Transformando el territorio educativo: experiencias inclusivas y accesibles en Cecap

La experiencia del Cecap Minas

“Problematizar la inclusión en los espacios de participación”

Período de acompañamiento: marzo de 2021 - diciembre de 2021

El contexto de la intervención en el Cecap de Minas está caracterizado por la emergencia sanitaria decretada a partir de la circulación del virus COVID-19. En ese marco, el equipo educativo del centro propone revisar el Plan de Centro inicialmente elaborado, para adecuarlo a la virtualidad. Junto a esta inquietud, señalan como un desafío “la complejidad en la heterogeneidad de la población”, ya que identifican “estudiantes con dificultades en lectoescritura, y preocupa cómo generar propuestas accesibles”. Finalmente, agregan demandas específicas, como fortalecer los vínculos con las familias o clarificar “el rol del referente y la propuesta de CECAP para poder comunicar, acercarse [a la comunidad] y lograr un trabajo de intercambio y cercanía”. Por otra parte, es importante reconocer que, aún antes de iniciar el proceso de acompañamiento, el centro educativo ya emplea pictogramas para una comunicación más efectiva y asertiva en su cartelería, en su ficha de inscripción y en otros materiales.

En aquel contexto de emergencia sanitaria, la metodología de trabajo fue principalmente de carácter virtual, con visitas recién a partir del mes de agosto. En los encuentros presenciales, la articuladora brindó talleres para el equipo educativo y compartió instancias formativas y recreativas también con el estudiantado. 

Como resultado de estas acciones, y de acuerdo a la evaluación final del equipo, “el proceso fue muy positivo” ya que “se logró un intercambio fluido a través de encuentros virtuales que permitieron trabajar con todo el equipo completo y también en intercambios con educadores referentes y la coordinación”.

Entre los impactos e innovaciones más significativas emergidas del proceso, el equipo educativo destaca “las metodologías, estrategias y recursos que fueron de aporte para el equipo”. Como parte de las acciones orientadas a fortalecer las capacidades de educadores y educadoras, se desarrollaron, además, instancias de acercamiento a la metodología y los objetivos del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). En su relato, el equipo señala que “a partir de este primer encuentro, y partiendo de inquietudes planteadas, se planifican otros encuentros para trabajar en la elaboración de una ´caja de herramientas´ con recursos y aportes en lectoescritura, desde la Educación Inclusiva”, de modo que en también se avanzó en este sentido. En los sucesivos talleres se abordaron, finalmente, las nociones de Educación Inclusiva, accesibilidad, ajustes razonables y Lectura Fácil: “los talleres con el equipo colaboraron con la visualización de otras formas de presentar recursos y materiales en los talleres con estudiantes”.

Otra de las líneas de trabajo desarrolladas consistió en fortalecer la participación juvenil en el centro. Para ello se desplegaron actividades con docentes y estudiantes tendientes a fomentar una convivencia respetuosa que permita la participación de todas las personas. De esta manera: “se logró establecer un vínculo de confianza con el estudiantado, que habilitó el desarrollo de otras actividades”. Esta línea de acción fue coronada con una jornada en la cual adolescentes y adultos elaboraron en conjunto un mural en el centro educativo, a partir de las ideas del estudiantado y bajo la orientación de un artista de la ciudad.

Ya avanzado el proceso de acompañamiento, el equipo educativo también manifestó su interés en el recurso de la Lectura Fácil lo cual “posibilitó que se presentaran textos adaptados a las necesidades del estudiantado, impactando en la forma en que los y las estudiantes se enfrentan a la propuesta”, especialmente en el taller de gastronomía.

Al culminar el periodo de acompañamiento del Proyecto AIT, el equipo educativo valoró positivamente el proceso, identificando que uno de sus principales desafíos era enfocarse “en cada una de las necesidades individuales de cada estudiante, para lograr un trabajo universalmente accesible”, lo cual implica asumir el diálogo entre lo particular y lo general que es parte esencial de la Educación Inclusiva. Asimismo, y en relación con la convivencia, también se reconoció la importancia de “trabajar en las grupalidades estudiantiles para lograr la real aceptación de todas las personas sin importar sus particularidades y tiempos para aprender”.

Como se aprecia, el proceso requirió una buena dosis de flexibilidad y dinamismo por parte de la articuladora, no solo para desarrollar las diversas líneas de acción, sino para sostener la vitalidad del proceso en un contexto particular y desafiante. Así, se reconocen como logros la elaboración de la “caja de herramientas” con recursos y herramientas prácticas para una planificación flexible, el empleo de la Lectura Fácil, el acceso a pictogramas, las actividades de participación comunitaria con adultos y jóvenes, y la formación que permitió dejar capacidades instaladas en el Cecap una vez finalizada la intervención. “Como resultado llegamos a la conclusión de que todos y todas podemos actuar en CECAP para que sea un espacio más inclusivo y amigable”.

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