Muros que unen 2022

Chuy

Se realizaron los talleres de sensibilización, escritura e ilustración en la ciudad de Chuy (Rocha), en el marco del Proyecto Muros que unen 2022.

Los/as estudiantes que generaron los cuentos pertenecen a la Escuela N.° 88.

De lo surgido en estos relatos nace la ilustración e imagen. Los/as estudiantes que realizaron las ilustraciones pertenecen al Liceo N.° 1 y a la Escuela Técnica del Chuy.

Introducción

En el Chuy perdés la noción de dónde estás.

A veces la señal del teléfono suena y te recuerda que estás en otro país. Y es que la línea o el límite apenas se distingue en un cruce de calle.

Y es que así de unido está todo.

Mezcla de ciudad, ruidos y exceso; con jardines, campo y mates tranquilos.

El baurú, los ticholos, el spetto corrido y la rapadura son algunos de los sabores compartidos que lo hacen tan característico.

Podés conocer gente que sólo verás un día, porque las ciudades de frontera tienen eso, la gente viene y va sin parar.

Mucho movimiento y mucha paz.

Las puertas malditas

Había una vez tres puertas. Una era negra, otra violeta y la tercera era blanca. Las llamaban Las puertas malditas.

En la puerta violeta había un paisaje bonito. En la negra había un caballo saltarín. Y en la puerta blanca había un dragón tira piedra, que tenía como amigo a un caballo saltarín.

El guardacostas entró en la primera puerta, la negra. Vio al caballo saltarín. No le gustó que el hombre entrara adonde él estaba y entonces lo atacó. Pero después el guardacostas encontró una botella con una poción y decidió ponérsela al caballo. Luego se movió y se fue.

El vigilante entró a la puerta blanca y encontró al dragón que le soltó una piedra. Pero el hombre no salió herido y fue a la puerta violeta y se escapó feliz.

 

Autoras: Mia Castro, Melany Siveira, Romina Suárez y Julia Llusseppi

La lechuza mágica

Parte 1

Hace mucho tiempo se creó un puente que separaba la aldea de las lechuzas de la aldea de la gente. Un día que era tranquilo para las lechuzas, desde la nada apareció otra lechuza, que era muy grande. Ella había llegado para crear un lugar rosado para que vivieran los humanos y las lechuzas, que pertenecían a un mundo gris. Así hizo el mundo mágico y a esta le lechuza la llamaron El coleccionista.

Nota del autor: esta historia para niños fue inspirada con la meta de que los menores lean con gusto.

Parte 2

La gente y los perros paseaban. Eso era común. Pero, desde ese día, los humanos decían que las lechuzas eran brujas. Así que los dos lados vivieron felices, pero con rumores. De todas maneras, todos pudieron vivir en paz.

 

Autor: Daniel Hernán Funes

El perro

Había una vez un perro y un gato que pasaban comiendo y también migrando. Un día se separaron. El perro caminó con mucha hambre y del otro lado del puente estaba su amigo gato.

Con mucho miedo, el perro fue cruzando el puente.

Abajo vivía un ogro. Dijo el ogro: ꟷ¿Quién está caminando arriba de mi casa?. ꟷLuego salió el ogro y le dijo: ꟷ¿Qué hacés arriba de mi casa?

ꟷVoy a cruzar para ver a mi amigo gato y para comer con él un plato llamado Miseria de Autos Tontos. ꟷle contestó el perro. Como era muy valiente, él fue un poco para atrás, tomó impulso y corrió hasta que adelantó al ogro.

Cuando lo vio venir, el ogro separó las piernas y el perro pudo cruzar por debajo de él. El ogro perdió el equilibrio y cayó al agua y nunca más lo vieron.

Al otro lado del puente, el perro se encontró con su amigo gato y al final pudieron comer lo que querían, Miserias de Autos Tontos. Después jugaron y se fueron de ahí. Encontraron un laboratorio con vidrios duros. Entraron y descubrieron que una parte del lugar era verde y otra era roja. Pero se fueron de ahí y decidieron vivir juntos.

Donde vivían había muchos lindos pájaros y los invitaron a su cena. Comieron todos juntos y se fueron muy lejos de su ciudad, migrando. Y así pasaron una aventura increíble y fueron a un zoológico y vieron una jirafa, un mono, una cebra y más animales.

Así durmieron toda la noche y vivieron felices para siempre.

 

Autor: Miguel Esteban

Una migración ilegal

En el año 2008 en México había una revolución cerca de la frontera con Estados Unidos. Había ahí un hombre llamado Jefferson, que era muy pobre. Hacía varios años que él pensaba en cruzar la frontera peligrosa y constantemente vigilada por la élite militar. Dejaba todo atrás después de haber ahorrado durante años, se marchaba de su humilde choza, agarrando lo poco que tenía. Y se dirigía a la frontera.

Al llegar al lugar, sigilosamente, se acercó y vio unos cuantos alambres electrificados, vigilados por la élite militar estadounidense.

Pasó horas pensando cómo escapar, pero era casi imposible. Entonces pensó: Si rodeo el lugar me encontraré con la costa, pero me dispararán.

No tenía otra. Ya estaba ahí. Y tenía que hacer algo. Dejando todo atrás, empezó a correr hacia la costa. Los militares le dispararon y pensaron que había muerto. Pero en realidad pudo llegar vivo a la costa. Allí se encontraban una balsa y unos remos. Con sus últimas fuerzas empujó la balsa hacia el mar, se subió y tomó los remos.

Después de remar durante ocho horas seguidas, por fin llegó. Desembarcó muy débil y herido. Unos minutos después lo encontró un socorrista y al ver que estaba herido de balas lo llevó al hospital más cercano. En el hospital intentaron operarlo inmediatamente. Y después de un día y diez horas de cirugía, finalmente sobrevivió. Cuando tuvo el alta, le dieron un refugio ubicado en Washington, donde empezaría su nueva vida.

Pero vio un cohete espacial con destino a Marte. Y gente que saltaba hongos. Empezó de cero trabajando de limpiador en los cines de Washington, consiguiendo dinero y creando una empresa de comestibles. Pasaba el tiempo y su empresa se volvió gigante. Consiguió millones y millones de dólares. Se dio lujos como tener su propia mansión y colección de autos.

 

Autores: Juan Emilio e Ignacio Lima

La guerra entre los mundos

Hace mucho tiempo, en un mundo rojo y azul, hubo una guerra entre ambos lados. Fueron separados por un muro de piedra.

Pasaron unos años y nació un niño llamado Ángel. Siempre quiso saber qué había del otro lado del muro y cuando logró cruzar, logró que hablen.

Para hacer la paz después de unos años, los mundos tiraron el muro y lo hicieron.

 

Autores: Liz Borges, Marcos Isac, Kethlyn Alves y Nahiara Samira de los Santos Lima

¿Las puertas misteriosas?

En una noche Liam llegó a su casa y vio tres puertas misteriosas. Eran amarilla, celeste y verde.

Liam entró en la amarilla y vio que solo había felicidad. Había gente riendo con su familia, ayudando a los demás. Y eso le recordó a su familia, que estaba lejos de él. Le trajo recuerdos lindos de su infancia.

Pero lo que no sabía es que cada puerta tenía un límite de tiempo. Así que decidió ir a la puerta verde. Todo era tristeza. Nadie reía, todos peleaban. Eso le fue recordando momentos tristes. Pero cuando intentó salir, la puerta estaba trancada. Luego de esperar, intentó buscar algo con qué salir.

Encontró a una señora que estaba sola. Era una cerrajera. Él le pidió ayuda y la señora le dijo ꟷSi quieres mi ayuda, me tienes que dar algo a cambio. Nunca he probado una pizza.

Él sacó de los bolsillos lo que tenía y le compró una pizza. La señora, entonces, le preguntó qué precisaba. Él le dijo que se había quedado trancado. La cerrajera le abrió la puerta.

Él salió contento. Pero quedaba una sola puerta. Decidió entrar y vio a toda su familia. Él fue corriendo hacia ellos y los abrazó fuerte.

Aclaración de los autores: Nuestra historia representa tres puertas. La amarilla es la felicidad. La verde representa la tristeza y la celeste, para nosotros, es el amor y los buenos momentos.

 

Autores: Agustina de los Santos y Matías Araújo

Red Vs. Black

Una vez fuimos a ver un clásico de básquetbol. Jugaban los Red contra los Black.

Justo antes del partido pasamos por el puente de la rivalidad de los Red y los Black.

Mr. Tucán le hizo una apuesta al líder de los Red: si el equipo Black ganaba, se adueñarían del puente. Y si ganaban los Red, les daría una gran suma de dinero.

Miramos el partido e iban en empate. Nosotros, que éramos hinchas de los Red, les alentamos y se distrajeron y perdieron. Todos los fans de los Red nos odiaban. Nos sacaron y no pudimos ser fans de los Red.

Así que nos quedamos con los Black.

En un partido del clásico se jugaban todo y nosotros alentamos a los Black. Y ganaron gracias a nosotros. Ahí los pájaros de los Black nos invitaron a su cena. Después, los Red nos sacaron de la cena porque recordaron que éramos muy fans de ellos y nos hicimos fans personales de los Red y así los pudimos conocer en persona.

 

Autores: Facundo y Juan

La guerra de cien años

Había una vez un país en el que la gente era muy simpática. Pero era lo que las personas aparentaban. Dentro del pueblo eran todos malos y no se decían Hola. Eran solo la mitad del país, porque la otra mitad era muy amable y amistosa.

El pueblo, ya harto, se separó en dos partes dividido por un puente que ellos construyeron. Se dividieron en los rojos, que en resumen eran las malas personas y los naranjas. Y así empezó una guerra que duró cien años. Hasta que llegó una pantera voladora que lo resolvió todo y vivieron felices para siempre.

 

Autores: Agustina Silvera

La separación entre los dos países

Esta es la historia sobre la separación del país de los gusanitos. En este país había gusanos que hablan. Y el presidente de este país era el gusano Pérez y su querida esposa era la gusana Luna.

En el otro país están Los Simson. En este lugar son muy locos y un poco malos. Los jueces y juezas los obligan a metamorfosear. Pero para ellos es demasiado difícil.

A estos países los separaba un puente. Nadie podía pasar de un lado al otro. Después de varios años, todos tomaron conciencia y Los Simson y los gusanos hurgadores se amigaron y fueron muy felices.

 

Autora: Valentina Rey

Una aventura en la montaña

Era un día muy soleado y queríamos ir a una carrera con nuestros amigos. Íbamos a cruzar el puente y había un portón. Y Melina tuvo la idea de cruzar el puente. Después de cruzarlo, encontramos una montaña.

En el medio del camino se encontraron con un bebé. De los nervios a Emi se le cayó el teléfono y se le rompió la pantalla.

Ezequiel llevó al bebé a la policía para ver si encontraban a sus padres. Después de quince días, decidimos adoptarlo. El bebé se portaba muy bien. Se llamaba Aron. Cuando el bebé Aron cumplió un año, nos fuimos de viaje para Argentina. Cuando llegó el día de irnos, decidimos quedarnos a vivir.

 

Autores: Emy Mendez, Julieta Martínez, Melina García y Ezequiel Pérez

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