Entrenamiento conjunto fortalece la operativa policial en escenarios críticos

Como parte de su compromiso permanente con la preparación y la eficacia para preservar el orden público y garantizar la seguridad ciudadana, la Guardia Republicana llevó adelante una jornada de entrenamiento táctico integral, con la participación de efectivos de las Unidades de Infantería y de Caballería.
La actividad, realizada en el ámbito de la Dirección I - Zona Metropolitana, buscó recrear escenarios reales de intervención para preparar al personal frente a situaciones críticas que pueden surgir durante operativos de control, manifestaciones o eventos masivos.
Según explicó el Cabo Anderson Romero, integrante de los equipos motorizados de la Unidad de Infantería - Metropolitana, el objetivo fue realizar una simulación, lo más real posible, para que el personal esté adecuado a las distintas situaciones que se pueden llegar a dar en la operativa sin ser sorprendidos.
Durante el ejercicio se simuló una situación de desorden donde se articuló la acción de un grupo de intervención formado por personal que diariamente está avocado al patrullaje, la cobertura de caballería desde la retaguardia y la protección de flancos a cargo de equipos en moto.
Esta coordinación interdependiente permitió afianzar la sincronización operativa entre las diferentes especialidades.
El Guardia Víctor González, de la Unidad de Caballería - Coraceros, destacó la particularidad de su rol: “Nosotros, como jinetes, realizamos distintas tareas. El caballo en el control de masas cumple una función clave. Se dice que un equino equivale a diez personas por su capacidad disuasiva”.
También subrayó el valor del binomio entre jinete y equino, que actúa como una unidad táctica compacta y efectiva en este tipo de contextos.
Por su parte, personal del área de patrullaje de Infantería remarcó la importancia de estos entrenamientos continuos, especialmente en zonas consideradas de alta complejidad. “En varias oportunidades se generan desórdenes públicos. Por eso es esencial que los operadores estén preparados no solo en el uso del armamento, sino también en el autocontrol y el manejo racional de la fuerza”, explicó el Cabo Cristian Barboza, señalando que estos factores son fundamentales para actuar de forma profesional y efectiva.
A lo largo de la jornada, los participantes practicaron maniobras tácticas, desplazamientos coordinados y ejercicios de contención, dispersión y control de turbas. Las unidades trabajaron de forma conjunta para fortalecer la cohesión y la respuesta operativa, consolidando una capacidad de intervención ágil, segura y eficaz.