Exposición de Motivos - RC 2023

5.4.3 Administración Nacional de Educación Pública (ANEP)

La ANEP es el principal proveedor de servicios educativos de Uruguay, dando cobertura al 85% del total de estudiantes en sus niveles de educación inicial, primaria y secundaria en todo el territorio nacional. El 15% restante concurre a centros privados de educación. ANEP también es responsable de la formación docente para todos sus niveles y de educación terciaria tecnológica a través de UTU.

Es el organismo que mayor dotación de recursos económicos recibe dentro del gasto público en educación, alcanzando en 2023 una participación de 67% del mismo[1]. También es el Inciso con mayor peso relativo en la ejecución total de la Administración Central y los Organismos del artículo 220 de la Constitución, con una participación de 24,8%.

En 2023, ANEP ejecutó $ 98.525 millones, donde un 86% corresponde a remuneraciones, 9% a funcionamiento y 4% a inversiones. Esta ejecución incluye los Pagos por Disponibilidad (PPD) de los tres proyectos de Participación Pública y Privada (PPP) para la construcción de jardines de infantes, escuelas, polos tecnológicos y polideportivos, que son parte del Inciso 24 “Diversos Créditos”.

Del crédito sin ejecutar en el ejercicio 2023, $ 2.505 millones se traspasan a 2024 (correspondiente a ahorros por inasistencias no justificadas de los docentes y economías de remuneraciones).

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Desde el año 2020 se viene observando una disminución ininterrumpida en la matrícula de ANEP como consecuencia de la disminución en la población en los tramos de edad de referencia, al tiempo que se incrementa el porcentaje de cobertura en los mismos. En 2023, ANEP dio cobertura a 679.230 estudiantes, lo que significó 12.562 estudiantes menos que en el año anterior y 20.448 estudiantes menos que los que el sistema atendía en 2019, de los cuales 13.928 corresponden al nivel inicial y 13.048 a la educación media básica.

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La baja en la matrícula de educación inicial se debe al descenso de los nacimientos que están ocurriendo de forma sistemática desde el año 2016, pues la cobertura está aumentando producto de la expansión de jardines de infantes que está desarrollando ANEP. La cobertura para las edades de entre 3 y 5 años que corresponden a la educación inicial pasó de 89,4% en 2019 a 94,1% en 2023[2]. Esta mejora de la cobertura se produce en centros educativos públicos principalmente: mientras que en 2006 un 70,6% de la matrícula de este nivel iba a un centro público, hoy alcanza al 77,2%.

La matrícula de educación primaria comenzó a descender dado que el descenso de la natalidad iniciado en 2016 ya repercute en el tramo etario de la población de primaria. El impacto es tanto en el sistema público como en el privado.

En educación media básica la caída en la matrícula también es producto de una baja en la población de referencia (12 a 14 años de edad), y no a una salida de los jóvenes del sistema educativo, pues las tasas de cobertura también han ido aumentando (97,9% en 2019 a 99,2% en 2022[3]) llegando al año 2022 con una cobertura prácticamente universal para los jóvenes de entre 12 y 14 años.

En relación a la educación media superior, la población en la edad de referencia desciende en 2023 en relación a 2022 y en el quinquenio. Para este nivel, la cobertura también aumentó pasando de 89,2% en 2019 a 92,3% en 2022[4].

En el quinquenio se observa un aumento de la matrícula de educación terciaria impartida por la UTU (3.561) y un descenso de la matrícula de formación profesional de UTU (-388), que corresponde a cursos que no tienen continuidad educativa y cuya relevancia en el total es mínima. El crecimiento de la matrícula de UTU en la educación media evidencia la importancia relativa cada vez mayor en ese nivel. De hecho, en 2023 el 27% de la matrícula de secundaria es de UTU mientras que diez años atrás era de 23%.

La matrícula de formación en educación aumentó en 6.522 estudiantes entre 2019 y 2021 pero disminuyó entre 2021 y 2023 en 5.054 estudiantes. Sin embargo, en una mirada más de largo plazo la matrícula pasó de 24.067 estudiantes a 31.242 en los últimos 10 años, aumentando 30%.

El descenso de los nacimientos genera una oportunidad no solo para aumentar la cobertura, sino también para mejorar la calidad del servicio impartido. Por ejemplo, se ha constatado una disminución del tamaño medio de los grupos para los diferentes niveles educativos.

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El descenso de la matrícula contribuyó al aumento del gasto por estudiante en un 3%, debido fundamentalmente al incremento del gasto por estudiante en inicial y primaria.

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En definitiva, los principales logros de ANEP en el período han sido los siguientes:

  • Iniciar la Transformación Educativa en centros de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria, Dirección General de Educación Secundaria y Dirección General de Educación Técnico Profesional.
  • Elaboración y aprobación de los documentos que componen el ecosistema curricular para todos los niveles educativos.
  • Implementación del nuevo Marco Curricular, planes de estudios y reglamento para las carreras del Consejo de Formación en Educación.

Expansión de la modalidad educación media básica denominada Centros “María Espínola”. Esta acción ha implicado un mayor grado de inversión para los estudiantes en contextos de mayor vulnerabilidad social (tiempo completo, tres comidas, figuras de apoyo al trabajo docente, talleres optativos para los estudiantes, formación específica para los docentes de esos centros, más horas de coordinación docente, entre otros).

[1] En este cálculo se excluye la ejecución del Fondo de Inasistencia.

[2] Según el Observatorio de Educación de ANEP, en base a los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares.

[3] Proporción de personas entre 12 y 14 años atendidas por el sistema educativo. Fuente: INEED

[4] Proporción de personas entre 15 y 17 años atendidas por el sistema educativo. Fuente: INEED

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