Jefatura de Montevideo

Un hombre que vendía drogas en su domicilio de Parque Rodó fue detenido en un operativo antidrogas

El indagado tenía requisitorias pendientes por lesiones personales y estupefacientes, y por estos delitos alerta roja emitida por Interpol por encontrarse involucrado en diversos hechos violentos ocurridos en el marco de espectáculos.
objetos incautados en los allanamientos

Dando continuidad a la operación “Nostradamus”, que investigó a un grupo de personas que recibían encomiendas con droga desde México y luego la distribuían y comercializaban a través de redes sociales, la Brigada Departamental Antidrogas de Montevideo bajo la Fiscalía de Estupefacientes 2° Turno, inició una nueva investigación denominada “Khan”.

En esta oportunidad el objetivo eran un grupo de personas que integraban una comunidad en la red de mensajería “Telegram”, donde desarrollaban actividades de distribución y negociación de sustancias estupefacientes prohibidas.

Del análisis de las informaciones recabadas se identificó a un hombre de 22 años, carente de antecedentes penales, pero con requisitorias pendientes por lesiones personales y estupefacientes, y con alerta roja emitida por Interpol por encontrarse involucrado en diversos hechos violentos ocurridos en el marco de espectáculos.

El indagado fue detenido en la puerta de su domicilio de la calle Bulevar España y Juan Paullier en la zona del Parque Rodó.

Con la orden de allanamiento se inspeccionó el apartamento donde se incautó, 99 envoltorios con cocaína, un envoltorio con tussi, tres envoltorios de marihuana, dos celulares, 20.750 pesos, una balanza de precisión y utensilios con restos de sustancias.  

Culminada la audiencia judicial, el indagado fue condenado como autor penalmente responsable de dos delitos continuados de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas a título oneroso, un delito de previsto en el artículo 12 de la Ley 4.056 y un delito de asociación para delinquir en concurrencia fuera de la reiteración real con un delito de lesiones graves y un delito de lesiones personales, todos en reiteración real, a la pena de cuatro años y cuatro meses de penitenciaría.

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