La lectura en voz alta
Sé que leer en voz alta es la forma más exitosa y agradable de presentar casi cualquier texto literario a cualquier grupo de gente, sin importar su edad.
Aidan Chambers
La lectura en voz alta es una de las estrategias más potentes de las que disponemos las y los mediadores de lectura.
José Henriques Figueira la llama lectura expresiva y dice lo siguiente:
Para leer bien, no basta con leer corrientemente, pronunciando las letras, sílabas y palabras con facilidad y corrección y notando los signos[Nota al pie] que se emplean para puntuar. Se requiere, además, dar sentido o expresión a lo que se lee; esto es, que la voz, en sus varias intensidades, entonaciones y movimientos, se conforme con las ideas y sentimientos expresados en lo escrito, pues sólo (sic) así se podrá apreciar debidamente el pensamiento y la intención del autor. Muchas son las personas que leen corrientemente; pero pocas, muy pocas, las que saben leer con expresión. La causa de este defecto consiste en que, generalmente, las personas leen muy deprisa, no articulan bien las palabras y descuidan el aprendizaje de la lectura expresiva. (1918, Trabajo. Nuevo método de lectura expresiva y literatura.)
Sin duda, leer en voz alta no es una actividad fácil y requiere de una buena práctica. Será más acertada cuanto más fielmente se reproduzcan el pensamiento y los sentimientos del emisor principal, el autor/a. Para ello, les damos algunos consejos:
Antes de la lectura
- Adueñarse del texto.
- Ensayar la entonación lingüística y emocional e ir ajustando el ritmo, el tono y el volumen a las necesidades del relato.
- Preparar alguna pregunta o presentación del texto que cree un clima apropiado y predisponga a la escucha atenta.
Durante la lectura
- Definir la posición en que se va a leer en función del lugar, el público y el clima que se quiere conseguir.
- Sujetar el texto de manera correcta, sin taparse la cara.
- Con frecuencia, levantar los ojos del libro que leemos y promover el contacto visual con el público.
- Controlar la respiración.
- No tener prisa por terminar y hacer las pausas necesarias.
- Usar los silencios como herramienta fundamental.
- Controlar el tono, la modulación y las inflexiones.
- Dar tiempo a los oyentes para reaccionar. Los niños no tienen que estar quietos y callados; es bueno que la lectura despierte sus emociones.
[Nota] ~ «Signo lingüístico. Unidad mínima de la oración, constituida por un significante y un significado». (Diccionario RAE)