Exposición de Motivos 2019

Evolución de la Actividad Económica

Evolución del año 2019

En 2019, el nivel de actividad de la economía uruguaya registró un leve crecimiento real – cercano al estancamiento – de 0,2% respecto al año anterior cuando se verificó un crecimiento de 1,6%.

 

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Desde el lado de la oferta, se destacaron los desempeños positivos en los sectores Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones (con un incremento promedio anual de 3,5% como resultado del crecimiento en las telecomunicaciones) y Suministro de Electricidad, Gas y Agua, explicado por la mayor generación de energía eléctrica para exportación (aumento de 5,7% promedio anual). El resto de los sectores de actividad mostraron caídas. En particular, el conjunto de las Actividades Primarias cayó 3,8% explicado por la disminución en la faena en frigoríficos y de las exportaciones de ganado en pie y el sector Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles presentó un descenso de 2,1% producto de la menor actividad comercial, así como de una menor actividad turística. También se destaca la caída de sectores relevantes intensivos en mano de obra como la Construcción de 2% y de las Industrias Manufactureras de 1,1%.

En una perspectiva de mediano plazo se percibe una caída de los sectores productores de bienes, algunos relacionados con el sector externo y otros con la infraestructura, ligados a la inversión y, por lo tanto, con la tasa de crecimiento potencial. Así entre 2014 y 2019 las actividades primarias se contrajeron 3,5%, el comercio lo hizo 4,2% y la construcción 14,7%. En sentido contrario la industria se expandió 2,8%. El conjunto de estos cuatro grandes sectores cayó 3,3% en el período.

 

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En cuanto a los componentes de la demanda, el consumo final presentó un incremento de 0,5%, mientras que la inversión en activos fijos aumentó 1,4% respecto a 2018 explicado principalmente por un repunte de la inversión en el sector privado (que aumentó casi 2%, por mayor inversión en Maquinaria y equipo) vinculado, principalmente, a las obras relacionadas con la nueva planta de UPM. La inversión pública cayó en el mismo período 0,6%. También en una perspectiva de mediano plazo se observa que la Formación bruta de capital fijo cayó 26% entre 2014 y 2019. Finalmente, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron 1,2% en 2019 y las importaciones de bienes y servicios crecieron 0,2%.

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Primer trimestre de 2020

En el primer trimestre del año, el nivel de actividad económica de nuestro país se contrajo 1,6% en términos desestacionalizados (es decir, en comparación con el último trimestre de 2019), lo que implicó una recesión técnica durante ese período, dada la caída desestacionalizada verificada en el último trimestre del año pasado (0,7%). Vale señalar que, en los últimos años, la actividad económica de nuestro país estuvo en recesión técnica en dos ocasiones, durante el primer semestre de 2015 y entre el segundo trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019.

En términos interanuales, la economía uruguaya cayó 1,4% en enero-marzo de 2020. Cabe destacar que la caída del nivel de actividad registrada en el primer trimestre de este año recoge, marginalmente, los primeros impactos derivados de la emergencia sanitaria declarada el 13 de marzo, que implicó la restricción en la actividad de diversos sectores económicos. 

 

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En términos desestacionalizados, la mayoría de los sectores incidieron negativamente en la variación del PIB. En particular, tal cual se consigna en el cuadro que se presenta a continuación, el descenso en Otras Actividades fue el que incidió más negativamente, seguido del sector de Suministro de Electricidad, Gas y Agua, Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles y Construcción. En tanto, las Industrias Manufactureras y el sector Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones tuvieron una incidencia positiva en el análisis desestacionalizado.

 

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En la comparación interanual, todos los sectores incidieron negativamente en la variación del PIB en el primer trimestre, salvo Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones. La incidencia positiva de ese sector se debió al crecimiento registrado en la producción de servicios de datos que más que compensó las caídas observadas en el transporte, fundamentalmente el de pasajeros, y en almacenamiento.

La evolución de Otras Actividades fue la que incidió más negativamente en la variación interanual del PIB, seguida por las Actividades Primarias y el Suministro de Electricidad, Gas y Agua, el sector de Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles y el sector de Construcción.

 

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Las actividades primarias marcaron el tercer trimestre consecutivo de caídas interanuales. El descenso del primer trimestre de este año en particular (7,5%) se dio en el marco de una menor producción de soja en la zafra 2019/2020 y menor faena de ganado. Por su parte, la actividad de Suministro de Electricidad, Gas y Agua se contrajo fuertemente (18,3%) debido a la menor generación hidráulica de energía eléctrica en la comparación interanual. 

El sector de Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles se contrajo 2,9% interanual en enero-marzo de 2020, tanto por una menor actividad comercial como en restaurantes y hoteles, profundizada por las restricciones impuestas por la declaración de emergencia sanitaria a partir de mediados de marzo. En tanto la Construcción continuó mostrando caídas interanuales (como se viene observando desde 2015), en esta oportunidad a instancias de caídas en la construcción de edificios y en obras llevadas a cabo por el MTOP, UTE y ANTEL que no fueron contrarrestadas por las obras en el Ferrocarril Central y en la nueva planta de celulosa en el centro del país.

Desde la perspectiva del gasto, en el primer trimestre de 2020 el consumo final creció 1,5% con respecto al mismo período del año 2019 asociado principalmente al comportamiento positivo que registró el consumo final privado (1,7%). La inversión en capital fijo mostró un leve incremento de 0,2% por mayor inversión del sector privado (que aumentó 4,3% debido a las obras en la planta de celulosa en el centro del país) y que fue contrarrestada por la retracción que se observó en la inversión del sector público (18,5%), a pesar del avance en las obras del Ferrocarril Central. Debe destacarse que, en el período de referencia, la actividad se vio afectada por la licencia especial de la construcción que comenzó a fines de marzo producto de las medidas para la contención de la expansión del COVID-19.

 

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Las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron 5,8% con respecto al primer trimestre de 2019, que se explica tanto por menores exportaciones de bienes como de servicios. La baja registrada en las exportaciones de bienes se debió a menores ventas de lácteos y carne, que fue parcialmente compensado por un aumento de las ventas de arroz y de pulpa de celulosa. Por otra parte, la retracción en las exportaciones de servicios obedeció tanto a una caída del turismo receptivo (provocado por el menor ingreso de turistas en el mes de marzo) como a una retracción en las ventas de otros servicios.

Las importaciones de bienes y servicios presentaron una suba de 9,2%, en la comparación interanual, impulsadas tanto por mayores compras de bienes como de servicios. En relación con la compra de bienes, se registró un aumento en los bienes de capital (impulsado por las importaciones de equipos de transporte y de maquinaria vinculada a las telecomunicaciones y la actividad agrícola); en consumo final (principalmente por el rubro alimentos y bebidas) y en mayores compras de intermedios, asociadas a las compras de petróleo y de insumos para distintas actividades como la construcción y la salud humana y animal. Por otro lado, el incremento de las importaciones de servicios se explica por el aumento que se verificó en el gasto de los uruguayos en el exterior en los meses de enero y febrero, que más que contrarrestó la caída observada en marzo a raíz del comienzo de la pandemia de COVID-19.

La recesión que la economía uruguaya enfrenta desde el último trimestre de 2019 se profundiza entonces en el primer trimestre de 2020, con su correlato, verbigracia, en el mercado de trabajo, alcanzando la tasa de desempleo a febrero el 10,5%.