Mapeo y evaluación de herramientas digitales para la participación ciudadana

Conclusión

A modo de reflexión final con respecto a la evaluación de distintas herramientas que pueden ser utilizadas en los procesos participativos, se plantean a continuación algunas de las conclusiones a las que llegó el equipo del proyecto.

Al momento de la elección de la o las herramientas, los procesos participativos, o las partes de los procesos que necesiten ser implementadas o complementadas por herramientas   informáticas, son el primer factor determinante para su selección.

Un primer punto a destacar que surge de la comparación funcional de herramientas es que no todos los aspectos de un proceso participativo son plausibles de ser complementados o implementados con herramientas informáticas. En general, aquellos que sí pueden verse potenciados por herramientas no lo serán por una sola, sino por un conjunto de ellas. Aún cuando una herramienta multipropósito pueda contemplar varios aspectos, en general habrá una herramienta específica que sea superior en el aspecto de su especialidad. Es por esto por lo que se hace necesario pensar en un diseño de integración de herramientas de participación, otras herramientas informáticas y prácticas organizativas que logren complementar o potenciar un proceso participativo sin limitarlo.

El diseño de integración o plataforma de participación, en lo que hace a las herramientas, deberá en lo posible:

  • Cumplir lo mejor posible con los casos de uso y contemplar que estos pueden cambiar.
  • Ser más que la suma de sus partes, no depender de herramientas individuales ni de sus ciclos tecnológicos.
  • Permitir un crecimiento o transformación en función de la estrategia de participación adoptada.
  • Contemplar el cambio, tanto de las herramientas como de la organización y de las personas.

Otro aspecto para considerar es el factor tiempo. No es lo mismo seleccionar una herramienta para un diseño de integración que tendrá un proceso de maduración durante el cual se podrán resolver ciertos problemas de las herramientas, que seleccionar una herramienta para un proceso que no permite, por sus plazos, cambios técnicos.

Es importante también entender el destino técnico de la herramienta para poder valorar sus debilidades y fortalezas. A priori hay que pedirle a las herramientas que cumplan lo mejor posible con todos los aspectos del ideal técnico elegido. No obstante, el peso relativo del desempeño de cada aspecto técnico variará en función de las capacidades y los recursos que tenga el organismo u organización adoptante. Es fundamental entonces tener en cuenta la infraestructura y las capacidades técnicas en la selección de herramientas a integrar.

Un ejemplo claro y no siempre valorado en su justa medida, es el de la seguridad de los datos suministrados. No es lo mismo incorporar una herramienta que no se apega a estándares de seguridad por parte de un organismo que tiene políticas y personal capacitado al respecto, que

podrían eventualmente dotar a la herramienta de las medidas de seguridad adecuadas, que incorporar esa herramienta a un organismo que no es capaz de evaluar los riesgos o mitigarlos.

A modo de resumen, al momento de la elección de la o las herramientas se deberán considerarse las siguientes dimensiones:

  • Proceso: Qué tipo de proceso participativo es el que se está impulsando, quiénes serán las personas participantes y cuáles son sus necesidades funcionales.
  • Tiempo: Definir en cuánto tiempo el organismo requiere que el proceso participativo adopte una  herramienta informática.
  • Recursos: Si se dispone de personal técnico, o recursos para ese rubro, que permitan una apropiación real de la herramienta y eventuales modificaciones.
  • Evaluación: El desempeño funcional y técnico de cada herramienta.

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