Inserción laboral de personas con discapacidad en el Estado

Conclusiones

  • Las áreas de gestión humana de los organismos son identificadas por la jerarquía como referentes del proceso de concurso e incorporación de personas con discapacidad.
  • Las postulaciones incluyen a muchas personas que no cumplen el requisito de estar inscriptas en el Registro Nacional de Personas con Discapacidad por lo que no es viable llegar a conclusiones respecto a la competitividad de las distintas modalidades, por ejemplo si se presentan más personas con discapacidad a los concursos que no tienen oposición. De 5.108 personas que se postularon 546 concursaron y casi la mitad (214) integró las listas de prelación.
  • Como se desprende de los informes de rendición de cuentas y el presente estudio, los llamados a concurso que realiza la Administración Pública para personas con discapacidad son fundamentalmente para tareas administrativas y de servicios. Se convocan pocos llamados con otros perfiles.
  • No existe uniformidad de criterio para fijar los requisitos de educación formal en función del perfil del puesto, si bien se presenta una tendencia a solicitar bachillerato completo para cargos del escalafón administrativo y de ciclo básico para el escalafón Servicios.  Sin embargo, fuera de Administración Central, cada organismo fija los que considera más ajustados a las tareas a desempeñar. 
  • El 36% de las personas que ingresaron manifestó necesitar al menos alguna adaptación y/o ajuste razonable al momento del ingreso, en su mayoría de accesibilidad y ergonómicas, pero también adaptación de tareas y horarios. En el curso del desempeño de sus tareas se evidenciaron otras necesidades, como intérpretes de LSU para reuniones o capacitaciones.
  • El 97% de las personas ingresadas recibió orientación para adecuarse a su puesto de trabajo.
  • El 54% de las personas con discapacidad que ingresaron en 2018 han cursado alguna carrera universitaria (culminada o no), un 11% una carrera técnica no universitaria y un 29% secundaria. Esto evidencia que acceden a los puestos de trabajo las personas con discapacidad que cuentan con un nivel educativo superior al del promedio de las personas con discapacidad.
  • La experiencia laboral resulta un factor importante a la hora de acceder a un puesto de trabajo en el Estado: solamente para el 18% de las personas con discapacidad ingresadas en 2018 esta es su primera experiencia laboral. En este sentido queda de manifiesto la importancia de programas de primera experiencia laboral que promuevan e incentiven el acceso de las personas los jóvenes con discapacidad y las mujeres al empleo.
  • El 57% de los entrevistados manifestó que fueron contactados para realizarles un seguimiento de su situación, a efectos de determinar su bienestar en el ámbito laboral. Sin embargo, 32 personas (40%) manifiestan que no se les ha realizado ningún seguimiento en su lugar de trabajo, una de las cuales manifestó que en su sector no tenían conocimiento de su llegada.
  • De los 17 organismos en los que hubo ingresos, hay seis en los que todos los entrevistados tuvieron un seguimiento, en cuatro no se hizo seguimiento a ninguno de los entrevistados y en los siete restantes el seguimiento no abarcó a todos los interesados, según lo manifestado.
  • La mitad de quienes necesitaron algún tipo de apoyo logró obtenerlo, en dos casos con ayuda de compañeros (para subir a un automóvil, para tareas de esfuerzo). Las mayores dificultades se encuentran, entre las personas sordas, para conseguir intérpretes de lengua de señas para reuniones grandes o eventos.
  • No se evidenciaron casos de discriminación dentro de los equipos de trabajo, el 69% de los encuestados dice que en su lugar de trabajo se realizan reuniones de equipo y 8 de cada 9 de ellos afirma que participa de las mismas. Quienes no participan dicen que es porque las reuniones fueron por temas ajenos a sus tareas.
  • La participación en reuniones, festejos u otro tipo de actividades recreativas con el grupo de compañeros es una práctica habitual para el 78% de los encuestados, solamente 5 personas dicen que no se realizan actividades de este tipo entre sus compañeros y 6 afirman no haber participado. Entre estos últimos los motivos son tema de horarios, o falta de tiempo; todos aclaran que los han invitado. Esto evidencia que se ha logrado un buen nivel de inclusión social.
  • Aproximadamente una de cada 5 personas con discapacidad ingresada fue reubicada en el organismo, en algunos casos esta reubicación estuvo asociada a mejorar su inserción laboral. Se evidencia la necesidad de capacitar y sensibilizar a los compañeros y supervisores cuando ingresa una persona con discapacidad, ya que se evidenciaron tanto por parte de los referentes de gestión humana como por parte de las personas ingresadas algunas dificultades, como por ejemplo conductas de sobreprotección.

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