11.1 Lineamientos estratégicos
El objetivo central de la política de gestión de deuda es cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno en forma oportuna, minimizando el costo esperado en intereses. Al mismo tiempo, se procura mantener niveles prudentes de exposición a riesgos en monedas y plazos, que contribuyan a una trayectoria sostenible de la deuda. La estrategia considera las necesidades brutas de financiamiento, los niveles precautorios de liquidez del Gobierno, las alternativas y costos de acceso al crédito en los mercados de bonos domésticos e internacionales, así como a través de organismos multilaterales.
Además de nuevo financiamiento, una parte importante de la gestión de deuda es la administración proactiva de obligaciones financieras ya contraídas, a través de operaciones de manejo de pasivos y de gestión de riesgos financieros, que buscan optimizar la exposición por monedas, plazos y de tasas del portafolio de deuda soberana. Con ello se procura diversificar el riesgo cambiario, acotar el riesgo de refinanciamiento y reducir la carga esperada de intereses.
Asimismo, la estrategia de financiamiento del Gobierno busca promover el desarrollo de un mercado secundario de bonos líquido y profundo, particularmente en moneda local, con curvas de tasas de interés que sirvan de referencia para el acceso al financiamiento y ahorro de otros agentes económicos, tanto públicos y privados.
Por último, el Gobierno también busca alinear su estrategia de fondeo (tanto en el acceso a mercado de capitales como con préstamos con organismos multilaterales de crédito), con la consecución de los objetivos de sostenibilidad ambiental del país.