Características de las personas con altas habilidades - superdotación
A pesar de los avances en investigación y en políticas educativas inclusivas, aún persisten numerosos estereotipos y prejuicios en torno a las personas con altas habilidades - superdotación. Por ejemplo, es común creer erróneamente que estos individuos sobresalen en todas las áreas, especialmente en matemáticas, que siempre son precoces, que no requieren apoyo educativo o que indefectiblemente tendrán éxito académico y social. Sin embargo, estas ideas distorsionadas invisibilizan la importante diversidad dentro de esta población y dificultan su identificación y acompañamiento adecuado.
En realidad, las personas con altas habilidades - superdotación presentan características particulares que pueden manifestarse de manera heterogénea y que, según Renzulli et al. (2013), se inscriben dentro de los tres anillos de su teoría:
- Habilidad por encima de la media. Se destacan por su excelente memoria, su rico vocabulario, su capacidad de abstracción y una profunda comprensión. Pueden razonar, aprender y resolver problemas a un ritmo más rápido que sus pares.
- Creatividad. Tienen una curiosidad intensa, demostrando un interés profundo por aprender y explorar temas que les apasionan. Poseen una capacidad única para generar ideas originales o soluciones innovadoras. Suelen mostrar una actitud inconformista, especialmente con la rutina.
- Compromiso con la tarea. Presentan una alta motivación y compromiso con sus áreas de interés. Demuestran una concentración prolongada, dedicación, perseverancia y persistencia para alcanzar sus metas, incluso frente a obstáculos o desafíos.
Por su parte, Tourón y Campión (2013) agregan características como:
- la sensibilidad emocional
- un estado de alerta inusual desde la infancia
- un agudo sentido del humor
- una tendencia a hacer preguntas complejas
- y a ser autodidactas, idealistas y con fuerte sentido de la justicia.
Algunas personas pueden presentar intereses variados y otras, por el contrario, un enfoque extremo en un solo tema.
Silverman (1997) agrega que las personas con altas habilidades - superdotación se caracterizan por tener un desarrollo asincrónico, donde las áreas cognitiva, emocional y social no avanzan de manera armoniosa y generan desconexiones que pueden dificultar su adaptación. Esta particularidad les hace vulnerables, por lo que requieren de ajustes específicos en su educación y crianza. Terrassier (1994) identifica disincronías específicas, por ejemplo, entre el desarrollo intelectual y psicomotriz, que puede provocar frustración en la persona, por la dificultad para expresar físicamente sus ideas con la misma rapidez con la que las generan. También pueden existir discrepancias entre el razonamiento y la capacidad verbal, así como entre la inteligencia y la madurez emocional, lo que puede generar ansiedad y conflictos internos. Estas disincronías pueden manifestarse también a nivel social, en la escuela (por ejemplo con aburrimiento), en la familia (donde no siempre son comprendidos) y en la relación con pares (enfrentando a menudo aislamiento o sentimientos de soledad).
Finalmente, Dąbrowski (1938/2019) señala que las personas con altas habilidades - superdotación suelen experimentar sobreexcitabilidades, es decir una percepción intensificada, respuestas intensas, y una vida interior profundamente compleja. Según la persona, puede predominar la sobreexcitabilidad psicomotora (exceso de energía e inquietud), sensorial (percepción aguda de los estímulos), intelectual (actividad mental acelerada y búsqueda constante de conocimiento), imaginativa (intensa creatividad y fantasía) o emocional (sentimientos profundos, empatía e intensidad emocional). Es importante señalar que, aunque estas características pueden generar tensiones internas, también pueden ser catalizadores del desarrollo personal y el despliegue del potencial (Battaglia, Mendaglio, y Piechowski, 2014).
Por último, es necesario recordar que no todas las personas con altas habilidades - superdotación presentan las mismas características ni con la misma intensidad observable, ya que cada individuo es único y puede manifestar sus capacidades, intereses y preferencias de formas distintas.