5.8 Salud
La finalización de la pandemia por COVID-19 ha representado tanto desafíos como oportunidades para los prestadores integrales de servicios de salud y para el sistema de salud en general, que pasa a desarrollarse en una nueva etapa. Después de la pandemia, los sistemas de salud enfrentaron en mayor o menor medida un aumento en la demanda de servicios debido al retraso en la atención médica durante la pandemia. A su vez, la pandemia ha demostrado la importancia de la tecnología en la atención en salud, desde la telemedicina, la historia clínica, el rastreo de contactos y la gestión de datos. En particular, se ha observado un aceleramiento en la adopción de la telemedicina como una forma segura y conveniente de brindar atención médica lo que se considera una oportunidad de incorporar la tecnología en la atención de salud para mejorar la eficiencia y la calidad de la atención.
De acuerdo al último informe realizado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre Cuentas Nacionales de la Salud, el gasto total en salud alcanzó el 9,13% del PIB en 2022, porcentaje muy similar al de los años previos de pandemia por Covid-19[1].
La principal fuente de financiamiento del gasto en salud proviene del sector público alcanzando el 6,5% del PIB[2] en el año 2023, según estimaciones del MEF, lo que significa un incremento de 0,3 p.p. respecto a la situación en 2019, previa a la pandemia. El 80% del mismo se explica por las erogaciones de ASSE (el principal prestador público de servicios de salud integral) y los egresos del FONASA. El crecimiento porcentual más significativo se observa en el MSP, superando el 40% en el periodo 2019-2023, producto del aumento en el gasto que se ha debido realizar como resultado de los amparos judiciales.
Asimismo, cabe destacar que, en el año 2023, se realizó un incremento significativo en el gasto en términos reales en sanidad militar, policial y Hospital de Clínicas. En cuanto a sanidad policial hubo un refuerzo de rubro para la atención médica de las personas privadas de libertad. El Hospital Universitario ha percibido asignaciones a través de la UDELAR para un proyecto del tratamiento del cáncer de próstata y la creación del centro de referencia de medicina materno-fetal, así como un aumento por el convenio entre ASSE y el hospital por asistencia médica. En cuanto a sanidad militar, se observa un aumento de la masa salarial por encima del incremento general como consecuencia de una asignación específica para suplencias. Asimismo, hubo mayor inversión destinada a la construcción de un Centro de Atención Periférica (Durazno) y en equipamientos médicos y técnicos.
Por otra parte, dentro del financiamiento privado se encuentra el gasto de bolsillo que realizan los hogares, entendido este como el gasto que se efectúa al momento de recibir la atención en salud. El indicador gasto de bolsillo como porcentaje del gasto total en salud, permite cuantificar el grado de protección financiera de los sistemas de salud. El último dato disponible para el gasto en salud de bolsillo es del año 2022, donde representaba 16 puntos porcentuales en el gasto total, porcentaje similar a la observado en el año 2021.