4.4 Modelos Productivos Más Sostenibles
Producción agropecuaria más sostenible
Entre 2019 y 2023 se implementó el proyecto Ganadería y Clima, liderado por el MGAP y MA, con el apoyo de FAO. Este proyecto promovió la adopción de buenas prácticas ganaderas en 61 predios, abarcando 35.000 has. a través de asistencia técnica enfocada en mejorar diversos indicadores prediales.
Entre los resultados del Proyecto, que fueron presentados en junio de 2023, se destaca que el ingreso neto familiar en los predios se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto, la producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8% y en carne ovina un 17% promedio, comparado a la línea de base. A su vez, las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 7% por hectárea y un 18% por Kg de carne producida. A pesar del contexto de déficit hídrico, los predios participantes del proyecto aumentaron la biodiversidad de especies vegetales en un 7%.
En materia de producción lechera más sostenible, se destaca el Plan para el desarrollo sostenible del sector agropecuario en la Cuenca del río Santa Lucía que busca disminuir las cargas de vertidos de origen agropecuario a la Cuenca. En el marco de ese Plan, el MA firmó 2 convenios con el Instituto Nacional de la Leche (INALE), para el desarrollo conjunto de acciones orientadas a la promoción de la producción sostenible, y el desarrollo del sistema de certificaciones ambiental del sistema de gestión de efluentes de tambos. Durante el 2023 se diseñó e implementó esta certificación, siendo actualmente el INALE la entidad certificadora. Asimismo, el sistema de auditorías en tambos continuó consolidándose y se enmarca en la primera fase de un plan de control en el que se plantea que el propio sector productivo, a través de actores de la cadena láctea, implemente un sistema de autocontrol para los aproximadamente 3.200 tambos del país.
Economía Circular
Durante 2022 y 2023 se elaboró la Estrategia Nacional de Economía Circular[1] (ENEC), la cual fue presentada en 2024[2] Los trabajos han sido liderados por el MIEM, en articulación con MA, MEF y MGAP, con insumos de Gobiernos departamentales, actores del sector privado, académico, y organizaciones de la sociedad civil.
La Economía Circular presenta un modelo de transformación de cadenas productivas y de consumo, a partir del uso circular de recursos, la innovación tecnológica y la colaboración entre actores. A nivel global, tres tendencias están incentivando el tránsito hacia el modelo circular: la mayor escasez de recursos, los cambios en el comportamiento de los consumidores y mercados y la necesidad de anticipación a la reglamentación y obtención de una ventaja competitiva.
Para Uruguay, la Economía Circular se posiciona como marco para impulsar la transformación social, la conservación de los recursos naturales, la atracción de inversiones, la generación de empleos verdes y el cumplimiento de los objetivos de cambio climático. Particularmente, los objetivos específicos establecidos en la ENEC son: fortalecer la institucionalidad, las políticas públicas y el entorno para promover sistemas de producción y consumo circulares; impulsar iniciativas de I+D+i hacia modelos circulares como ecodiseño, extensión de vida útil, la recuperación de materiales, energía y agua; el uso de biomasa en cascada[3] y el uso compartido de recursos; fomentar modelos de negocio y ciudades circulares y promover una cultura para un consumo y producción circular.
El avance en la economía circular va de la mano con los avances que ha tenido Uruguay en materia de transición energética, la cual se basa en el avance de la energía renovable, la movilidad eléctrica, el hidrógeno verde, así como la promoción de la eficiencia energética. En lo que refiere a eficiencia energética, las metas para el cuarto año de gestión se centraron en continuar con el apoyo técnico y financiero a la implementación de proyectos con una perspectiva de descentralización territorial. Para ello se lanzaron diversas iniciativas dentro del Programa Localidades Eficientes que buscan apoyar a Municipios, Gobiernos Departamentales y/o Organizaciones civiles en la implementación de proyectos de eficiencia energética en sus localidades (122 proyectos, 89 proyectos ya finalizados en 95 localidades de todo el país).
En este mismo marco de circularizar la economía, el MIEM impulsó proyectos enfocados en la valorización de residuos: el proyecto de análisis de los residuos de envases generados en el sector de la industria alimentaria; el proyecto de fortalecimiento de la Red de Economía Verde en los territorios subnacionales; el proyecto de recolección de aceites usados impulsado por ALUR, el proyecto de confección de una guía de producción sustentable de vino con INAVI y los avances en materia de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (en el marco del trabajo de MA).
Otras acciones llevadas a cabo en 2023, y que contribuyen a la economía circular, son la implementación de la Estrategia Nacional de prevención de pérdidas y desperdicios de alimentos y el trabajo en el Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Bioeconomía Sostenible.
[1]https://www.gub.uy/ministerio-industria-energia-mineria/politicas-y-gestion/estrategia-nacional-economia-circular-uruguay
[2] Para la elaboración de la Estrategia se contó con el apoyo de CEPAL y PAGE-ONUDI. En el proceso se mantuvo intercambio con actores de sectores productivos, con académicos, con sociedad civil y con sector financiero.
[3] Uso en cascada refiere a que los materiales utilizados en un producto llegan al final de su vida útil en dicho producto y luego se utilizan como materia prima para crear nuevos productos o materiales.