Patrimonio, turismo y educación

Profª Ana Salom, Coordinadora de Turismo / CETP - UTU - ANEP
Patrimonio y Turismo vienen hermanados desde tiempos antiguos, cuando el segundo aún no había adquirido esa titularidad y era simplemente, el viaje. Desde fines del siglo XX la aceleración del ritmo vital de la sociedad y el proceso de globalización han dinamizado y ampliado las ofertas patrimoniales y turísticas para adecuarlas a los nuevos públicos, en el marco de un desarrollo sostenible.
Reconocimiento del Área Protegida Valle del Lunarejo. Rivera.
Estudiantes de 4to semestre “Guía y Técnico en Diseño de Circuitos Turísticos.
La preocupación por la sostenibilidad del Ambiente y por la protección del Patrimonio Cultural y Natural fueron paralelas en el tiempo dando origen a las Conferencias Mundiales en el año 1972 en Estocolmo y en París respectivamente. Y hacia 1980, en la Conferencia de Manila, la Organización Mundial del Turismo introducía una visión educativa e inclusiva del Patrimonio al expresar que, en la práctica del Turismo, debían prevalecer los elementos espirituales y la realización plena del ser humano en el marco del respeto de la originalidad, identidad y libertad de los pueblos.
Recreando la vida cotidiana en la Nova Colonia do Sacramento.
Alumnos de 2do semestre. Tecnólogo en Diseño de Itinerarios Turísticos Sostenibles
De la visión del carácter excepcional del Patrimonio Natural y Cultural expresada en la Conferencia de París de 1972 a la actualidad, se ha transitado un camino donde bajo esa denominación se contempla un conjunto más amplio de elementos que permiten descubrir, contextualizar y comprender a las diferentes comunidades. Se incorporan los paisajes, los sitios históricos, los entornos construidos, la biodiversidad, las tradiciones pasadas y presentes, las lenguas, los conocimientos, las artesanías, los oficios, las experiencias vitales, en fin, los modos de vida de la gente. Y esta compleja red de interacciones e influencias recíprocas ha sido fruto de la movilidad y los intercambios humanos desarrollados a través del espacio y el tiempo, facilitados por diversas vías de comunicación con fines pacíficos o controvertidos.
El Patrimonio no existe sin las personas que lo usan y lo valoran y , al decir de Calaf y Fontal , es el “ hilo de la memoria que es tomado por cada generación que decidirá si deshace la pieza que ha sido legada, si tan sólo añade algún fragmento, si deja la pieza tal cual la ha recibido, si la recupera por su mal estado de conservación…Es decir, la pieza no está terminada jamás, salvo si se destruye y en ese caso, existen pruebas o huellas de la misma, ya sean escritas, fotografiadas o recreadas por diferentes medios expresivos”. [1]
Sin embargo, a pesar de ese ejercicio, puede permanecer “invisible” ante un observador no iniciado siendo necesario poseer una “mirada instruida” para provocar el diálogo, las preguntas y suscitar respuestas de los “distintos patrimonios” que cohabitan en un mismo espacio. Para comprender esa complejidad es imprescindible investigar, comunicar e interpretar para “revelar in situ el significado del legado natural, cultural o histórico, al público que visita esos lugares en su tiempo libre”. [2]
Los humanos han vivido y viven en sociedad para conjugar esfuerzos y coordinar acciones, de manera que sus vidas no sean la sumatoria de existencias separadas. Por eso las ciudades, pueblos y los territorios funcionan como yacimientos culturales que permiten imaginar otros tiempos donde mujeres y hombres desarrollaban sus vidas con otras expectativas y objetivos enmarcados en otros paradigmas.
Los actuales habitantes marcan en sus obras los gustos, modas, avances científicos pero viven como “ verdaderos inquilinos del pasado“, en ciudades con antiguo trazado, habitando edificios creados al gusto de otros y para satisfacer otras necesidades. Esa riqueza cultural de las ciudades y pueblos permite la elaboración de múltiples “relatos” que inviten a residentes y visitantes a realizar un viaje a través de marcas, huellas, olores y sonidos.
Las complejas relaciones entre la sociedad, el patrimonio y su preservación integran transversalmente el currículo del Bachillerato Tecnológico de Turismo y se tienen en cuenta en la planificación de proyectos y salidas didácticas. Ese primer acercamiento se profundiza en el nivel terciario, constituyendo, los criterios y conceptos enumerados up supra, las bases teóricas y metodológicas en el proceso de elaboración de rutas o circuitos patrimoniales del Tecnólogo en Diseño de Itinerarios Turísticos Sostenibles en sus dos opciones: Itinerarios de Naturaleza o Itinerarios Urbanos.
[1] Calaf Masachs, Roser– Fontal Merillas, Olaia – Comunicación educativa del patrimonio. referentes, modelos y ejemplos, Gijón. Ed Trea 2004 (pp 83)
[2] Asociación para la Interpretación del Patrimonio – www.interpretaciondelpatrimonio.com