Muros que unen 2022

Prólogo: Organización de Estados Iberoamericanos

En Uruguay se observan desde hace algunos años cambios en el perfil demográfico. El país se está convirtiendo en receptor de población. En 2009, por primera vez en décadas, el saldo migratorio del país se registró positivo. Esta transformación abre a nuevos desafíos y el ámbito educativo, además de ser fuertemente afectado por estas modificaciones, es un lugar estratégico para abordarlos y aportar a generar espacios de inclusión y tolerancia.

Las acciones propuestas e implementadas desde el Proyecto Muros que unen buscan dar respuesta a las demandas sociales y educativas que emergen de este nuevo contexto. Por ello, la selección de ciudades no es casual, sino que se debe a la realidad cotidiana de estas ciudades de frontera seca, donde la interculturalidad se encuentra con solo cruzar la calle. A partir de la sinergia entre la cooperación, el Estado y comunidad educativa, Muros que unen habilita vías de comunicación desde y entre la sociedad para abordar situaciones concretas.

Desde la Organización de Estados Iberoamericanos destacamos la importancia de que la cooperación esté orientada a responder a demandas y necesidades locales, promueva la participación activa y el intercambio entre docentes, estudiantes, Estado, organizaciones internacionales y comunidad toda. Concebimos que el trabajo de manera articulada y en diálogo genera efectos duraderos y permite centrarse en las agendas relevantes para cada territorio.

Como se mencionó, desde Muros que unen se considera a la comunidad educativa como actor clave para construir lazos sociales, promover climas sociales positivos, fortalecer los valores de no discriminación en el sistema educativo uruguayo y aumentar los recursos y herramientas para lograr el acceso y permanencia en el sistema formal.

En Iberoamérica son muchas las regiones de frontera donde se entrecruzan lenguas, culturas e historias. Esos espacios permeables, de libre circulación, donde los límites nacionales parecen desvanecerse para habilitar intercambios culturales, sociales, gastronómicos, lingüísticos y económicos, deben profundizarse en favor de las poblaciones. En Uruguay, Chuy, Cerro Largo, Rivera y Artigas son algunas de las ciudades donde estas situaciones tienen lugar. Allí este proyecto buscó reforzar los aspectos positivos de la interculturalidad y mejorar el conocimiento mutuo para generar ciudadanías democráticas y cohesionadas.

Muros tiene un valor agregado por aportar a poner en valor la identidad de frontera y en particular, un aspecto de la identidad, la lengua. Por ello, estos cuentos respetan las palabras y frases locales, las mixturas entre español y portugués.

 

En esta segunda edición del proyecto se mantiene la convicción de la relevancia de acompañar los cambios en los flujos migratorios y brindar herramientas sociales, culturales y educativas para que la integración se de en contextos de tolerancia y convivencia y, si bien el desafío es nacional, en las fronteras su emergencia lo hace urgente.

Para concluir con este breve prólogo, es importante destacar algunas preguntas que me surgen del libro para reflexionar… Alguna vez te preguntaste ¿Qué pondrías en una valija si tuvieras que irte lejos, muy lejos? ¿Qué te haría acordar a tu lugar? ¿La comida, las canciones, la vestimenta, las/os amigas/os, la cultura? ¿Qué es ser de la frontera? Valoro poder conocer un poco, desde los ojos de niños, niñas y adolescentes, cómo viven y sienten la movilidad humana. En estas hojas la interculturalidad, aparece pintada, retratada, puesta en palabras… palabras en español, en portugués, en portuñol y palabras que nacen y circulan en las calles multinacionales/de la frontera.

Estas hojas reflejan el trabajo compartido y el compromiso de instituciones y estudiantes.

Invito a su lectura y agradezco a quienes fueron parte del proceso.

 

Macarena Llauradó

Representante Permanente

Oficina de OEI en Uruguay

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