Ciencia en el shopping: creando valores comunes en entornos inesperados
En 2021, con la inspiración del movimiento en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en los escaparates de Zaragoza, España, desde el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable comenzamos a trabajar con Montevideo Shopping Center para promover valores comunes en torno a la ciencia y la investigación.
En este centro comercial encontramos un lugar inesperado para cultivar la cultura científica con un público novedoso, desconocido y masivo. Combinamos nuestras experiencias previas, en primer lugar, para mostrar a las mujeres en la ciencia, y luego para mucho más: compartir las herramientas cotidianas que conducen a nuevos descubrimientos, poner en práctica la exploración de la naturaleza y sus fenómenos, jugar aprendiendo conceptos científicos que nos rodean, entre otras actividades.
A marzo de 2025 ya hemos realizado once eventos de divulgación científica en este shopping, siempre vinculados a la investigación local. La última muestra sobre 12 científicas uruguayas despertó el interés de otras instituciones y se encuentra itinerando por Tacuarembó. Además, junto al equipo de marketing del centro comercial, que incluye artistas y diseñadores, e instituciones científicas asociadas, desarrollamos un nuevo personaje que invita a las familias a involucrarse con la ciencia durante todo el año: Lupita, una roedora nativa y científica.
Otras acción derivada de este trabajo en equipo es que hemos creado y distribuido materiales impresos con contenido científico, por ejemplo, sobre microscopía y especies modelo de investigación, abejas del Uruguay y microbiología, que se entregaron en los eventos y siguen estando disponibles para los visitantes.
A más de cuatro años desde que inició el proyecto, se han sumado otros centros de investigación y ciencia como la Universidad de la República, el Pedeciba o el Institut Pasteur de Montevideo y forman parte de la línea de trabajo permanente “ciencia en el centro comercial”.
Estas experiencias originales han enriquecido nuestra mirada institucional sobre la comunicación pública de la ciencia. Ciertamente salimos de nuestra “zona de confort institucional” y contemplamos la perspectiva comercial; sentamos un valioso precedente que nos anima a redoblar esfuerzos en esta dirección; y por último, habilitamos la comunicación entre varias instituciones donde la cooperación y la competencia jugaron un papel, permitiéndonos y obligándonos a ser mejores practicantes al mismo tiempo.