10.3 Proyecciones Fiscales GC-BPS 2024-2028 – Escenario Base
En 2024 se espera un guarismo inflacionario notoriamente inferior al previsto en la RC22 un año atrás algo que, si bien es sumamente beneficioso para la sociedad, tiene sus bemoles en materia fiscal, al deprimir la recaudación tributaria en términos nominales.
Asimismo, 2024 es el último de este período de gobierno y, por ende, el de mayor rigidez del gasto en el período, en la medida en que ya se han definido no sólo las pasividades y remuneraciones, sino que se han completado, también, las últimas licitaciones de la administración que deben honrarse. Es con esta premisa, que el gasto estatal para 2024, presupone erogaciones nominales en línea con lo aprobado en la RC22, a diferencia de lo acontecido al cierre de 2023, cuando se contaba con mayor margen para gestionar la caída de ingresos ocurrida ese año.
Diversos análisis indican que el gasto público aumenta en los años electorales, últimos de cada gobierno. Varios de estos análisis están realizados en términos del PIB que, como hemos argumentado en secciones anteriores, no permite reflejar cabalmente las decisiones de política fiscal que se toman con base en las partidas nominales. Es en este contexto que, esta administración, refuerza su compromiso con el cuidado de los dineros públicos, previendo únicamente mayores erogaciones nominales– respecto a lo estimado en la RC22 – para atender las emergencias resultantes de las copiosas lluvias a inicios del corriente año a lo largo y ancho del país. Esas erogaciones estarían destinadas al Sistema Nacional de Emergencias (SINAE) y a las intendencias del interior del país, por un monto estimado de 900 millones de pesos corrientes, que no implicarían desvíos fiscales materiales.