Manual de Manejo de Bosque Nativo en Uruguay

3.1. Bosques ribereños, de galería, o fluvial

Son llamados de esta forma porque se ubican en las márgenes de ríos y arroyos de todo el país. En estos bosques las especies más hidrófilas se encuentran próximas al curso de agua, formando franjas paralelas al curso de agua.

Por lo general en el país no existen bosques que superen los 200 metros de ancho de distancia con respecto al curso de agua, aunque existen excepciones, tal es el caso de los bosques que acompa- ñan al río Queguay, los cuales en la actualidad forman parte de un área protegida del SNAP.

Estos bosques cumplen una importante función en evitar la erosión de las costas de ríos y arro- yos cuando ocurren intensas precipitaciones, reducen las crecidas e inundaciones y también funcionan como filtros para la retención de sedimentos.

Evidentemente la composición florística en cuanto a los aspectos cuantitativos y cualitativos así como su forma, tamaño y estructura es variable, si se comparan los bosques fluviales del norte sobre basalto, con los fluviales del sur sobre cristalino, así como los fluviales de áreas de rocas sedimentarias como la cuenca del Río Tacuarembó, y cuenca media y superior del Río Negro.

Este tipo de bosque sufrió de intervenciones humanas de corte para leña causando diferentes grados de tala y alteración. Testigos son una alta cantidad de rebrotes por cepas y pocos árbo- les monopodiales.

En la región Sur del país, donde se concentra gran parte de la población y los sistemas de uso intensivo de la tierra, existe un mayor deterioro de los bosques de parque, costeros y fluviales, debido a la expansión agropecuaria entre 1930 y 1970.

En los últimos 30 años se presentó una recuperación, tanto en superficie, como en su confor- mación. Este ecosistema es objeto de una protección especial, no obstante existen problemas referentes a la invasión de especies exóticas.

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