Tabaré Ferrúa
La capital más al norte que es más que un carnaval
Fundada en setiembre de 1852 como San Eugenio del Cuareim, para consolidar la frontera norteña de Uruguay que quedó establecida por el tratado de límites con Brasil, posterior a la Guerra Grande, la hoy capital departamental cumple esa función desde setiembre de 1884. En 1915 se transformó en ciudad, homenajeando con su nombre al prócer uruguayo, que también denomina a todo el departamento.
Investigaciones del arqueólogo Antonio Taddei, de los años cincuenta, determinaron el hallazgo de restos de una cultura de hace entre ocho y diez mil años, a orillas del arroyo Catalán Chico. Junto a otros descubrimientos de la misma época registrados en los años sesenta sobre el Cuareim, ponen a la conocida como cultura «cuareimnense» de esta zona de Artigas en primer lugar en cuanto a la antigüedad de aquellos habitantes en el hoy territorio uruguayo.
En la primera década del siglo XVIII los jesuitas traen los primeros ganados a la zona convirtiéndola en campo de pastoreo, multiplicándose esta riqueza rápidamente. Por eso fue importante la presencia del futuro prócer nacional a fines de ese siglo con el cuerpo de Blandengues para la represión del robo de ganado.
La ciudad está enclavada en una zona claramente ganadera, sobre todo de ovinos, donde también se destaca la producción lechera. En cuanto a cultivos, la actividad arrocera y la de tabaco generan riqueza para la zona norte del mapa nacional y para todo el país. Pero quizás la industria que más ha trascendido es la de extracción de piedras preciosas, ágatas y amatistas, en la zona del Catalán, a cincuenta kilómetros de la capital departamental, lo que ha generado turismo minero, que muestra la extracción a cielo abierto y en galerías y túneles.
En la frontera con Cuaraí son habituales las compras, separadas ambas ciudades por un puente de 750 metros, el Internacional de la Concordia, lo que también genera puestos de trabajo a ambos lados de la línea divisoria, en donde impera el portuñol como medio de comunicación.
En cuanto a museos, sobresalen el Histórico Departamental y el Parroquial del Templo San Eugenio, ubicado en la iglesia frente a plaza Artigas. Otros atractivos son el Parque Rodó con su lago; la Piedra Pintada, en el parque Congreso de Abril, con su reserva de fauna marina; el paseo 7 de setiembre, ubicado a orillas del río Cuareim y el ex Mercado Municipal, hoy Centro Figari de información y exposiciones.
Pero puede que el evento más notorio a nivel nacional y regional sea el Carnaval de Artigas, que se celebra en esa semana sobre la avenida Carlos Lecueder, principal de la ciudad. Con un público estimativo de 50 000 personas, se celebra desde 1986. Si bien está inspirado en el carnaval de Río de Janeiro, con sus escuelas de samba, carros alegóricos y «enredos carnavalescos», estos últimos siempre tratan de cuestiones de interés social y cultural para el país y la localidad, exaltando el carácter híbrido de frontera de una comunidad que vive entre dos países.
Probablemente el artiguense más notorio sea Baltasar Brum, abogado y político uruguayo, que fuera presidente de la República entre 1919 y 1923. También puede mencionarse al ingeniero Eladio Dieste, que se destacó por sus trabajos en la tecnología llamada de cerámica armada, a través de la cual logra superficies abovedadas con uso del ladrillo, con el ejemplo más importante en la iglesia Cristo Obrero de Atlántida, Patrimonio de la Humanidad desde 2021.
En las artes plásticas puede mencionarse a los hermanos Alceu y Edgardo Ribeiro, en la música al folclorista Juan José de Mello, y en el fútbol al campeón mundial con la celeste en Maracaná en 1950 Matías González, Ruben Paz y actualmente, Darwin Núñez.
Tabaré Ferrúa, 1992, Melo, Cerro Largo, Uruguay. Participó en proyectos como Ilustrador de humor gráfico, también en audiovisual desempeñándose como director en cortometrajes. Estudio diseño gráfico, comunicación social, y realización audiovisual, actualmente se desempeña como estudiante de tercer año de profesorado de ciencias geográficas en el instituto Emilio Oribe, en Melo.