Contexto nacional
Desde la creación de la Dirección de Seguridad de la Información dentro de la Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic) y del Centro Nacional de Respuestas a Incidentes de Seguridad Informática (CERTuy), el país ha avanzado en la construcción de un ecosistema que privilegia la seguridad de la información en los entornos digitales y se enfoca, entre otros aspectos, en la concientización de la población, lo que se logró a través de distintas campañas dentro de la iniciativa Seguro Te Conectás.
Es así, como desde el año 2009 a la fecha, se sancionaron normas legales y reglamentarias que contribuyeron a generar un entorno más seguro, definiendo las competencias de Agesic y de otras entidades a cargo de llevar adelante las políticas de seguridad en el Estado, y promoviendo la colaboración con entidades privadas en sectores que por su criticidad ameritan un tratamiento especial.
Un hito de especial relevancia lo constituyó la creación del Marco de Ciberseguridad de Uruguay, que tuvo y tiene como principal objetivo el dar lineamientos y buenas prácticas para un abordaje integral de la ciberseguridad.
Por otra parte, las sucesivas Agendas Digitales (actualmente se encuentra vigente la Agenda Uruguay Digital 2025) se constituyen en promotoras de la ciberseguridad a nivel del Estado. Además, y en línea con la profundización del trabajo en ciberseguridad que tiene el país, en 2019 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó para el país el primer programa sobre ciberseguridad en América Latina: “Fortalecimiento de la Ciberseguridad en Uruguay”.
El ámbito de la ciberseguridad tuvo un nuevo impulso en el año 2023 con la sanción de la Ley N° 20.212, que establece una nueva institucionalidad, genera nuevas competencias, y define legalmente la necesidad de construir este ecosistema a través de una Estrategia Nacional que cuente con la participación de diversos actores y visiones en la materia.
En lo que respecta al posicionamiento del país en relación con otros, actualmente, y de acuerdo con el Índice Global de Ciberseguridad de 2024, Uruguay se destaca entre los países que han priorizado la ciberseguridad como un componente esencial para la infraestructura digital del país, así como la protección de personas y organizaciones. En este índice, Uruguay se ubica en el nivel avanzando, con aspectos destacables en la implementación de medidas organizacionales, técnicas y de cooperación internacional, así como avances en el fortalecimiento del marco legal y el desarrollo de capacidades.
De acuerdo con el reporte sobre Ciberseguridad de 2020 realizado por el BID y la OEA, Uruguay progresó en todas las dimensiones desde el 2016, cuando se realizó el primer reporte de Ciberseguridad, y se encuentra liderando en cuatro de las cinco dimensiones a nivel de América Latina y el Caribe: Política y estrategia de ciberseguridad; Cultura cibernética y sociedad; Educación, capacitación y habilidades en ciberseguridad; y Estándares, organizaciones y tecnologías. Asimismo, el país alcanza la máxima puntuación en temas referidos a la organización y coordinación de respuesta a incidentes; el desarrollo de la temática en el Estado y la confianza de las personas en el uso de servicios en línea, entre otros.
Uruguay realizó avances significativos en materia de ciberseguridad, posicionándose como un referente en la región. Sin embargo, la creciente sofisticación de las ciberamenazas, la escasez de profesionales especializados y una institucionalidad acorde para abordar la problemática actual, representan desafíos importantes. Los ciberataques pueden tener un impacto devastador en la economía nacional, afectando sectores críticos como el financiero, el sistema de salud o el energético; en el año 2023, el CERTuy atendió 4.968 incidentes, de los cuales el 1% fueron de severidad alta o muy alta. Además, la recurrencia de ciberataques, incluso aquellos de menor impacto individual, tiene un efecto acumulativo que erosiona la confianza y debilita la capacidad de recuperación ante incidentes mayores.