I. Introducción
El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) es un ámbito de coordinación de todo el Estado uruguayo, que tiene como objetivo la gestión integral de los riesgos de emergencias y desastres. Con ese propósito, promueve la articulación de las políticas públicas para avanzar hacia el desarrollo sostenible, asegurando la protección de población, los bienes de significación y el ambiente, frente a la ocurrencia eventual o efectiva de eventos adversos extremos.
Es un sistema nacional, descentralizado, con una fuerte vocación interinstitucional y articuladora.
Se creó por decreto en febrero de 1995 con un enfoque centralizado y emergencista. En octubre de 2009, por medio de la ley N° 18.621, se proyectó como un sistema para la Gestión Integral del Riesgo de Emergencias y Desastres (GIRED).
Se habla de riesgo de desastres cuando existe la posibilidad de que una comunidad sufra daños o pérdidas producidas por amenazas (peligrosidades) originadas en fenómenos naturales, socio-naturales, biológicos, sanitarios o humanos, en un momento y lugar determinado. El riesgo se define por la interacción entre las vulnerabilidades, los peligros, la exposición y la incertidumbre. A éstos se les denomina componentes del riesgo.
La GIRED es un proceso social cuyo fin último es la previsión, la reducción y el control permanente de los factores de riesgo de desastre en la sociedad, integrada al logro de pautas de desarrollo humano, económico, ambiental y territorial sostenibles. Requiere para sus efectos tres prácticas complementarias: la Gestión Correctiva del Riesgo, la Gestión Compensatoria del Riesgo y la Gestión Prospectiva del Riesgo.
La Gestión Correctiva hace referencia al conjunto de acciones tendientes a reducir el riesgo ya existente. La Gestión Compensatoria refiere a las medidas para apoyar la resiliencia de las personas y las sociedades frente al riesgo residual que no puede reducirse de manera eficaz. La Gestión Prospectiva corresponde a las acciones que se planifican y realizan con el fin de evitar y prevenir la conformación del riesgo futuro que podría originarse con el desarrollo de nuevas inversiones y proyectos.
En estos años, son varios los hitos que marcan el crecimiento y la consolidación del Sinae como organismo rector en materia de GIRED. Los más recientes quizá sean dos, ambos del año 2020: por un lado la reglamentación de la ley N° 18.621 mediante el decreto 065/020 y por otro lado la aprobación a través del decreto 066/020, de la Política Nacional de Gestión Integral del Riesgo de Emergencias y Desastres en Uruguay (2019-2030) “Hacia un desarrollo resiliente basado en la cultura preventiva”.
Es justamente en la Política Nacional donde se determina la necesidad de formular para cada gestión de gobierno, un Plan Nacional de Gestión Integral del Riesgo de Emergencias y Desastres.
Cumpliendo con ese mandato y con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNDRR) se inicia en 2020 el proceso de trabajo para la realización del presente Plan. Se elaboró en tiempos particularmente desafiantes. Por un lado, fueron concurrentes en este proceso la discusión del presupuesto nacional en el Parlamento y las elecciones departamentales nacionales. Por otro lado, desde el 13 de marzo de 2020 el país enfrenta una emergencia sanitaria por la pandemia por COVID-19, con importantes consecuencias especialmente sobre la población más vulnerable. El gobierno gestionó esta situación excepcional aplicando una batería de medidas para afrontar la emergencia sanitaria, la emergencia social y para reactivar la actividad a medida que las restricciones pudieran irse levantando. En lo que respecta a este Plan, la atención a la situación generada por la pandemia afectó fundamentalmente en dos sentidos: postergó para agosto el inicio del proceso planificado para marzo y limitó las posibilidades de realizar reuniones presenciales.
Pese a esas limitantes fue posible llevar adelante un proceso en el que participaron múltiples actores de diferentes sectores y niveles del Sinae, logrando un trabajo colaborativo que cristaliza en el Primer Plan Nacional de Gestión Integral del Riesgo de Emergencias y Desastres del Uruguay.