Lecturas compartidas
Club de Ciencia | ¡Hay que insistir! |
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| Integrantes | Belén Mendieta, Kevin Osores, Irina Ojeda, Sofía de los Santos, Luana Aberasteguy, Ximena Gómez, Mía Pereyra, Mía Sanguineti, Lautaro Andrada, Alexandro Pereyra, Danna Pérez, Nahiara Rodríguez, Ariel Sosa, Thiago Blanché, Lucas Borges, Miqueas Melo, Lucía Rodríguez, Soe Cordara, Saiara Olivera, Axel Pérez, Noah Vasella y Ángel Urgoite |
| Orientadora | Sibila Franco |
| Institución | Escuela N.º 53 Italia, Fray Bentos, Río Negro |
En el mes de mayo, a partir de la celebración del Día del Libro, se pregunta a los niños si la lectura es una actividad frecuente en casa y qué actividades realizan fuera del horario escolar. Las respuestas fueron escasas y limitadas a juegos virtuales; en algunos casos se hizo referencia a deportes o salidas familiares, pero la lectura no aparecía como opción. Por ello, se envía a las familias una encuesta para conocer sobre esas actividades.
Los resultados corroboraron los dichos de los niños y nos encontramos con el problema de que la lectura no era una actividad elegida ni disfrutada en familia. Entonces, como grupo nos propusimos cambiar esa realidad mediante una serie de acciones. A partir del ciclo de trabajo colaborativo ABP, comenzamos a organizarnos y decidimos volcar lo investigado a la comunidad educativa y a las familias.
En el proceso se nos plantean nuevas preguntas a partir de la información extraída de bibliografía, webgrafías, encuestas a niños y adultos, así como de las entrevistas y talleres realizados por personas idóneas. El objetivo de este trabajo es favorecer el valor de la lectura por placer en los hogares, la que logra fomentar la motivación y permite comprender su valor potencial para que se transforme en una experiencia digna de ser disfrutada.
Entonces nos preguntamos ¿qué lugar ocupa la lectura por placer en los hogares? Así llegamos a la hipótesis: la lectura en nuestras casas es escasa y solo se realiza a demanda. Podemos concluir, en esta etapa del proyecto, que comenzamos a cambiar la realidad, a convencerlos para que nos lean, pero aún falta, debemos continuar insistiendo para que todas las familias lo hagan y las lecturas se transformen en una linda opción de disfrute.