La experiencia del Cecap Rivera
“Instancias multiplicadoras de nuevas experiencias y aprendizajes”
Período de acompañamiento: marzo de 2021 - diciembre de 2021
Recibir “año a año distintas generaciones de estudiantes con diferentes perfiles e intereses” es parte de la identidad del equipo educativo del Cecap Rivera, de modo que al tomar contacto con el Proyecto AIT “se generó de inmediato una gran expectativa que posteriormente se multiplicó con el equipo de educadores”.
Al igual que en las demás experiencias, el proceso de trabajo incluyó una primera etapa de familiarización, orientada a identificar las características del Centro, del equipo educativo y la localidad, así como las buenas prácticas existentes en Educación Inclusiva: “cada vez que participamos en instancias de este tipo, afloran conocimientos que ya existen, entrelazándose con los nuevos”. Al momento de iniciar el proceso, el equipo de Rivera contaba con un equipo educativo con formación diversa y con distintas experiencias en el trabajo con diferentes perfiles adolescentes.
Las primeras demandas giraron en torno a los desafíos del aprendizaje de la lecto-escritura y los procesos lógico-matemáticos, especialmente en estudiantes que cursaron Educación Especial: “vimos aquí una gran oportunidad de nutrirnos con nuevas estrategias que puedan contemplar a esa población”. Al inicio, la metodología de trabajo se desarrolló de forma remota, en atención a las recomendaciones sanitarias del momento. En esa primera etapa “se acordaron encuentros una vez al mes en los espacios de la coordinación general” con el fin de trabajar con el equipo educativo en pleno. Posteriormente, pudieron desarrollarse “varias instancias presenciales donde fue posible intercambiar experiencias y aportes conceptuales” con mayor profundidad.
Durante el acompañamiento, además, se desarrolló una línea de trabajo orientada a fortalecer la accesibilidad cognitiva del centro y la propuesta educativa. Para ello, se realizaron actividades con adolescentes y adultos para identificar adecuadamente los distintos espacios donde se despliega la experiencia cotidiana: “al identificar los espacios, fuimos percibiendo algunas barreras físicas que dificultan el acceso a distintos lugares”. A partir de esta observación, fue posible diseñar y construir una maqueta del Centro que permitió visualizar las condiciones de accesibilidad soñadas por la comunidad educativa, un producto que más tarde fue exhibido en el Encuentro Nacional del Programa Nacional de Educación y Trabajo.
El Proyecto AIT también permitió fortalecer la articulación interinstitucional del Centro en diversas redes de colaboración ya existentes. Con este fin, la articuladora participó en la Mesa Departamental de Inclusión Educativa junto al coordinador del Centro. Se trata de un espacio dinámico integrado por diversas instituciones estatales y de la sociedad civil implicadas en la atención de personas con discapacidad. El equipo apunta que “ahí encontramos un espacio donde fue posible aportar desde lo teórico-práctico, en un ida y vuelta con las demás instituciones que también participaron”. Como culminación de la articulación, se llevó a cabo una Feria Educativa abierta al público, con ocasión del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La actividad contó con la participación de artistas e instituciones locales “donde se presentó toda la oferta educativa, sensibilizando a la comunidad”. La participación en la Mesa - que continuó una vez finalizado el proceso AIT- constituye, sin duda, una fortaleza del entramado institucional del territorio, y una oportunidad del Centro para “aportar y recibir desde lo acumulado, generando instancias multiplicadoras de nuevas experiencias y aprendizajes”.
Entre los principales cambios o innovaciones surgidas del Proyecto AIT, el equipo educativo destaca “el abordaje del concepto de inclusión, ya que de él se desprenden otros conceptos”. Asimismo, “fue muy valorado por el equipo contextualizar los aportes teóricos en las prácticas realizadas, para revisar y re-planificar a partir de ellos”. Por otra parte, se identificaron desafíos persistentes, como la inclusión de estudiantes migrantes en una propuesta multicultural y bilingüe, en un contexto de frontera: “como institución tuvimos que aplicar lo que veníamos trabajando en la formación, pues había una necesidad de incluirlos”. Este foco de atención, también se manifestó en la implementación de una actividad lúdico-reflexiva específica destinada a las y los adolescentes y en la performance realizada en el Encuentro Nacional, bajo el título “Diferentes pero iguales”.
Como resultado general del proceso, el equipo educativo reconoce que “ya es posible apreciar en las planificaciones de los educadores varias estrategias que se desprenden de esta experiencia”, por ejemplo incorporando el Diseño Universal para el Aprendizaje “de tal manera que los estudiantes se sienten motivados y deseosos de enfrentarse con las propuestas planteadas, pues las sienten posibles y cercanas”. Finalmente, valoran especialmente los recursos que enriquecieron la práctica educativa, como la Lectura Fácil y los audiocuentos, que fueron progresivamente incorporados por los educadores y educadoras en su dinámica: “las fichas de inscripciones fueron modificadas en tal sentido, contienen imágenes e íconos que acompañan los distintos ítems”.
En síntesis, el equipo educativo experimentó el Proyecto AIT como un proceso satisfactorio y enriquecedor “que nos permitió ver cómo estábamos, qué queríamos saber y qué metodología aplicar; nos permitió revisar nuestras prácticas educativas y actualizarnos desde lo teórico”. Asimismo, destacan la apertura y la comunicación fluida de la articuladora, así como su adaptabilidad a los distintos requerimientos y su capacidad de promover iniciativas a distintos niveles. Al finalizar el trabajo conjunto, el equipo se percibe fortalecido para afrontar los desafíos que “surgen muchas veces sorprendiendo el quehacer institucional, sacuden, movilizan y a ellos hay que buscarle las soluciones a corto, mediano y largo plazo”.