Programa de Prevención de introducción y dispersión del HLB de los cítricos

1.5 El vector - Diaphorina citri

Una vez presente la bacteria en la planta, la dispersión puede ocurrir por la acción de insectos vectores, aun cuando no se hayan expresado los síntomas. Estos psílidos son responsables de la dispersión del HLB entre plantas, los adultos se mueven en búsqueda de nuevos sitios de alimentación y de reproducción o cuando son perturbados.

Las hembras adultas de D. citri son pequeñas de unos 3 mm de largo y 1mm de ancho, siendo los machos algo más pequeños. Tienen hábitos bastante sedentarios y si no se trata de poblaciones abundantes pueden pasar inadvertidos. Se encuentran normalmente en el envés de las hojas y cuando son perturbados saltan y realizan vuelos cortos. Los adultos se caracterizan por el ángulo de 45º que forma su cuerpo con el plano del órgano sobre el que se alimenta.

Se alimentan sobre tallos tiernos y hojas en todos sus estados de desarrollo. Las hembras realizan la puesta solamente en brotes tiernos, fundamentalmente en los dos centímetros terminales de los brotes, en lugares protegidos por pecíolos, yemas axilares, haz y envés de las hojas jóvenes y los tallos en crecimiento. Los huevos son alargados, ovalados, de 0,3 mm de longitud y 0,14 mm de ancho. Recién puestos presentan una coloración amarilla, tornándose anaranjados próximos a la eclosión. La eclosión se produce a los tres días de la puesta, aunque puede variar en función de la temperatura.

Un comportamiento típico del insecto es saltar de las hojas cuando son perturbados, al estar sobrepobladas o cuando poseen pocas condiciones para su desarrollo, efectuando un vuelo de 3 a 5 metros. En algunas ocasiones estos vuelos alcanzan una altura considerable (5 a 7 metros del suelo) pudiendo, entonces, ser arrastrados por corrientes de aire y trasladados a distancias de 1,5 km. En caso de ocurrencia de fuertes vientos esta distancia puede ser mucho mayor.

Diaphorina citri tiene un corto período de vida y una alta fecundidad. Las hembras tienen un período de ovoposición de 12 días y son capaces de depositar varios huevos por día, los cuales eclosionan a los tres días en verano y a los 23 días en invierno. El ciclo completo es de 15 a 47 días, y puede presentar hasta 10 generaciones por año. El adulto hiberna hasta por más de seis meses. Las hembras oviponen más de 800 huevos en el transcurso de su vida (Fung y Chen, 2006).

Presenta 5 estadios ninfales (inmaduros). Las ninfas varían de tamaño entre 0,3 y 1,6 mm de longitud, dependiendo del estadio, son de color anaranjado amarillo, sin manchas abdominales, aplanadas dorso ventralmente, con esbozos alares (alas pequeñas en formación) abultados, un par de ojos rojos compuestos, dos antenas de color negro y presentan filamentos a lo largo del abdomen. Las ninfas se alimentan de tejidos tiernos y pueden doblar las hojas en desarrollo para protegerse durante el proceso de alimentación. Las ninfas de 1er y 2do estadio muestran un comportamiento agregado y son difíciles de observar. Las ninfas totalmente desarrolladas de 5º estadio en general son sedentarias, aunque pueden moverse si son perturbadas.

Las ninfas se alimentan de la savia del floema de hojas tiernas y pecíolos, también pueden alimentarse de tallos tiernos y de pedúnculos de flores y frutos recién formados. Excretan sustancias azucaradas y sustancias cerosas de color blanco. Estas deposiciones azucaradas provocan, frecuentemente, la aparición de fumagina.

Diaphorina citri adquiere el patógeno después de alimentarse de una planta con bacteria a los 15-30 minutos y permanece infectiva durante toda su vida y tiene una alta eficiencia de transmisión. La transmisión transovárica sólo se ha reportado en T. erytrae y parece no ser de gran importancia en condiciones naturales (Manjunathet al., 2008).

En estudios realizados en la zona sur del país durante tres años consecutivos (2007-2010) fueron efectuados 306 muestreos de trampas de pegamento amarillas (contabilizándose un total aproximado de 3.400 trampas) y 77 muestreos de brotes (observando aproximadamente 4.600 brotes). A pesar del muestreo intensivo que se realizó, no se halló al psílido en ninguno de los sitios durante todo el período de estudio (Asplanato et al., 2011), concordantemente en acciones de vigilancia realizados por la DGSA no se ha detectado la presencia de la D. citri al sur del Rio Negro.

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