Diagnóstico de los homicidios en Uruguay (2012-2022)

Informes

Autoría: Emiliano Rojido, Ignacio Cano, Doriam Borges

El objetivo es contribuir con evidencias empíricas a la comprensión de los homicidios en el país para preparar el terreno a posibles intervenciones de política publica. Para ello, se analiza la distribución de los homicidios en el espacio, sus tendencias en el tiempo, y las características más salientes de los hechos, las víctimas y los victimarios.

 

La producción de datos de homicidio en el Ministerio del Interior de Uruguay

En Uruguay, los registros policiales de homicidio se realizan en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) del Ministerio del Interior. El SGSP es una herramienta informática que centraliza, desde 2012 y para todo el territorio nacional, datos sobre los eventos de seguridad pública de acuerdo con la legislación vigente, incluyendo delitos, faltas y leyes especiales; así como siniestros y otros hechos policiales. En el SGSP se ingresan las actuaciones relacionadas con un evento, como las denuncias, las investigaciones, los testimonios de testigos y las pericias de la policía científica.

Cuando ocurre un delito u otro hecho policial, la unidad que toma conocimiento del evento lo registra en el SGSP mediante dispositivos móviles de los patrulleros, por teléfono o en computadoras de las seccionales de policía. En la actualidad, las 280 comisarías del país están conectadas al sistema y alrededor de 2.650 dependencias públicas (incluyendo oficinas de la Presidencia de la República, la Fiscalía General de la Nación, el Poder Judicial y diversos ministerios) tienen acceso a él. (UNODC, 2020).

En el SGSP, los eventos se ingresan con un título administrativo mediante el que la policía define preliminarmente su naturaleza tomando como referencia el código penal. Los homicidios se cargan al sistema con el título "homicidio", que puede englobar no solo a las muertes dolosas sino a algunas culposas, a pesar de que también existe el título “homicidio culposo”. 

Cuando la muerte intencional de una persona ocurre como reacción aparentemente legítima ante otro delito, como una rapiña, se registra el título del delito original que en este caso sería "rapiña". Un procedimiento similar se aplica cuando un policía abate a una persona en el desempeño de sus funciones, ya que se asume inicialmente la presunción de inocencia. A medida que avanza la investigación criminal y el proceso judicial se determina si la muerte fue legítima o no. De constatarse que fue ilegítima, el evento pasa a clasificarse como un “homicidio”.

También puede suceder que un evento titulado “homicidio” sea corregido y pase a considerarse por ejemplo como “suicidio” a partir de los resultados de la investigación criminal. A su vez, los hechos mismos pueden modificarse con el tiempo. En este sentido, una "lesión grave" que resulta en la muerte de la víctima semanas después de la agresión se reclasifica como "homicidio" al momento del fallecimiento. Lamentablemente, no existe actualmente una consulta para controlar los cambios de título en el SGSP, lo que sería beneficioso para conocer los vasos comunicantes entre las distintas categorías.

Perfil de los homicidios

La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes se encuentra entre los indicadores más utilizados en los estudios de violencia y criminalidad, ya que posee un grado razonable de validez y confiabilidad. Al observar la evolución de la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes para el Uruguay (Gráfico 5) a partir de las víctimas registradas por el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad, se observa cierta estabilidad entre 2012 y 2017 y un aumento significativo en 2018.

El año de 2019 hubo una caída en el indicador, que puede haber estado influenciada en alguna
medida por una regresión a la media después de un año excepcionalmente alto. La reducción
continuó hasta 2021, lo cual pudo haber sido afectado también por la epidemia del Covid-19, pero aún así mantiene valores por encima de los encontrados hasta 2017. En 2022 la tasa de homicidios vuelve a subir, alcanzando 10,7 víctimas por cada 100.000 habitantes, cifra que está por encima de la media del período (9,1). En una comparación entre 2012 y 2022, es posible verificar un aumento del 37,9% en la tasa de homicidios. Es importante resaltar que 2018 fue el punto más alto de la serie: 12,0 por cada 100.000 habitantes.

Homicidios por tipo de motivo

La preocupación por la clasificación de los homicidios según su motivo atañe, entre otras cosas, al
tipo de respuesta estatal que se desencadenará frente a ese fenómeno.

El Observatorio Nacional de la Violencia y la Criminalidad de Uruguay creó categorías de móviles o
circunstancias del hecho homicida. Los móviles de los homicidios definidos por el Observatorio son
los siguientes:

• NARCOTRAFICO: muertes resultantes de conflictos relacionados con el narcotráfico. Por ejemplo, la persona no pagó la droga o la muerte sucedió por un conflicto entre traficantes;
• VENGANZAS Y REPRESALIAS: el autor comete el hecho como retaliación o en consecuencia de una ofensa que sucedió en el pasado;
• VIOLACIÓN: homicidio precedido por una agresión sexual;
• ABUSO DE FUNCIONES/PODER: cuando la muerte es consecuencia de un exceso de fuerza por parte de funcionarios públicos, generalmente policías.
• CELOS Y APROPIACIÓN SEXUAL: muertes vinculadas a casos en los que existe violencia de género y vínculo sentimental entre víctima y agresor. Los femicidios entran en este motivo.
• DEFENSA DE TERCEROS SIGNIFICATIVOS: el homicidio ocurre cuando un tercero defiende a una persona con quien tiene un vínculo estrecho;
• DELINCUENTE ABATIDO POR PARTICULAR: un civil da muerte a un delincuente sin premeditación y en el momento de la acción criminal de este último. Si lo hace en otro momento, entra en el móvil de “venganzas y represalias”;
• DISCUSIONES POR DINERO/BIENES: muerte derivada de discusiones sobre dinero o propriedades. Si la discusión se hace dentro de la pareja, entonces el homicidio se clasifica con el móvil Celos y Apropiación Sexual;
• MALTRATO INFANTIL: homicidios en los que la víctima es menor de 14 años y es maltratada.
El aborto ilegal está dentro de este motivo;
• PROSTITUCIÓN: el homicidio tiene relación con el ámbito de la prostitución, aunque la víctima
no es necesariamente una prostituta;
• RAPIÑA / HURTO / COPAMIENTO: delito contra la propiedad seguido de muerte;
• RIVALIDAD SENTIMENTAL: la víctima es un rival sentimental del agresor;
• OTRAS DISPUTAS Y DISCUSIONES: este móvil se refiere a discusiones espontáneas entre personas, como por ejemplo, entre vecinos o en un bar;
• OTRAS RAZONES: las circunstancias son claras pero no encajan en otras categorías;
• SIN DATO / MOTIVO NO ACLARADO: cuando no existe información suficiente para definir el
móvil.

Para entender mejor el fenómeno de los homicidios en Uruguay, analizamos estas categorías de motivo en el período comprendido entre 2012 y 2022. Como podemos ver en el Gráfico 10, la categoría con mayor frecuencia (34,1%) es la que no cuenta con información sobre el motivo. Entre los motivos conocidos, los cinco principales fueron: otras disputas y discusiones (15,2%), venganza y represalias (13,6%), rapiña/hurto/copamiento (12,2%), celos y apropiación sexual (8,3%) y tráfico de estupefacientes (6,5%). Estos cinco tipos representan casi 56% de los hechos de homicidio, aunque su incidencia probablemente es mayor debido a la alta proporción de casos sin motivo aclarado.

Al analizar la evolución temporal de los motivos de homicidio más frecuentes, es posible observar que entre 2012 y 2016 hubo una tendencia a la baja en la cantidad de víctimas de homicidio sin dato/motivo no aclarado. Podemos ver un alto pico de estos casos en 2018, una reducción en 2019 y luego una tendencia creciente hasta 2022, año con el mayor porcentaje de homicidios sin motivos aclarados.

Cabe mencionar que a medida que pasa el tiempo aumentan las posibilidades de esclarecer el móvil del homicidio y se corrigen los datos, lo que puede ayudar a explicar por qué 2022 tiene el mayor porcentaje de casos sin motivo definido. El móvil de crimen contra la propiedad (rapiña, etc.) es uno de los que concentra un mayor número de víctimas. Hasta 2016 la tendencia de este tipo de motivo fue de crecimiento, y después hubo una reducción del número de esas víctimas de homicidios. Los homicidios por venganzas yrepresalias mantuvieron un comportamiento estable entre 2012 y 2018. En 2019 hubo un aumento significativo que se mantuvo hasta 2021. En 2022 el porcentaje de homicidios por venganza volvió al nivel de antes de 2019. Un resultado que se destaca es que, después de un período de poca variabilidad, los homicidios por tráfico de estupefacientes crecieron en el último año de la serie, pasando de un promedio anual de 5% a más de 10% de las víctimas. Este dato es relevante y requiere ser estudiado con mayor profundidad, considerando la posibilidad de un cambio en el comportamiento de los homicidios22. Curiosamente, los homicidios cuyos motivos son las venganzas y represalias redujeron su porcentaje al mismo tiempo que comenzaron a aumentar derivados del tráfico de estupefacientes (en 2022), lo cual podría significar
que ambas categorías están relacionadas de alguna forma. Los homicidios por otras disputas y discusiones tuvieron una participación en el total de casos que osciló entre el 13% y el 18% a lo largo de la serie analizada, mostrando una leve reducción en 2022.

Para acceder al informe completo acceda desde el documento descargable.

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