Retina de pez anual: neuroplasticidad y adaptación a variaciones lumínicas extremas
Estudiar peces con ciclos de vida únicos nos revela secretos fascinantes sobre cómo se adaptan a su entorno los organismos. Uno de estos casos excepcionales es el pez anual Austrolebias charrua, cuyas características de vida adaptadas a ambientes extremos han moldeado la plasticidad de su sistema nervioso, y en particular, el de su retina.
Estos peces habitan en charcas temporales que se secan con el paso de las estaciones. A medida que el agua disminuye, también lo hace la luminosidad del entorno, lo que representa un desafío notable para su sistema visual. Investigaciones anteriores han demostrado que cuando la luz disminuye durante 30 días seguidos, aumenta la proliferación celular en la retina de Austrolebias charrua, un proceso que podría estar relacionado con la regeneración y adaptación funcional.
En este nuevo estudio, investigadores del Instituto Clemente Estable junto a colegas de Facultad de Ciencias y la Facultad de Medicina de la Udelar, exploraron cómo responde la retina del pez A. charrua a la disminución de luz en forma constante, durante 11 días.
Utilizando un marcador específico para detectar la proliferación celular, el BrdU, descubrieron que, incluso bajo condiciones normales, se producen nuevas neuronas en capas específicas de la retina madura. Sin embargo, en completa oscuridad, observaron cambios en la arquitectura de la retina y un aumento de la proliferación de células en la capa nuclear interna (inner nuclear layer o INL en inglés), incluyendo grupos celulares en la capa plexiforme.
Además, encontraron un incremento de la proteína de unión a lípidos cerebrales o BLBP asociada a células gliales o glías, que cumplen importantes funciones metabólicas y de sostén. Esto sugiere la participación activa de las células de Müller, glías que parecen comportarse como progenitoras, activándose rápidamente, generando nuevas células para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales.
Estos hallazgos destacan la capacidad del A. charrua para responder a cambios abruptos en su entorno y sugieren que la proliferación celular y la neurogénesis juegan un papel crucial en la adaptación funcional de su retina. En última instancia, este pez podría ofrecer pistas valiosas para comprender los mecanismos de regeneración celular en otros vertebrados, incluidos los humanos.
Con estos nuevos hallazgos, Austrolebias charrua se posiciona como un modelo clave para investigar la interacción entre la plasticidad neuronal, la adaptación ambiental y el potencial regenerativo.
Autoras/es: Laura Herrera-Astorga, Stephanie Silva, Inés Berrosteguieta, Juan Carlos Rosillo y Anabel Sonia Fernández.