Anuario de OPYPA 2021

El Sector Agropecuario en la Estrategia Climática a largo plazo de Uruguay. C. Jones, N. Costa, J.D. Baraldo, M. Borges

De manera de acompañar la descarbonización de los sectores emisores dióxido de carbono (CO2), el sector agropecuario planteó diferentes escenarios de secuestro de carbono en biomasa vegetal. Se analizaron escenarios asociados a incrementos en la superficie de bosque nativo, montes de abrigo y sombra para ganadería y plantaciones forestales para madera de aserrío y usos industriales. En relación al metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), los otros dos gases de efecto invernadero directo fuertemente vinculados a la producción de alimentos, se plantea un escenario de estabilidad de emisiones para no contribuir con calentamiento adicional en la transición hacia el 2050.

1. Estrategia Climática a largo plazo (ECLP) como instrumento de planificación del Acuerdo de Paris

En 2017 Uruguay elaboró su Política Nacional de Cambio climático (PNCC) donde acordó las líneas estratégicas para hacer frente a los desafíos del cambio climático para todos los sectores de la sociedad y la economía. La PNCC busca “contribuir al desarrollo sostenible del país, con una perspectiva global, de equidad y de derechos humanos, procurando una sociedad más resiliente, menos vulnerable, con mayor capacidad de adaptación y más consciente y responsable ante el desafío del cambio climático promoviendo una economía de bajas emisiones de carbono”.

Por otra parte, luego de adherir al Acuerdo de Paris de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en 2016[1], Uruguay definió sus compromisos voluntarios de reducción de emisiones con el objetivo de contribuir a los esfuerzos para controlar las causas del cambio climático en su primera Contribución Determinada a nivel nacional (CDN).

Para Uruguay, la CDN al Acuerdo de Paris es el instrumento de implementación de la PNCC y es donde se definen metas y acciones para la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y también para la adaptación al cambio climático. En su primera CDN definió metas de reducción de emisiones para los principales gases de efecto invernadero (GEI) en términos de intensidad de emisiones con respecto al Producto Interno Bruto (PIB). También incorporó objetivos específicos para el sector de producción de alimentos. En particular, se incluyeron metas de reducción de metano y óxido nitroso asociadas a la producción de ganado de carne, que son la fuente de la mayoría de las emisiones de GEI del país[2].

Las CDN tienen un plazo de cinco años que, para el primera CDN de Uruguay, culmina en el año 2025. El Acuerdo de Paris establece que las sucesivas CDN deberán representar una progresión con respecto a la que esté vigente y reflejar la mayor ambición posible para el país. Además, en el entendido que las respuestas al cambio climático deben encararse con una visión de largo plazo, el Acuerdo de Paris invita a los países a formular y comunicar estrategias a largo plazo para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero[3]. Como respuesta a esta invitación Uruguay anunció su compromiso de preparar y presentar una Estrategia de Largo Plazo, para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, que incluyera una meta aspiracional de neutralidad de dióxido de carbono (CO2) hacia 2050.

Durante el 2021 se llevó a cabo el trabajo de analizar trayectorias de desarrollo de los principales sectores responsables de las emisiones de GEI de Uruguay para contribuir a la CO2 neutralidad al año 2050. El proceso fue coordinado por el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio climático e involucró a equipos técnicos de los Ministerios de Ambiente, Energía y Minería, y Agricultura, Ganadería y Pesca. El documento de estrategia que se está elaborando propone caminos posibles para lograr el objetivo de neutralidad de emisiones de CO2 y se concibe como un insumo para la elaboración de la segunda CDN al Acuerdo de Paris.

2. Análisis de trayectorias de reducción de emisiones en el sector.

En la primera CDN Uruguay estableció metas de reducción de intensidad de emisiones de CO2, CH4 y N20 con respecto al PIB al 2025. Para analizar trayectorias de reducción de emisiones al año 2050 se modeló la evolución de los usos de la tierra bajo el supuesto de que se cumplen los compromisos de la CDN. El cuadro 1 resume los principales usos de la tierra en el escenario tendencial, que asume que no hay grandes cambios en las trayectorias actuales de desarrollo de la actividad agropecuaria.

Cuadro 1. Principales usos de suelo y variación entre años, escenario tendencial.

(Miles de hectáreas).

USO DE LA TIERRA

1990

2017

2025

2035

2050

VARIACION 2017-2050

 % 

MILES DE Há

Anuales

542

1.176

1.122

1.077

1.041

-11%

-134

Rotación cultivo secano-pastizal

1.072

1.744

1.862

2.015

2.257

29%

513

Rotación arroz-pastizal

425

625

644

662

678

8%

53

Tierras de cultivo

2.039

3.545

3.628

3.754

3.976

12%

431

Campo Natural

11.285

8.256

7.825

7.432

6.861

-17%

-1.395

Otras pasturas

1.741

2.235

2.448

2.697

3.016

35%

781

Desconocido-Pastizales

41

16

14

13

11

-32%

-5

Pastizal

13.067

10.507

10.287

10.142

9.888

-6%

-619

Bosque Nativo

946

999

1.012

1.012

1.012

1%

13

Eucalyptus

224

949

1.054

1.054

1.054

11%

105

Pinus

65

223

213

194

167

-25%

-56

Tierras Forestales

1.235

2.171

2.279

2.259

2.232

3%

61

Las emisiones brutas de CO2 del sector agropecuario provienen principalmente de la pérdida de reservorio de biomasa viva en tierras forestales, debido a la extracción de madera y en menor medida, a la pérdida de carbono orgánico de la materia orgánica del suelo debido a cambios en el uso del suelo con destino a producción de cultivos.

Por su parte, las remociones en el sector se explican mayormente por el secuestro de carbono en tierras forestales (93%) y, en menor medida, en pastizales (7%). En las tierras forestales, el carbono se deposita en la biomasa viva aérea y subterránea (troncos, ramas, hojas y raíces), en la materia orgánica muerta (MOM, hojarasca y madera muerta) o en la materia orgánica contenida en los suelos (MOS). En el caso de los pastizales, también existen estos tres reservorios, pero el INGEI contabiliza sólo las emisiones y remociones de GEI de la MOS asociado a cambios en el uso del suelo. La metodología de los inventarios nacionales asume que las ganancias en biomasa (viva o muerta) de pastizales y tierras de cultivos a lo largo del año son iguales a las pérdidas, por lo que son de suma cero.

En la gráfica 1 se muestra la evolución esperada de las emisiones netas (emisiones – remociones) de CO2 de los reservorios de carbono recién mencionados en el escenario tendencial. El cambio que se observa a partir de 2025, se explica por el aumento de capacidad industrial de la industria de celulosa, lo que resulta en una fuerte suba de las emisiones brutas de CO2.

Grafica 1. Emisiones netas de CO2 por reservorio de carbono: biomasa viva aérea y subterránea, materia orgánica muerta (MOM) y materia orgánica en los suelos (MOS) en el escenario tendencial.

Actualmente la serie del INGEI (BUR 3 Uruguay, 2019) muestra que hay remociones netas de CO2 en el sector. Este efecto neto en el flujo de carbono es temporal debido a que hubo un importante aumento de la superficie de plantaciones forestales en Uruguay y una porción significativa de superficie forestal está en fase de pleno crecimiento y acumulación de biomasa viva. 

    1. Trayectorias de emisiones y remociones de CO2

De manera de acompañar la descarbonización de los sectores emisores de CO2, el sector agropecuario plantea diferentes escenarios de secuestro de carbono principalmente en biomasa vegetal. En particular, se analizaron escenarios asociados a incrementos en la superficie de bosque nativo, montes de abrigo y sombra para ganadería y plantaciones forestales para diversos usos industriales.

Cuadro 2. Escenarios alternativos para maximizar la captura de carbono

ESCENARIO

SUPUESTOS

1. Forestación
nativo (Fnat)

Se incrementa 2.5% la superficie forestada con respecto al escenario tendencial en 2050, por aumento de la superficie de bosque nativo.

Se incrementa de 0.8% a 1.6% el área de bosques de abrigo y sombra en la superficie ganadera entre 2020 y 2050.

2. Forestación madera
(Fmad)

Se incrementa 10.9% la superficie forestada con respecto a la trayectoria tendencial por aumento de bosque nativo y expansión de la superficie forestada con fines de madera de aserrío y usos industriales.

Se incrementa de 0.8% a 1.6% el área de bosques de abrigo y sombra en la superficie ganadera entre 2020 y 2050.

En el escenario Fnat no se realiza cosecha de la biomasa leñosa acumulada en bosque nativo, por ese motivo el flujo de remociones y emisiones muestra un aumento constante del secuestro neto en toda la serie proyectada relacionado al aumento de la superficie, sumado al aporte de la captura de carbono incremental por aumento del área de bosques de abrigo y sombra en tierras ganaderas que tampoco registrarían extracciones de madera en el período proyectado. Las estimaciones de remociones por crecimiento del bosque nativo se realizaron con base en una tasa de crecimiento de 2 metros cúbicos por hectárea al año que, si bien es conservadora, guarda coherencia con el INGEI.

En las proyecciones de remociones de CO2 del escenario Fmad, además del efecto del aumento de la superficie de bosque nativo y bosques de abrigo y sombra, se observa una acumulación de carbono en biomasa leñosa adicional por el aumento de plantaciones forestales.

El cuadro 3 resume las emisiones netas de los escenarios alternativos en comparación con el escenario tendencial. 

La cuantificación de emisiones netas de los escenarios estudiados no incluye estimaciones de las remociones en suelos ni consideraciones sobre el potencial de incrementarlas por aplicación de buenas prácticas de gestión del campo natural. Actualmente esta fuente de remociones no está integrada en los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la promoción de estas prácticas es parte central de los esfuerzos en adaptación al cambio climático y el aumento de la productividad ganadera y tienen un potencial significativo de incrementar la captura de carbono en suelos.

Cuadro 3. Emisiones netas de CO2 para el escenario tendencial y los escenarios alternativos (Gg CO2)

AÑO

ESCENARIO

TENDENCIAL

Fnat

Fmad

2020

-7.896

-7.896

-9.228

2025

-2.464

-3.078

-4.035

2030

-2.831

-4.180

-5.981

2035

-2.848

-4.338

-6.090

2040

-2.816

-4.819

-7.420

2045

-2.530

-4.878

-8.476

2050

-2.543

-5.170

-9.594

2.2. Trayectoria de emisiones de metano (CH4)

El compromiso anunciado por Uruguay para su estrategia climática a largo plazo incluye solamente metas relacionadas al CO2, sin embargo, por el peso que tienen las emisiones de CH4 en el inventario nacional de gases de efecto invernadero, en la modelación de trayectorias se incluyó el análisis de escenarios para este gas.

El 93% de las emisiones de CH4 del país provienen del sector agropecuario. Las principales fuentes de emisión de este gas son la fermentación entérica del ganado vacuno no lechero (85,6%) y de la fermentación entérica del ganado lechero, ovino y de otros animales rumiantes y no rumiantes, el manejo del estiércol, el cultivo de arroz y la quema de biomasa (14,4%). De acuerdo al perfil de emisiones y remociones de GEI de Uruguay, la ganadería es responsable de la mayor parte de las emisiones de CH4 del sector agropecuario. Estas están determinadas principalmente por el stock vacuno y responden a un conjunto de variables que caracterizan la eficiencia reproductiva de la cría y la velocidad de terminación de los novillos para faena.

En la trayectoria tendencial de cambios de uso de suelo en el período 2020-2050 se observa que la superficie ganadera se contraería en un 2,7% por reducción de la superficie de campo natural y aumento de pasturas en rotación con cultivos, mientras que el stock total aumentaría en 392.000 cabezas (3.31%), producto de la evolución de largo plazo de la tasa de faena de novillos y la tasa de procreo vacuno.

Las emisiones de CH4 del sector, en 2050 serían 3,1% mayores que las reportadas en el INGEI del año 2017, aumentando en 22,55 Gg de metano. Este aumento estaría compuesto por un incremento de 2,9% de las emisiones por fermentación entérica del ganado (20,57 Gg), 2,2% de incremento de las emisiones por manejo de estiércol (0,33 Gg) y 10,4% de incremento en las emisiones del cultivo de arroz (1,67 Gg).

En la transición hacia el 2050 se planteó un escenario donde, con mejoras en los índices de producción, se logra disminuir la intensidad de emisiones por kilo de producto, manteniendo estabilidad de emisiones totales de esos gases y no contribuyendo con calentamiento adicional. En el cuadro 4 se muestra la evolución modelada en los coeficientes técnicos que resultan en un escenario alternativo de estabilidad de emisiones de CH4. El aumento de productividad sería derivado de la aplicación de buenas prácticas de manejo de ganado y de campo natural en el ciclo de cría, mejora en la digestibilidad de la dieta, una mayor proporción de finalización a corral, u otras propuestas tecnológicas acordes a una ganadería baja en carbono.

Cuadro 4. Modelo de evolución a 2050 de indicadores de ganadería en el escenario alternativo.

PARAMETRO

2020

2025

2035

2050

Incremento 2020 - 2050

Incremento porcentual 2020 - 2050

Stock (miles de cabezas)

      11.882,0 

      12.094,5 

      12.234,7 

      11.924,3 

                    42,3 

0,36%

UG/ha SP

            0,723 

            0,745 

            0,757 

            0,747 

                  0,023 

3,21%

Tasa faena vacas

            0,174 

            0,176 

            0,179 

            0,183 

                  0,009 

4,90%

Tasa faena vaquillonas

            0,165 

            0,178 

            0,206 

            0,254 

                  0,089 

54,00%

Tasa faena novillos +1

            0,455 

            0,489 

            0,566 

            0,650 

                  0,195 

42,87%

Tasa procreo

            0,600 

            0,621 

            0,666 

            0,735 

                  0,135 

22,42%

Producción total (mil ton)

1.217,5 

1.228,1 

1.313,3 

        1.367,0 

                  149,5 

12,28%

Productividad  (kg/ha)

              93,1 

              94,6 

            103,0 

            110,2 

                    17,1 

18,36%

Esto implica que las emisiones de metano por fermentación entérica del ganado aumentan únicamente en un 0,2% (1,5 Gg). El total de las emisiones de metano se incrementa en 0,4% (3,14 Gg), cambio compuesto por la mencionada variación de las emisiones del ganado, por una leve caída del 0,3% de las emisiones de la gestión de efluentes, y un aumento de 10,4% de las emisiones del cultivo de arroz. Estos discretos incrementos virtualmente representan un escenario de estabilización de las emisiones de metano.

    1. Trayectoria de emisiones óxido nitroso (N2O)

Las emisiones nacionales de N2O, al igual que las emisiones de CH4, derivan en su gran mayoría del sector agropecuario (96% de las emisiones totales de N2O). En el sector agropecuario las fuentes de emisión de este gas son: emisiones directas por deposición de orina y heces en áreas de pastoreo (64,7%), seguidas por aplicación de fertilizantes (8.5%), descomposición de residuos de cultivos (3.8%) y mineralización del nitrógeno del suelo por cambios en el uso de la tierra (2,9%). Las emisiones indirectas, por volatilización y lixiviación, representaron el 19,5% de las emisiones totales de N2O de AFOLU[4].

Para proyectar las emisiones a largo plazo se plantea el mismo escenario que para CH4, que conduce a la estabilidad de emisiones de N2O del sector ganadero y que no contribuye con calentamiento adicional. En el cuadro 4 se describen los indicadores técnicos en el escenario alternativo y el cambio que se propone con respecto al escenario tendencial. 

Las emisiones de N2O, en este escenario mostrarían una caída de 0,6% (-0,16 Gg), explicada principalmente por la disminución de las emisiones directas de suelos gestionados (- 0,15 Gg), asociadas a una menor pérdida de materia orgánica y menor uso de fertilizantes nitrogenados por cambio en el uso del suelo. 

3. Consideraciones finales.

En la elaboración de las trayectorias analizadas, Uruguay pretende aportar al objetivo de “no poner en riesgo la producción de alimentos” consignado en el Acuerdo de París, a la vez que promueve alternativas de producción sostenible, muchas de ellas basadas en tecnologías de procesos que permitan aumentar la eficiencia y la productividad de los sistemas pero sin aumentar las emisiones de GEI, en uno de los principales sectores de la economía del país, muy vulnerable a los efectos del cambio climático. 

En el sector agropecuario los esfuerzos de mitigación pueden implicar compromisos con otros aspectos ambientales que habrá que considerar al momento de definir acciones concretas de corto y mediano plazo, en las diferentes instancias de implementación de la política pública. Esto se refleja en los cambios en el uso del suelo que pueden pasar, por ejemplo, de campo natural a usos forestales.

Como resultado de los escenarios proyectados, el sector agropecuario sería capaz de secuestrar suficiente carbono para contribuir a mitigar temporalmente las emisiones de CO2 de los sectores energía, transporte, procesos industriales y residuos, pero teniendo en cuenta que a medida que los reservorios de carbono del sector se saturan se requerirán esfuerzos de descarbonización adicionales en los sectores que presentan emisiones netas de CO2.

El documento de ECLP que presentará Uruguay no incluye de manera explícita las acciones a llevar a cabo para implementar las trayectorias propuestas. En 2022 se elaborará la segunda CDN y en ese momento, se deberán identificar indicadores y objetivos junto con políticas para su implementación.

En el proceso de análisis de trayectorias alternativas se identificaron algunas líneas de acción de mediano plazo que favorecerán la transición hacia la CO2 neutralidad que se detallan a continuación:

  • Impulso de incremento del bosque nativo en Uruguay vinculado a la ejecución de estrategias del tipo REDD+, como, por ejemplo, los pagos por servicios ambientales.
  • Impulso de plantaciones con destino a aserrío y procesamiento mecánico de la madera mediante políticas públicas e incentivos específicos para el sector. Algunas de las acciones en este sentido serían: fomento de la construcción de viviendas en madera y de producción de materiales de madera de ingeniería de calidad y madera de calidad para muebles, actualización de estándares y normativas, apoyo a las pymes del sector, inclusión del tema en la agenda de compras públicas.
  • Políticas de promoción de buenas prácticas en campo natural que son parte central de los esfuerzos de adaptación al cambio climático en la ganadería y tienen un potencial de contribuir a neutralizar emisiones de GEI potenciando las remociones de carbono orgánico en el suelo.
  • Investigación y desarrollos metodológicos para ponderar el papel del campo natural y su buen manejo en la transición hacia la neutralidad de CO2 del país.
  • Desarrollos para acceder a medios de implementación específicos para el logro de las metas condicionales de la primera Contribución Nacional Determinada al Acuerdo de Paris (NDC) y para poder establecer metas más ambiciosas en la segunda NDC
  • Promoción de implantación de bosques de abrigo y sombra para bienestar animal y adaptación al cambio climático.

El escenario alternativo de emisiones de CH4 y N2O se propone estabilizar las emisiones y contribuir a la reducción de intensidad de emisiones con el objetivo de no contribuir con calentamiento adicional por esta actividad. La naturaleza biogénica de esas emisiones y la característica del metano de ser un gas de vida corta hacen aún más relevante este escenario.

4. Referencias

Primera Contribución Nacional Determinada al Acuerdo de Paris SNRCC (2017) https://www.gub.uy/ministerio-ambiente/politicas-y-gestion/contribucion…

BUR 3 Uruguay, SNRCC (2019) https://www.gub.uy/ministerio-ambiente/politicas-y-gestion/informes-bie…

SNRCC (2019) Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero. Uruguay. INGEI (2017) https://www.gub.uy/ministerio-ambiente/politicas-y-gestion/inventarios-…

 

[1] Ratificado por Uruguay el 19 de octubre de 2016 y aprobado por Ley Número 19.439 del 17 de octubre de 2016.

[2] Las emisiones de CH4 en el año 2017 del sector fueron el 94% de las emisiones totales de CH4 del país, y el 86% correspondieron a la fermentación entérica de la ganadería vacuna de carne.

[3] Art. 4.19 del Acuerdo de París.

[4] Agricultura, forestación, y otros usos de la tierra

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