Exposición de Motivos - RC 2024

3.3 MERCADO DE TRABAJO

3.3.1 Empleo, actividad y desempleo

En 2024, la tasa de empleo se ubicó en 59%, la tasa de actividad en 64,3% y la tasa de desempleo en 8,2%. En comparación con 2023, tanto la tasa de empleo como la tasa de actividad aumentaron 0,9 p.p., mientras que la tasa de desempleo se redujo levemente, en 0,1 p.p.

Estas tasas presentan diferencias significativas según el sexo. Las tasas de empleo y de actividad son más altas en los hombres, mientras que la tasa de desempleo es menor. En 2024, la tasa de empleo fue de 67,8% para los hombres y 50,9% para las mujeres, lo que implica una brecha de 17 p.p. En cuanto a la tasa de actividad, fue de 73,0% en los hombres y 60,9% en las mujeres, marcando una diferencia de 12 p.p. La tasa de desempleo, en cambio, fue 2 p.p. mayor en las mujeres (9,4%) que en los hombres (7,2%).

Para analizar la evolución de las principales variables del mercado de trabajo en una perspectiva de mediano y largo plazo, es necesario considerar que en 2021 el INE implementó cambios metodológicos en la Encuesta Continua de Hogares (ECH), principal fuente de información sobre el mercado laboral. Desde junio de 2021 la ECH se implementa con un diseño de panel rotativo de seis meses, con el objetivo de aumentar la eficiencia y precisión de las estimaciones. La ECH incluye dos momentos de recolección de datos y emplea dos formularios distintos:

1)  Encuesta de implantación: el encuestador concurre presencialmente a un hogar de la muestra y realiza el cuestionario de implantación, similar al utilizado históricamente por la ECH. Esta encuesta permite conformar una base de datos de corte transversal con información detallada de aproximadamente 24.000 hogares, en la que se realizan alrededor de 2.000 encuestas presenciales mensuales.

2)  Encuesta de seguimiento: durante los cinco meses siguientes se encuesta al mismo hogar por vía telefónica, con un formulario reducido, para actualizar únicamente la información referida al mercado de trabajo. Los datos obtenidos conforman bases mensuales con un alcance de alrededor de 10.000 hogares.

Las principales estadísticas del mercado de trabajo reportadas por el INE a partir de julio del año 2021 provienen de las bases de datos mensuales dedicadas al mercado de trabajo de la encuesta de seguimiento. Estas estimaciones difieren de las que surgen a partir de la encuesta de implantación, que mantiene características metodológicas más similares a la ECH aplicada hasta entonces.

Estudios del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República han advertido sobre las importantes discrepancias que surgen entre los datos de ambas encuestas, y han instado a analizar en mayor profundidad las causas de estas diferencias, como por ejemplo el desgranamiento del panel por ejemplo por: negativa a continuar participando, inaccesibilidad del hogar, entre otras. En consecuencia, se recomienda tomar precauciones al comparar indicadores previos y posteriores a los cambios metodológicos.[1] En línea con esta advertencia, el INE planteó en un comunicado que “la comparación intertemporal, tanto con la ECH 2019 como con la ECH de emergencia COVID (marzo 2020-junio 2021) debe hacerse con precaución dado los cambios metodológicos que ocurrieron”.[2]

A partir de 2021, y en función de los cambios metodológicos previamente descritos, las series del mercado de trabajo presentadas en este informe incorporan estimaciones provenientes tanto de la encuesta de implantación como de la encuesta de seguimiento de la ECH. 


Las conclusiones sobre la evolución del mercado de trabajo en relación con el período pre pandemia varían según la serie de datos utilizada. Si se consideran los datos de la encuesta de seguimiento —base utilizada por el INE para el cálculo de las tasas laborales—, la tasa de empleo de 2024 resulta 2,4 p.p. superior a la de 2019. En cambio, si se toman los datos de la encuesta de implantación, la tasa de empleo de 2024 es 0,1 p.p. inferior a la de 2019.

[1] Ignacio Cabrera y Paula Carrasco (2024), ¿Cómo ha sido el desempeño del mercado de trabajo en los últimos años?, Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Udelar

[2] INE (14/11/2024), Comunicado Encuesta Continua de Hogares: https://www.gub.uy/instituto-nacional-estadistica/comunicacion/noticias/comunicado-encuesta-continua-hogares 

 

3.3.2. Informalidad y subempleo

La tasa de informalidad, medida como el porcentaje de personas ocupadas no registradas en la seguridad social, se ubicó en 21,7% en 2024, levemente por encima del 21,3% registrado en 2023.

Desde una perspectiva de mediano plazo, se observa un descenso en los niveles de informalidad posterior a la pandemia. No obstante, al igual que en otros indicadores del mercado laboral, es necesario considerar las implicancias metodológicas derivadas del cambio en la ECH implementado en 2021 comentado anteriormente. En este sentido, la informalidad publicada por el INE con base en las encuestas de seguimiento es inferior a la que surge de las encuestas de implantación, aunque en ambos casos se encuentran un escalón por debajo de los valores registrados en la etapa previa a la pandemia.

 


El empleo formal ha mostrado una tendencia creciente, aunque persisten discrepancias según la fuente considerada dentro del INE (encuesta de implantación o de seguimiento). Por su parte, la evolución de las personas cotizantes que publica el BPS —basada en registros administrativos y no en encuestas— también refleja un crecimiento sostenido, ubicándose en un nivel intermedio entre las estimaciones derivadas de la encuesta de seguimiento y las de la encuesta de implantación.

 


En Uruguay el subempleo refiere a las personas ocupadas que habitualmente trabajan menos de 40 horas semanales, desean trabajar más horas y están disponibles para hacerlo, pero no logran conseguir empleo adicional. En 2024 la tasa de subempleo se ubicó en 9,1%, con una incidencia mayor entre las mujeres (12,0%) que entre los hombres (6,8%).

3.3.3 Salarios

El Índice de Salario Real registró un incremento de 0,9% en términos reales durante 2024, con aumentos de 0,8% en el sector privado y 1,0% en el sector público.

Desde una perspectiva de largo plazo, entre 2005 y 2025 el salario real mostró una trayectoria de crecimiento sostenido, con un aumento acumulado del 62%. No obstante, este período de 20 años presenta etapas diferenciadas. En la primera década se observan aumentos acumulados más significativos: 27% entre 2005 y 2009, y 19% entre 2010 y 2014. En cambio, en la década siguiente el crecimiento fue considerablemente más moderado: 7,7% entre 2015 y 2019, y 2,4% entre 2020 y 2024.


 

En el último quinquenio, la evolución de los salarios reales adoptó una trayectoria en forma de “U”, con una caída durante 2020 y 2021 seguida de una recuperación en los años posteriores, culminando en 2024 un 2,4% por encima de los valores promedio de 2019.

El SMN en enero de 2025 ascendió a $23.604, lo que representa un incremento real de 0,9% respecto al salario mínimo fijado en enero de 2024, acumulando un crecimiento de 3% en el período 2020-2025.

Desde una perspectiva de largo plazo, entre 2004 y 2025 el SMN experimentó un crecimiento significativo, pasando de $5.964 a $23.604 en valores constantes de 2025. En términos reales, el salario mínimo se cuadruplicó en las últimas dos décadas.

No obstante, esta evolución también presenta etapas muy diferenciadas: en la primera década el crecimiento fue más acelerado, con aumentos de 50% y 40% en los períodos 2005-2010 y 2010-2015, respectivamente. Entre 2015 y 2020, el incremento fue más moderado (10%), mientras que en el período 2020-2025 el aumento fue de apenas 3%, pasando de $22.896 en enero de 2020 a $23.604 en enero de 2025 (valores constantes de enero de 2025). 


En el último lustro el SMN creció al mismo ritmo que el promedio de los salarios, a diferencia de los quinquenios anteriores, en los que siempre superó la variación promedio de los salarios. Por tanto, durante este período el SMN fue neutro en la política salarial y no generó impactos redistributivos significativos.

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