Arte Cartográfico

Paula Martínez

Ciudad de Maldonado

San Fernando de Maldonado

Hay registros de que al menos desde 1749 en la Bahía de Maldonado existía una guardia militar, y es que el rey español Felipe V había solicitado 25 años antes la construcción de una fortaleza y una villa que asegurara estos territorios para su corona frente al enemigo portugués que se mostraba siempre expansivo y desafiante. Pero el proyecto se había demorado, el propio Zavala había enviado en 1730 informes en los que se daba cuenta de las dificultades que supondría asentar una población en la bahía. Finalmente, entre 1755 y 1777 familias de colonos españoles y familias de indígenas de las Misiones se instalaron alrededor del puerto natural de Maldonado y dieron origen a lo que sería posteriormente San Fernando de Maldonado.

El cultivo de la tierra y la cría de ganado se transformaron en la actividad económico-productiva central. Tras la independencia del país y el desarrollo de la Guerra Grande Maldonado sufrió de años de parálisis y olvido, fue suspendida la administración de la ciudad. Su relación con el mar también se fue profundizando con el paso del tiempo, la planificación del casco nuevo siempre incluyó la conexión con el mar para un buen aprovechamiento de la bahía. Ese damero urbano era de apenas un quilómetro cuadrado, y fue de las últimas capitales departamentales en ser conectada a la red ferroviaria (1911).

En 1930 se declaró, ley mediante, a Punta del Este y zonas circundantes como de interés nacional para su desarrollo como territorio turístico. La planificación urbana, compuesta por sinuosos nuevos barrios, terminó por acoplarse a la ya existente ciudad de Maldonado. Dos ciudades que compartían mancha urbana, porque las fronteras en los mapas quedan bien definidas, pero a pie esos límites son mucho más imprecisos y además nuestro ordenamiento no define el fin de una ciudad y el comienzo de otra, por ello Maldonado y Ciudad Vieja son hoy la misma urbe. En 1959 se aprobó la normativa que permitía construir en altura y el paisaje comenzó a cambiar. Otro gran cambio fue la población, de ser una de las ciudades más despobladas del país a comienzos del siglo XX, pasó a ser la cuarta más poblada a comienzos del siglo XXI, con una expansión demográfica atípica en Uruguay, con aumento de la población constante.

En los últimos años, las artes visuales han recibido un fuerte impulso en todo el departamento, pero particularmente en Maldonado y sus zonas aledañas. La instalación del Museo Rally, el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry, las galerías de arte ubicadas en La Barra han aportado al reconocimiento regional como polo de desarrollo de las artes visuales. Otro ícono reconocible de la cultura fernandina es la Casa de la Cultura, que funciona desde 1984 en un caserón construido en 1870, ubicado en el centro, donde se realizan recitales, obras de teatro, talleres de formación artística, muestras, entre otras actividades. En el popular barrio Maldonado Nuevo, funciona desde 2019 el Centro Cultural Maldonado Nuevo, declarado Centro Cultural Nacional en 2022 por la Dirección Nacional de Cultura, funciona como un nuevo polo cultural en clave de justicia territorial, allí se brinda acceso a bienes y servicios culturales de calidad, se desarrollan actividades y perfeccionamiento de habilidades artístico-culturales.

 

Ciudad de Maldonado

Paula Martínez. La presencia del arte y la expresión ha sido una constante en su vida, a través de talleres y estudios formales. Actualmente, se refleja en sus estudios terciarios en arquitectura y como licenciada en artes visuales, además de su trabajo como ilustradora y diseñadora gráfica. Tiene un fuerte interés por las relaciones entre el arte, la ciudad, la educación y su impacto y relación con la sociedad en su conjunto.

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