La luz en la sombra
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La luz en la sombra Sobre Nocturno, de Marcelo Casacuberta*
“Como una piedra fosforescente colocada en la oscuridad emite una irradiación y expuesta a plena luz pierde toda su fascinación de joya preciosa, de igual manera la belleza pierde su existencia si se le suprimen los efectos de la sombra”. Así dice el japonés Junichiro Tanizaki en su libro Elogio de la sombra y sus palabras acuden de inmediato a la obra Nocturno del fotógrafo Marcelo Casacuberta (Montevideo, 1965).
Por Natalia Costa
La negrura de la noche lo envuelve todo, pero el ser humano resiste: hay rincones mínimos, privados, apenas iluminados con lámparas tenues y hay áreas públicas, arrancadas de las tinieblas por focos eléctricos enormes de tungsteno o neón. Hay también una zona intermedia donde el encuentro de la fauna, humana y animal, tiene lugar. La mirada de Casacuberta planea sobre estos intersticios, cual lechuza de Minerva, y rescata momentos espontáneos, pintorescos e inquietantes.
El escenario: Montevideo. El artista: un fotógrafo documentalista que atraviesa el crepúsculo y camina la ciudad durante más de una década, tanto en la actitud del cazador como en la disposición suelta del flâneur, del caminante que vaga por las calles sin rumbo definido, abierto a lo que le salga al paso. El resultado: una serie de imágenes de densa carga poética que es, también, un conjunto de valor antropológico en la medida que constituye un observatorio del comportamiento y los hábitos de aquellos que, sin quererlo, son sus anónimos protagonistas.
Intercaladas, las tomas son a veces vibrantes, llenas de destellos índigos y carmesí, a veces siniestras, con primacía del negro y la neblina. Los temas van de la intimidad de la alcoba y la ventana indiscreta a los no lugares urbanos y la vida silvestre.
Las fotografías se suceden con un ambiente sonoro de fondo, composición creada en colaboración con Gabriel Casacuberta, de Bajofondo. La pieza es musicalmente atractiva: contemporánea, pero no incomprensible; plena de violines y guitarras y enriquecida, además, por registros originales que ayudan a sumergirse más aún en la contemplación.
Nocturno formó parte del ciclo “Contactos”, una iniciativa del Museo Figari en el contexto de los cien años de la primera exposición del pintor Pedro Figari en la galería Müller, Buenos Aires (1921). La obra de Casacuberta adquiere mayor potencia en la medida en que se relaciona con el período pictórico de Figari llamado “Claro de Luna”. Este período, tan excepcional como poco conocido, se caracteriza por los ambientes a media luz donde los verdes, los azules y los grises se entrelazan en una paleta muy distinta a la más conocida del pintor.
Tanto la ciudad de Casacuberta, como aquella que se muestra en los nocturnos de Figari, son sitios de rara belleza que hacen de la penumbra su fuerza. Volviendo a Tanizaki: se trata de la belleza de la penumbra; de la luz que, rebelde, quiebra la sombra y de la sombra que, soberana, envuelve la luz.
*Marcelo Casacuberta es fotógrafo y realizador audiovisual. Es cofundador de De la Raíz Films, productora con foco en naturaleza, fauna, ciencia y cultura, donde se desempeña como realizador, director y guionista. Trabajó como fotógrafo en La República, El Observador y es colaborador en La Diaria. Actualmente se desempeña realizando videos científicos para el Instituto Clemente Estable. La obra Nocturno estuvo en exposición en el Museo Figari de Mayo a Agosto de 2021.
La obra Nocturno estuvo en exposición en el Museo Figari de Mayo a Agosto de 2021.
Actualmente se encuentra disponible en: culturaencasa.uy
Natalia Costa Rugnitz
Doctora y magíster en Filosofía. Licenciada en Humanidades. Colabora en publicaciones especializadas y culturales.