Operativo antidrogas permite desbaratar tres clanes familiares en Villa Española

La investigación inició hace seis meses a cargo de la Brigada Departamental Antidrogas bajo la órbita de la Fiscalía de Estupefacientes 2° Turno. La operación “Da Vinci” tenía como objetivo un clan familiar con base en el barrio Villa Española que se dedicaba a la distribución y comercialización de sustancias estupefacientes y tráfico de armas y, además, estaban vinculados a hechos de sangre que sucedieron en la zona.
Luego de recabar la información necesaria para incriminar a los responsables se tramitaron las órdenes de allanamiento de 16 viviendas, los que culminaron con la incautación de 100 envoltorios con pasta base, 90 envoltorios con cocaína, un envoltorio y una bolsa con marihuana, veintiún celulares, cerca de 460.000 pesos y seis vehículos. En los allanamientos también fueron decomisados 418 pares de zapatos de contrabando.
En los procedimientos fueron detenidas 15 personas, las que conducidas ante la Jueza Letrada de 1° Instancia en los Penal de Crimen Organizado de 1° Turno, cuatro recuperaron la libertad y se responsabilizó al menor de 16 años como autor responsable de una infracción gravísima como un delito de tráfico o comercialización de sustancias estupefacientes y en su mérito se le impuso la medida socioeducativa de internación en centro del INISA por un plazo de 12 meses.
Además se dispuso la medida cautelar de internación en un centro de INISA por un plazo de 150 días hasta dictamen de la sentencia definitiva para otro menor de 16 años, considerando la calificación provisional de una infección gravísima como un delito de tráfico o comercialización de sustancias estupefacientes.
Asimismo se dio por admitida la solicitud fiscal en contra de 8 de los detenidos, siete como presuntos autores de un delito continuado de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas y uno por un delito continuado de transporte de sustancias estupefacientes prohibida.
Todos deberán cumplir como medida cautelar la prisión preventiva por 180 días.
A la vez se condenó a un hombre de 22 años como autor penalmente responsable de un delito de receptación especialmente agravado por hacer de esta actividad su vida usual, a la pena de 10 meses de prisión que cumplirá en régimen de libertad a prueba.