Arte Cartográfico

María Sofía Azambuja

Ciudad de Salto

Cuatrocientos hombres acompañaron al gobernador de Montevideo José Joaquín Vianna en 1756 marchando rumbo a una zona del litoral del río Uruguay conocido por los saltos de agua. Allí levantaron un fuerte y algunos galpones. En 1811, el general Artigas, que escapaba al cerco del Imperio del Brasil, llegó a esta zona y montó un campamento que fue poblado tanto por sus soldados como por el pueblo que había decidido abandonar su tierra y seguir al ejército oriental. Once mil personas poblaron el campamento conocido bajo el nombre de Ayuí durante un mes.

En febrero de 1846 pasó por la localidad Giuseppe Garibaldi al mando de la legión italiana, envuelta en la Guerra Grande. Salto fue reconocida como ciudad el 8 de junio de 1863, 26 años después de la creación del departamento del cual es hoy capital. Pero es a partir de 1870, hasta bien entrado el siglo XX, que la ciudad de Salto se consolida. En 1890 queda conectada por tren con el sur del país, hecho que permite una rápida densificación de la ciudad, de la mano del desarrollo comercial, industrial y cultural que se estaba procesando.

El puerto de Salto cumplió un rol central en la vida de la ciudad, tanto en su economía, en la vida cotidiana y en su imaginario. Migrantes llegados a fines del siglo XIX se sumaban a una población de criollos e indígenas asentados allí. Muchos trabajaban en el puerto o en tareas vinculadas al comercio con Buenos Aires. En ese contexto de crecimiento y de enclave comercial llegan a la ciudad compañías teatrales de renombre, lo que a la vez se retroalimentada del surgimiento de compañías locales y teatros que las albergan. La arquitectura, particularmente en el área central de la ciudad, cobra una gran importancia, y su inspiración neoclásica y barroca puede seguirse viendo hoy. Plumas como las de Horacio Quiroga y María Rosa di Giorgio son hijas de esa ciudad y de ese contexto.

La represa de Salto Grande, construida entre 1974 y 1983 y principal generador eléctrico de la red de transmisión eléctrica nacional, y el desarrollo de los servicios para la agricultura, particularmente la industria de los cítricos y más recientemente los arándanos y la ganadería, pasaron a ocupar el lugar tanto económico como simbólico en la construcción de la ciudad que antes tuvo el puerto.

La ciudad se ubica en un territorio de penillanura (los saltos de agua que le dan nombre quedaron bajo las aguas de la laguna artificial que alimenta a la represa de Salto Grande). En esa penillanura se identifican praderas arboladas, acompañadas de montes en las costas de los cursos de agua. Pueden llegar a verse en los límites de la ciudad animales como el carpincho. Si nos alejamos un poco, hasta un zorro, y si tenemos mucha suerte, un gato montés.

 

Ciudad de Salto

María Sofía Azambuja, 1988, Salto, Uruguay. Vivió los primeros años de su vida en el campo junto a su familia, en Laureles. Desde temprana edad se interesó por las letras y las artes, asistió al taller de escritura dictado por Leonardo Garet. A los 19 años se trasladó a Montevideo donde estudió Diseño Textil e Indumentaria en la EUCD y descubrió su vocación por el diseño de personajes y la ilustración. Trabajó desde 2014 en diversos proyectos personales y en 2008 publicó su primer libro ilustrado. Actualmente se desarrolla como ilustradora.

instagram.com/sofiazambuja
 

Audio María Sofía Azambuja

 

Volver