Arte Cartográfico

Victoria Capdepon

Montevideo, municipio B

El centro histórico de la capital de un país

Desde el inicio de su proceso fundacional, ubicado entre 1724 y 1730, el espacio territorial del actual Municipio B ha sido el escenario de los albores de la capital uruguaya. Empezando por la actual Ciudad Vieja, en donde se asentó por primera vez el conquistador europeo, fortificando primero para asegurar el dominio de la bahía y poblando más tarde una península que pasará de pequeña aldea a configurarse como el puerto más importante de la región platense. Su plaza Constitución, rodeada de la Catedral y el Cabildo, era el sitio preferido de paseos de aquellos montevideanos, y su casa de gobierno estaba en donde hoy se ubica la plaza Zabala.

Durante la época colonial, aquel centro poblado rodeado de murallas llegaba hasta la plaza Independencia, en donde el recinto fortificado se cerraba con la Ciudadela. Una vez iniciada la vida institucional del país en 1830, el «corsé» de piedra de aquel núcleo fundacional es demolido y el trazado urbano se extiende hasta Ejido, siguiendo el proyecto de José María Reyes de crear la «Ciudad Nueva», adonde en el siglo XIX se traslada el centro comercial de la ciudad, pasando a conocerse como el Centro.

A su vez, antiguos caseríos de tiempos coloniales eran absorbidos por el crecimiento urbano. El del Cordón recordaba con su nombre el límite, a la altura de la actual Ejido, hasta donde no podía construirse desde la ciudad amurallada, marcado con un cordón de piedra. La Aguada era la zona costera al noroeste de la Ciudad Vieja de donde se extraía el agua vendida en la ciudad en tiempos hispánicos, que llegaba en carros que transitaban la traza de la hoy avenida del Libertador General Lavalleja, que también pasó a ser un barrio capitalino.

18 de Julio, la avenida más importante de la ciudad, conjuga comercio, festejos políticos y deportivos, y una muy ecléctica muestra de estilos arquitectónicos, desde su nacimiento en plaza Independencia hasta Bulevar Artigas, a pocos metros de Tres Cruces, centro de conexión terrestre con el interior y exterior, de pasado artiguista con su Congreso de Abril y las célebres Instrucciones del Año XIII.

Hacia el norte Villa Muñoz y sus comerciantes de origen judío, el antiguo Barrio Reus y La Comercial nos recuerdan su sobreviviente carácter de barrio-barrio, aquel de las sillas en la vereda en la tardecita de mate, el humeante medio tanque a todo fuego y la oferta que no puede faltar.

En la otra costa, hacia el sureste, el candombe del Recinto del período colonial se fue trasladando en la segunda mitad del siglo XX por la orilla del Plata, nacieron los barrios Sur y Palermo, «rivales y hermanos» al decir del cantautor Jaime Roos, que se convirtieron en el centro de la cultura afro, con su fiesta de Llamadas de todos los febreros, con figuras emblemáticas como Rosa Luna, Ruben Rada, «Cachila» Silva y Eduardo Lobo Núñez, entre tantos y tantas.

Pulmones de la ciudad que crecía a fines del siglo XX fueron el parque Urbano, hoy Rodó, con sus diversiones y su Teatro de Verano Ramón Collazo, centro turístico destacado de aquel Montevideo de primera mitad de la pasada centuria. La del Municipio B es una zona de la capital que puede conocerse desde la altura del Mirador Panorámico de la Intendencia de Montevideo, su red de peatonales y sus espacios públicos que invitan a inmiscuirse en la vida ciudadana de este espacio geográfico fundamental en la fundación y extensión de la «Muy Fiel y Reconquistadora San Felipe y Santiago».

Victoria Capdepon

Victoria Capdepon, Montevideo. En los 90 creció en Barrio Sur, haciendo tapices en el taller de arte textil de su madre, dibujando y pintando en el estudio de su padre. Estudió arquitectura y, a partir de algunos autores y personas que conoció, se interesó por ampliar la mirada a través de otras disciplinas, que a su vez marcaron la dirección hacia la cual decidió especializarse a nivel de posgrado. Desde 2019 busca llevar algunos temas de estudio, vinculados a cuestiones urbanas, al ámbito de las artes visuales, a través de proyectos que se materializan en distintos medios y formatos. En 2023 gana el segundo premio del IX Premio de Ilustración de Uruguay.

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