María Florencia Rodríguez Franco
El departamento de Canelones (1816) se ubica en el centro-sur del país, es el segundo departamento más poblado y uno de los más heterogéneos en cuanto a realidades sociales, económicas y culturales. En el período previo a la llegada de los españoles, la región era una zona donde habitaban minuanes nómadas.
El cantautor Fernando Cabrera describe al departamento así en su canción Canelones: «De arriba parece un laberinto / Qué lápiz lo supo dibujar. / Hay tantas fronteras en tu casa, de tierra, de arroyos y de mar». Su ciudad capital, ubicada sobre las costas del arroyo Canelón Chico, también lleva el nombre de Canelones y ambos se lo deben al árbol nativo canelón. A sus habitantes se los denomina canarios porque los primeros pobladores occidentales de estos parajes procedían de las Islas Canarias.
El nombre de la ciudad de Canelones que recibió al ser fundada en 1782 fue el de Villa de Nuestra Señora de Guadalupe. El primer loteo fue bastante anterior, en 1730, y se cree que había colonos desde al menos 1726. Durante la revolución independentista, la villa pasó a ser capital de la Provincia Oriental en 1813, cuando José Gervasio Artigas, al ser elegido Jefe provisional de los orientales, ordenó su nombramiento. Es en este período que la Provincia Oriental se dispuso el reparto de tierras, la eliminación de la esclavitud, la alfabetización bajo la idea de «sean los más infelices los más privilegiados». Este proceso es abortado tras la invasión y posterior ocupación luso-brasileña.
La bandera nacional fue creada aquí, a pedido de la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado, durante el gobierno provisorio de Joaquín Suárez. El ferrocarril que la conecta con Montevideo y con Durazno llegó en 1872 y se aceleró la llegada de migrantes, muchos de los cuales se instalaron en Canelones para trabajar en las zafras de la producción agrícola de las chacras que rodean la ciudad.
En el año 1921, se inaugura en la calle Tomás Berreta 312 el Teatro Politeama, principal teatro de la ciudad, que recibió entrado el siglo XXI una gran actualización, y se mantiene como un escenario de referencia. Frente a él, cruzando la calle, en el edificio del ex Teatro Colón, hoy se está levantando un gran espacio expositivo. El Museo Histórico Departamental comandante Juan Spikerman también es un lugar de visita obligada para descubrir el pasado de la ciudad y del departamento. Creado en 1975 a impulso de estudiantes y profesores del contiguo Liceo Tomás Berreta y remozado en 2016, el museo se ubica en un edificio de la época del origen de la ciudad y cuenta con colecciones de obras de arte y objetos, la mayoría donados por vecinos. Otro museo relevante es el Arqueológico profesor Antonio Taddei, donde se pueden apreciar sesenta y seis mil piezas pertenecientes a las culturas indígenas que habitaron este territorio.
Flora Rodríguez Franco, 1990. Creativa, con formación en diseño textil, producción y comunicación. Ilustra desde siempre, casi como un impulso, una herramienta para contar algo; lo que sienta. Le interesa la relación entre los objetos, su historia, los espacios y las personas, le impulsa la idea de unir estos universos y dominar la realidad a través de la fantasía.