Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias

4.5. Brechas internas e institucionalización de la perspectiva de género

Como instituciones públicas, los institutos agropecuarios y el MGAP, tienen la responsabilidad de garantizar los derechos y principios a los que adhiere el Estado, y constituyen ámbitos privilegiados para impulsar las orientaciones rectoras de la política de género nacional. No obstante, las instituciones agropecuarias son construcciones sociales y se encuentran, a su vez, atravesadas por las brechas y estereotipos de género que afectan a la sociedad en su conjunto. En consecuencia, el nivel de incorporación de la perspectiva de género en las instituciones agropecuarias, y en particular sus políticas internas en la materia, constituyen un aspecto relevante de análisis de cara a un plan como el presente.

En la práctica, las instituciones cuentan con culturas organizacionales, reglas explícitas e implícitas, procedimientos y rutinas que pueden actuar reforzando o revirtiendo patrones de género sexistas. Organizaciones altamente masculinizadas, con importantes segregaciones horizontales y verticales, poco garantistas frente a la discriminación y violencia, ciegas a las desiguales oportunidades y condiciones que el trabajo no remunerado genera sobre mujeres y varones agudizan las brechas de género y se vuelven instituciones donde el trabajo de las mujeres es menos valorado.

Una estrategia de transversalidad de género y una agenda transformadora en materia de políticas públicas exige, a su vez, una revisión interna de la estructura laboral, la realidad cotidiana de los recursos humanos y los principios rectores de las instituciones que lideran esas políticas.

4.5.1. Recursos humanos y estructura jerárquica.

4.5.2. Política interna de equidad de género.

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