IIBCE

Nuevo microscopio de superresolución único en Uruguay

En el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable transformamos un microscopio casi en desuso en un sistema de superresolución sin precedentes en Uruguay
Joaquín Garat

Una característica esencial de las instituciones científicas es la capacidad de ajustarse a los cambios, a los nuevos temas de investigación y a las nuevas tecnologías que necesitan. 

Pero adaptarse a esos cambios no solo depende de tener un presupuesto adecuado para lograr incorporar esa tecnología. Depende, en mayor medida, de los equipos humanos que consolidan esos ajustes. Y cuando las nuevas tecnologías quedan lejos por presupuesto, los equipos humanos logran desarrollos complejos para implementarlas.

Este es el caso del equipo de Genómica del instituto y desafío que le plantearon al Dr. Andrés de Dipaolo: adaptar un microscopio de epifluorescencia para dotarlo de capacidades de superresolución, una tecnología que en ese momento no existía en Uruguay por sus altos costos. Integrando conocimientos de óptica, programación y biología, Andrés, junto a Joaquín Garat y Carolina Oliveira, ensamblaron distintos componentes: desde lentes especializadas hasta piezas diseñadas y fabricadas mediante impresión 3D. Incluso adaptaron una cámara web desarmada para construir un sistema de autofoco casero y de muy bajo costo.

Luego de un largo proceso de investigación, selección, ensayo y error, lograron transformar un microscopio con poco uso en un sistema de superresolución sin precedentes en Uruguay. El resultado es el primer microscopio de superresolución del país, que incluye un autofoco continuo diseñado y programado por este gran equipo humano, que permite obtener imágenes durante horas sin perder el foco. 

Su resolución mejoró aproximadamente 300 nm, lo que permite observar estructuras con un nivel de detalle revolucionario, como por ejemplo los ribosomas individuales dentro de las células que tienen alrededor de 30 nm.

En nuestro instituto tenemos una larga tradición en el uso de microscopios ópticos para la investigación en las ciencias de la vida. Sin embargo, estos instrumentos presentan un límite de resolución, que determina hasta dónde podemos ver con calidad el mundo micro.

Décadas atrás ya fuimos pioneros Sudamérica al utilizar estrategias propias para romper éstos límites de resolución utilizando microscopía electrónica, generando una Escuela en torno al uso de esta tecnología. Hace relativamente poco, los investigadores estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner, junto al alemán Stefan W. Hell quebraron los límites de resolución de la microscopía de luz y ganaron un Premio Nobel por ello.

Hoy hemos dado un paso innovador en Uruguay al construir por primera vez un microscopio de superresolución. En el siguiente video podrán ver el resumen del proceso de alta especialización técnica que permitió construirlo, desde los recursos humanos, lo más valioso, a los recursos materiales. 

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