Ministerio del Interior

Convertirse en bombero no es solo asumir una profesión: es abrazar un compromiso profundo con la vida, el servicio público y la protección de la comunidad. En nuestra institución, el proceso de formación de quienes aspiran a integrar las filas de la Dirección Nacional de Bomberos implica una preparación intensiva que se extiende durante seis meses. Cada etapa representa un verdadero desafío físico, mental y emocional.

La formación comienza con dos meses en la Escuela Policial de Escala Básica, donde se fortalece la disciplina, el trabajo en equipo y la capacidad táctica operativa. Esta primera instancia sienta las bases del temple y la actitud con la que deben conducirse quienes eligen este camino.

Luego, los aspirantes ingresan a nuestra Dirección para cursar materias propias de la especialidad bomberil: combate de incendios, rescate, primeros auxilios, manejo de materiales peligrosos, simulacros de emergencias, entre otras disciplinas fundamentales para el ejercicio de la función.

No se trata solo de adquirir conocimientos técnicos, sino de forjar una identidad profesional basada en la responsabilidad, la empatía y la preparación constante. Es una etapa exigente, diseñada para formar servidores públicos capaces de intervenir con firmeza y humanidad ante las situaciones más críticas.

Cada egresado no solo demuestra haber superado una exigente formación, sino que la vocación, el compromiso y el coraje necesarios para proteger lo más valioso: la vida.

Así se forjan nuestros bomberos: con esfuerzo, entrega y una profunda convicción de servicio.