Manual de Manejo de Bosque Nativo en Uruguay

6.3 Bosque de parque

El bosque de parque ha sufrido en los últimos 30 a 40 años alteraciones producto del avance de las actividades agrícolas y ganaderas.

Objetivo de manejo:

Por lo tanto se debe mantener y mejorar los relictos de bosque de parque existentes, en un equi- librio con los usos de la tierra la ganadería. Existen diferentes tipologías de bosque de parque, dependiendo de la parte del territorio nacional las cuales fueron abordados en este documento.

En zonas frágiles como el bosque sobre blanqueales, se debe mantener el bosque sin manejo. En bosque de parque con más densidad se puede abrir el espacio para la circulación de los animales y para la producción de leña en forma de raleos o aperturas.

Posibles situaciones según características del bosque de parque:

Situación 1: Bosques de parque sobre blanqueales.

Intervención: Son ecosistemas de gran valor para el país ya que se encuentran en zonas relictuales y representan una superficie reducida del país. Por su fragilidad, estos ecosistemas se consideran como zonas intangibles en los planes de manejo, ya que por su baja densidad no se justifican raleos y por características de suelos son sitios que no son de alta productividad para los cultivos. Si bien pueden existir sitios donde exista un claro mosaico de suelos no hidromórficos, que posibiliten cierto manejo dependiendo de cada caso en particular deben de ser evaluados por DGF y las partes interesadas.

Bosque parque sobre blanqueal

Figura 10: Bosque parque sobre blanqueal

Situación 2: Bosque de parque “blanco” que ha aumentado su densidad

Intervención: Se permite la realización de raleos, con el objetivo de evitar que se vuelva im- penetrable, ya que es importante la circulación del ganado y mejorar el crecimiento de la ve- getación herbácea.

Es fundamental planificar la conectividad de los parches de bosques, integrado al sistema pro- ductivo, bajo una visión paisajista. Es importante mantener el bosque sin que pierda sus prin- cipales características ecológicas. En distintas situaciones se sugiere considerar en vez de dejar arboles individuales, dejar “isletas de árboles” donde se encuentre las especies de mayor valor para la conservación, estos parches dependiendo de la forma y el tamaño, pueden ser más efectivos para la conservación in situ de la biodiversidad asociada, coexistiendo así árboles de diferentes edades y especies.

Se debe seleccionar los mejores árboles sanos, con buen diámetro y con buen fuste para su regeneración natural. Se debe extraer los árboles de mala calidad, con enfermedades y mala formación. Serán extraídos, de tal forma que no varíe de forma importante la composición o proporción de especies que componen el bosque, ni que se dejen solo árboles de un estrato etario. Una correcta planificación del raleo tomara en cuenta estas características. Como pro- ducto de esta intervención se puede producir leña de buena calidad.

Bosque con alta densidad de cepas

Figura 11: Bosque con alta densidad de cepas

Situación 3: Bosque de parque denso de grandes extensiones en predios ganaderos.

Intervención: en estos casos se puede gestionar la realización de calles de circulación interna, por medio de talas rasas en las calles, el ancho de estas aperturas dependerá de cada situación, pero nunca será mayor a los 10 metros. No se permite una tala rasa completa del bosque.

Para la situación mencionada se deberían excluir los raleos internos, ya que se han visto casos en que entre las calles y los raleos se va degradando el bosque, justificado por el manejo de las actividades del predio. Para lo cual es fundamental adaptar la dotación ganadera y el manejo del rodeo al bosque, y no viceversa, debido a que se han observados casos de fragmentación de hábitat con la consecuente pérdida de biodiversidad. Es por ello, que es fundamental deter- minar el grado de “adaptabilidad” del bosque al sistema productivo, porque se puede afectar de forma significativa la calidad del bosque remanente.

Bosque parque raleado donde se observan los individuos rebrotados de cepa

Figura 12: Bosque parque raleado donde se observan los individuos rebrotados de cepa

Situación 4: Bosque de parque primario constituidos por “algarrobos” (Prosopis nigra), “ñan- dubay” (Prosopis affinis), con presencia de árboles sobre maduros, secos, enfermos y decrépitos.

Intervención: se puede gestionar un raleo leve, retirando los árboles muertos (seco o enfer- mos) mencionados. Estas intervenciones se realizan con el objetivo de establecer una pra- dera natural arbolada, con fácil circulación para el ganado y buena superficie de pastoreo, permitiendo una buena insolación para la producción de forraje. (Delgado y Nebel, 2014). La densidad de éste tipo de bosque es variable según sitios. Cuando la situación original es de más de 1.000 árboles por hectárea, generalmente bosques secundarios, es necesario que la intervencion se realice raleando entre un 30 y 40%, priorizando los ejemplares monopodiales acompañados de raleo de cepa. Cuando partimos de una situación original de 600-700 arbo- les por ha, el raleo a efectuar sería del orden del 20% y los individuos a extraer son de aquellas especies más dominantes en cantidad como por ejemplo el “espinillo” Acacia caven.

Es importante conservar la estructura y diversidad de especies que componen el bosque na- tivo, ya que las mismas cumplen diferentes funciones en ese ecosistema, creando diversas condiciones para la regeneración del bosque y el estrato herbáceo.

Respecto a la poda, en este tipo de comunidad la experiencia ha demostrado que ha sido contraproducente para la mayoría de los bosques donde se aplicó, los ejemplares remanentes post-intervención que han sido podados, son quebrados por los vientos, con la consecuente pérdida de esos individuos. Esto afecta la densidad remante de la comunidad de parque, por lo tanto se recomienda que se evite la poda para el caso de este tipo de bosques, y si fuera necesario realizarlo, se recomienda dejar una “copa remanente equilibrada” y realizar el corte en bisel dejando un ángulo de 45º para evitar la acumulación de agua que generen condicio- nes favorables para el establecimiento de patógenos y consecuente desarrollo de enfermeda- des. (Delgado y Nebel, 2014)

La poda en los ecosistemas de bosque nativo es un inconveniente para el árbol, ya que en el corto y mediano plazo afecta la sobrevivencia del mismo de forma negativa, dejándolo ex- puesto a factores bióticos y abióticos.

Bosque parque de “algarrobos” con leves raleos y podas

Figura 13: Bosque parque de “algarrobos” con leves raleos y podas

Situación 5: Bosques de parque degradado

Son bosques en los cuales no se tenga seguridad de la presencia de una matriz primaria. Hay casos de alta presión por el ganado o por la ganadería que deja solo algunos árboles (algarrobo) aislados. En este caso es importante mantener esto relicto como bosque y recuperarlo.

Intervención: un correcto manejo es mantener estratos que presenten características de bosques maduros, tales como dominancia de especies tolerantes a la sombra, arboles vigorosos de grandes diámetros. En estos rodales deberá realizarse un manejo que permitan crear condiciones para la conservación de estos individuos. Es necesario mantener la calidad del hábitat para la supervivencia de las especies de flora y fauna características de estos ecosistemas. Se debe proteger no solo los árboles maduros sino también un área de 25 metros alrededor de los individuos sin pastoreo o con pastoreo liviano que permite la regeneración de árboles y una formación de un estrato sotobosque. Sin una intervención este tipo de bosque degradado corre el peligro de desaparecer.

Bosque parque degradado por alta dotación de ganado

Figura 14: Bosque parque degradado por alta dotación de ganado

Situación 6: Bosque de parque (monte blanco) ubicados en zonas riparias de inunda- ción ocasional. Están compuestos por especies como blanquillo, amarillo, mataojo, pitanga, especies todas adaptadas a vivir bajo cortos períodos de inundación. Generalmente bosques secundarios (carboneras antiguas) que generaron una alta densidad, con individuos monopo- diales y regeneración de las cepas.

Intervención:  En estos casos se debe buscar un equilibrio entre la producción ganadera y  las funciones del bosque con el fin de mantener el bosque en su estructura. El tipo de inter- vención para este caso, es un aclareo de cepas y raleos buscando el equilibrio entre especies original.

En estos casos, se permiten limpiezas de cepas. También se permite tala raza de caminos a fin de habilitar el paso del ganado a campestres que quedan “encerrados” por este bosque, de forma que el productor pueda hacer un mejor uso del predio.

Bosque parque “blanco” con apertura de calle

Figura 15: Bosque parque “blanco” con apertura de calle

Situación 7: “Avance” de bosque de parque.

Generalmente áreas que originalmente no eran bosques, planicies inundables, chacras arroce- ras antiguas o sectores aledaños a relictos de bosque en los cuales en los últimos 20 años pro- lifera un tipo de bosque generalmente monoespecífico. En este tipo de situaciones siempre es observable una modificación antrópica generadora.

Intervención: El caso de avance más común es el de especies como “espinillo” Acacia caven sobre antiguas chacras o praderas. Estos bosques de parque son los únicos casos en que se puede evaluar una vez realizado el estudio y análisis de la situación, un posible cambio de uso de suelo. La madera se puede comercializar o consumir como leña.

Avance de bosque de parque con espinillos sobre antigua chacra arrocera

Figura 16: Avance de bosque de parque con espinillos sobre antigua chacra arrocera

 

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