Nueva tecnología para controlar el uso ilegal de celulares en cárceles
En una conferencia de prensa encabezada por el director de Tecnologías de la Información y la Comunicación del Ministerio del Interior, Crio. Gral. Fabricio Fagúndez, se detalló el funcionamiento de esta nueva tecnología. Según Fagúndez, "esta herramienta está alineada con la estrategia del Ministerio del Interior de incorporar tecnología avanzada en el combate al delito, en este caso, para el control de los teléfonos usados de forma ilegal dentro de los centros de reclusión".
A diferencia de los inhibidores tradicionales, que bloqueaban indiscriminadamente la señal en grandes áreas, esta tecnología permite un monitoreo y bloqueo selectivo de los dispositivos que se encuentran en uso dentro de un centro penitenciario. El sistema realiza un escaneo inicial del área, detecta los teléfonos activos y, tras identificarlos, permite su bloqueo solo si son considerados ilegales. Esta capacidad es clave para evitar los efectos negativos que tenían los inhibidores anteriores, que dejaban incomunicados a vecinos, trabajadores y visitantes de los centros de reclusión.
Fagúndez destacó que este avance es fundamental para combatir el uso ilegal de teléfonos dentro de las cárceles, una práctica común entre los internos que utilizan los dispositivos para coordinar actividades delictivas desde el interior de los centros de reclusión. "Esta tecnología de vanguardia nos va a permitir identificar y bloquear con mucha más eficiencia los teléfonos que se usan para actividades ilegales, mejorando la seguridad en nuestros establecimientos penitenciarios", afirmó el director.
La tecnología también incorpora inteligencia artificial, lo que optimiza el proceso de identificación de los dispositivos mediante el análisis de su comportamiento, como las llamadas realizadas y los patrones de uso. Esto no solo permite detectar los teléfonos ilegales, sino también asegurar que los dispositivos legítimos no sean bloqueados innecesariamente.
El sistema comenzará a implementarse de manera progresiva en los principales centros de reclusión del país, iniciando con un proyecto piloto, con el objetivo de extender su uso a todas las cárceles del país. Esta iniciativa marca un antes y un después en la seguridad y control dentro de los establecimientos penitenciarios, transformando la forma en que se gestionan los dispositivos móviles en el ámbito carcelario.