acepto como algo más importante y duradero: la expresión de la calidez hogareña de mi lugar», afirmó.

Al cierre del acto, el ministro Mahía destacó la importancia de reconocer a los artistas uruguayos sin importar dónde se encuentren, subrayando que la diáspora cultural contribuye de forma decisiva a proyectar la identidad del país en el mundo. Señaló que la labor de creadoras y creadores, tanto en Uruguay como en el exterior, aporta valores esenciales a la vida democrática, a la sensibilidad colectiva y al fortalecimiento de la ética y la estética como compromisos fundamentales.

El Premio Figari, instituido en 1995 por el Banco Central del Uruguay, continúa así su misión de celebrar el aporte de artistas que han marcado de manera decisiva el desarrollo de las artes visuales uruguayas. La edición 2025 reitera el carácter plural, inclusivo y público de esta distinción, al tiempo que reconoce la trayectoria singular de Luis Camnitzer, una figura clave del arte contemporáneo nacional e internacional.