37.ª Feria Nacional de Clubes de Ciencia (2023)

Generación verde

Club de Ciencia

Huerticuriosos

Integrantes

Dolci, Román, Ruiz, Oliver, Almirón, Ángel, Casado, Valentino. Duarte, Matheo, Acosta, Juan, Machado, Aaron, Ruiz, Lucía, Ruiz, Belén, Díaz, Jairo, Iglesias, Tiana, Acosta, Noha, Arbiza, Tiago, Ríos, Jonás, Méndez, Facundo, Montero, Samuel, Guell, Josefina, Rodríguez, Camelia, Rosas, Zoe, Corrales, Andrés, Acosta, Lucas, Bazán, Yulisa, Cordara, Teo, Ercila, Andreson, Portela, Luis, Di Pernal, Yoel, Giménez, Lautaro, Osores, Kaila, Giménez, Bastian, Grela, Mateo, Centurión, Mateo, De Los Santos, Nayra, Ríos, Shenoa, Baulan, Martina, Olivera, Cristal, Ríos, Gimena, Rodríguez, Brisa, Abreu, Milagros

Orientadoras

Mónica Campero, Mónica Sosa

Institución

Escuela N.º 53 Italia, Fray Bentos, RÍO NEGRO

Al comienzo del año se desarrolló a nivel institucional el proyecto denominado Generación Verde y con él la idea de crear un plan de trabajo colaborativo entre primero y segundo año.

El objetivo central fue explorar los espacios dentro de nuestra Escuela. Se iniciaron asambleas con los grupos y surgieron preguntas generadoras, tales como: ¿qué sucede con los espacios en nuestra Escuela? ¿Qué podemos hacer para mejorarlos?

Se inició un diálogo reflexivo y colectivo y emergieron diversas ideas. Tras la discusión, el plan se puso en marcha y se llevaron a cabo las propuestas de los alumnos. Siguiendo la línea de investigación nos preguntamos, ¿cómo podríamos aprovechar de manera efectiva uno de los espacios para que sea atractivo y útil para fomentar la salud y el aprendizaje? Frente a esta pregunta, los niños demostraron un marcado interés y entusiasmo, además de una gran disposición para trabajar activamente; su objetivo principal era convertir este espacio en un auténtico laboratorio natural, vivo, donde pudieran observar, indagar, experimentar, disfrutar y participar de manera colaborativa.

Concluimos que la huerta escolar se convirtió en un recurso valioso que enriqueció la experiencia de aprendizaje de los niños y generó un impacto significativo en la comunidad educativa. La maestra comunitaria, junto a la nutricionista y las familias, elaboró recetas caseras con los alimentos cosechados. Esto inspiró a otras clases a sembrar y promovió la creación de pequeñas huertas en los hogares.

Esta experiencia fortaleció la conexión entre escuela, alimentación saludable y comunidad en general. 

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