5.1. Planificación
El objetivo de un plan de manejo es mejorar el bosque, en cuanto a su composición, es- tructura y función. Son fundamentales los datos recabados por los técnicos, en relación a los diferentes parámetros que debe de evaluar a nivel territorial sobre los bosques. Luego de registrar los bosques del predio, el propietario podrá presentar un plan de manejo. Dicho do- cumento es elaborado por un profesional inscripto en DGF y está conformado por una serie de consideraciones técnicas definidos en el instructivo actual vigente en la página web de DGF. El plan de manejo se elabora entre el técnico profesional inscripto, el propietario de la tierra, y en caso de que existiere el arrendatario del predio. Esta herramienta permite ajustar el estado actual del bosque, en función del objetivo del sistema de producción predial.
Al planificar el manejo se deben tener en cuenta los costos ambientales, además de los eco- nómicos y los sociales. Es necesario emplear técnicas de manejo que sean amigables con el medio ambiente, pero también se debe tener en cuenta que sean capaces de ser realizadas con la maquinaria y personal del predio, además de que sean económicamente factibles para el productor. Si no se hacen concordar estas condiciones se corre peligro de que el pro- ductor no las lleve a cabo.
El plan de manejo habilita al propietario a extraer guías de transito de los productos del bos- que (leña), siendo esto en determinadas ocasiones relevantes para lograr el financiamiento de las intervenciones por los“operadores del bosque”. Esto es muy importante para el propietario porque él debe de negociar con dichos operadores que cumplen con el objetivo de una mayor integridad ecológica del bosque al realizar el corte.
En la planificación se ve al bosque como parte del establecimiento, como interactúa con las otras producciones y como puede “afectarlas” en un futuro. Para esta el productor debe plan- tearse a donde quiere dirigir su producción, para evitar casos donde se pretende intervenir el bosque y que luego no puedan ser usados para aumentar la sustentabilidad del predio.
Una correcta planificación será la que en un futuro determine el éxito de la intervención en cuan- to a aprovechamiento predial, rentabilidad para el propietario y correcto uso de los recursos.
Se debe zonificar el predio, teniendo en cuenta las actividades que en él se realizan y la posible evolución de estas. Definir zonas de bosque que, por sus características, composición, estado, ubicación, no serán intervenidas (zonas intangibles). Y zonas que permitan su intervención para abastecimiento del predio de madera y/o leña, aquellas que son posibles de ser integra- das a actividades productivas.
En la cartografía se deberá especificar los cursos de agua permanentes y temporales en el pre- dio, los bosques asociados a estos y la zona de amortiguación que se esperar dejar.
Al momento de describir los bosques se deben diferenciar aquellos que son primarios y secun- darios, se deberá caracterizarlos cuantitativamente y cualitativamente, relevándolos de acuer- do a la metodología descripta en el punto anterior. Se priorizará el manejo en aquellas zonas con bosque secundario, prestando especial atención (incrementar la presión de muestreo), en aquellas zonas donde se pretende realizar intervenciones, y en los sitios definidos como “avances”, delimitando claramente aquellas zonas que no serán intervenidas y discriminando siempre por tipo de bosque.
Posiblemente esta etapa es la que lleve más tiempo de diseñar, planificar y ejecutar, debido a que se debe de alternar etapa de gabinete y de campo. Es fundamental considerar aspec- tos ambientales y socioeconómicos en el momento de la planificación, así como también se podría evaluar el escenario sin que se practique el manejo o evaluar escenarios alternativos, van a contribuir a la mejora en la toma de decisiones. Debe integrar todos estos factores de forma de realizar un aprovechamiento eficiente, económicamente rentable y ambiental- mente amigable.
Además de las características prediales en el plan se deberá tener en cuenta si el bosque se en- cuentra dentro de un área protegida, gestionada por SNAP o un área en vías de ingreso. Se debe tener en cuenta que las intendencias departamentales también pueden tener potestades en el ordenamiento territorial, por lo cual deberá asesorarse que en la zona no existan directrices departamentales vigentes que impidan las intervenciones, en caso de existir debe el técnico ac- tuante explicar claramente cómo se ajusta a dicha medida de ordenamiento territorial vigente.
El plan operativo se realizará estimando un tiempo de extracción, aprovechamiento y ejecu- ción por zonas; en éste se deberá describir las zonas a intervenir, el tipo de manejo utilizado, maquinaria, personal, productos químicos, caminos a trazar o las condiciones de los ya traza- dos para realizar una correcta saca de la madera sin que afecte el suelo.
El plazo de ejecución se deberá definir en un máximo de 8 años, transcurrido ese tiempo caducará la autorización del plan de manejo aprobado por resolución de la DGF.
En todos los casos los planes de manejo deben de planificarse en concordancia con el perso- nal que ejecutará las tareas en terreno, operadores del bosques, de forma de asegurarse que es posible llevarlo a cabo de una forma que sea segura y rentable, tareas que siempre deberán de ser supervisadas por el propietario o persona que asigne, en coordinación con la DGF. Cabe mencionar que siempre el responsable de las intervenciones efectuadas en terreno es respon- sabilidad del propietario de la tierra.
Para un plan de manejo son varios pasos que se deben considerar:
- Caracterización del bosque (ver registro y plan de manejo)
- Zonificación que incluye tipos de bosque y avances
- Ejecución de corta
- Acopio y saca de madera
- Transporte de madera
- Evaluación y monitoreo
- Los pasos se describen en los capítulos siguientes.