Antología - Mujeres con historia

Gabriela Barreiro

Gabriela es maestra en la Escuela Especial N.º 279. La institución atiende a niños de la zona este de Montevideo mediante el apoyo a niños con ceguera, total o baja visión, así como a su entorno.

Como bien sabemos la ceguera puede ser adquirida o de nacimiento, ¿cuál es tu caso?

En mi caso es ceguera adquirida. Yo quedé ciega en un accidente de tránsito, un año después de haberme recibido de maestra. Ya estaba trabajando en un quinto año, en una escuela común, después hice rehabilitación y bueno me reintegré al trabajo.

Imagino que fue una experiencia traumática

No fue traumático para mí, a veces la gente cuando uno le comenta que tuviste un accidente como que queda impresionada, pero salí adelante rápido.

Nos comentaste que fuiste a rehabilitación ¿qué significó para ti?

“Me enteré a través de amigos que se podía hacer una rehabilitación y me acerqué a las instituciones para personas ciegas para conocer que podía hacer que si podía seguir trabajando. Bueno, en el centro Tiburcio Cachón ahí me fui a escribir y bueno, tuve que esperar un poquito para que hubiera lugar y empecé la rehabilitación que me llevó varios meses, pero fue súper importante porque ahí es como que seguís haciendo todo lo que hacías, pero de otra manera, digamos teniendo cuidado para cocinar para desplazarse, entonces te van enseñando técnicas formas maneras como desplazarte en interiores en exteriores con el uso de bastón, qué precauciones tomar para hacer todas las tareas de la casa y bueno, te van preparando para volver a insertarte en lo laboral o seguir estudiando y llevando tu vida normal adelante. ”Me enteré, a través de amigos, que se podía hacer una rehabilitación y me acerqué a las instituciones para personas ciegas para conocer qué podía hacer, si podía seguir trabajando. Bueno, en el centro Tiburcio Cachón me inscribí, y bueno, tuve que esperar un poquito para que hubiera lugar y empecé la rehabilitación que me llevó varios meses, pero fue súper importante porque ahí es como que seguís haciendo todo lo que hacías, pero de otra manera, digamos que teniendo cuidado para cocinar, para desplazarte. Entonces te van enseñando técnicas, formas, maneras sobre cómo moverte en interiores, en exteriores, con el uso de bastón, qué precauciones tomar para hacer todas las tareas de la casa, y bueno, te van preparando para volver a insertarte en lo laboral o para seguir estudiando y llevando tu vida normal adelante.

Gabriela, contanos ¿por qué decidiste ser maestra?

Bueno, pensé que era lo que me gustaba y por suerte no me equivoqué porque sigo trabajando como maestra y me sigue gustando mucho lo que hago. Cuando sos chico a veces te preguntan qué quieres hacer de grande y a uno se le ocurren montones de cosas; después, de a poco, se va decidiendo. Yo soy la menor de tres hermanas y la mayor también es maestra. La veía estudiar con las compañeras, preparar los materiales, le ayudábamos en casa a recortar papeles, a preparar cosas y me fui convenciendo. Como te digo, estoy contenta con lo que hago.

¿Qué función desempeñas en la escuela 279?

La escuela 279 es una escuela para niños con discapacidad visual que atiende la parte este del departamento de Montevideo. Los niños que van allí tienen entre 3 y 16 años aproximadamente, todos con baja visión o ceguera. Mi trabajo es de maestro de apoyo e itinerante. Trabajo como maestro de apoyo dentro de la escuela especial acompañando a los chicos en la parte de Matemática y Lenguaje especialmente. Y fuera de la escuela recorro escuelas comunes donde hay niños ciegos incluidos. En clases de niños comunes, me refiero a chiquilines que ven, y entonces mi trabajo es con el niño, con el docente, con los técnicos y con la familia, relacionando todo eso, aportando material, haciendo un intercambio. Los niños realizan el mismo programa escolar que todos los chicos, pero lo que tenemos que adaptar son los recursos que utilizan. Entonces, en ese aspecto es donde nosotros asesoramos al maestro de escuela común. Intercambiamos, dialogamos y conversamos sobre de qué manera enseñar lo mismo para chicos con diferentes posibilidades, con qué otros recursos, con qué otros materiales.

Hace ya casi un año y medio estamos viviendo a nivel mundial una situación de emergencia sanitaria, ¿cómo afectó tu trabajo esta situación, qué implicó la adaptación?

La situación de pandemia nos afectó muchísimo a todos, alumnos, docentes, padres, familias. Toca varios aspectos, por un lado, en lo institucional todos los docentes tuvimos que reorganizarnos y estar al tanto de todo lo que se estaba dando para no hacer cosas repetidas, para no invadir a la familia. Sí, organizarnos, saber qué día enviaba tareas cada uno para no superponerse, eso fue bueno porque estuvimos todos más coordinados. Pero resulta muy difícil e insustituible el trabajo presencial con niños con discapacidad visual, ya que a veces para lograr los conceptos que quizás trabajas mucho cuerpo a cuerpo y con cosas de la realidad para mostrarle, para ver cómo funciona, ¿cómo se usa? ¿Cómo es? Y en lo virtual, claro,  se pierde mucho de eso porque se hace todo muy teórico, muy verbal.

Pero bueno, nos tuvimos que ir adaptando y como la escuela es Centro de Recursos Este, por ejemplo, el año anterior y el otro hacíamos talleres de enseñanza de sistema Braille para los familiares de los alumnos y para los docentes. Ahora, lo que hicimos fue, a través de entrevistas con agenda, llamar a los padres; como había empezado el año y no nos había dado el tiempo, de pronto de hacer eso, de hacer que venga cada uno a compartir dudas y a ver cómo funciona, cómo es el sistema Braille, cómo funciona la máquina, prestarle materiales para que lleguen a la casa para que puedan escribir, para que puedan leer, ofrecerles libros, este darle material impreso para que se lleven y después que lo vengan a traer para corregir. Tratar de tener las mayores instancias que se puedan de contacto, de comunicación, no perder el vínculo y tratar de no decaer, pero claro que se hace muy difícil para todos porque no todos los niños tienen en la casa familiares que puedan atenderlos, que puedan ofrecerles todo lo que precisan y, a veces, salen a trabajar o no pueden conectarse, o si les mandas un vídeo, no lo ven, entonces tampoco pueden recibir la explicación de la tarea.

Algunas inclusiones quedaron un poco por el camino, estaban programadas para hacerse en este año y no pudieron prepararse lo suficiente o los chiquilines no pudieron. Hay que hacer todo un trabajo cuando se va a incluir un niño que de repente está yendo a la escuela especial y después se incluye en tercero o en cuarto. Hay que hablar con toda la institución, la directora los maestros, los profesores, los alumnos y, bueno, ahora con este problema que hay que reducir un poco la cantidad de niños que entraban en el salón. De todas formas, se siguieron apoyando otras escuelas, pero en menor cantidad.

¿Qué estrategias utilizas para motivar a tus alumnos?

Lo más importante es conocer al alumno, qué intereses tiene, qué le gusta y partiendo de ahí tratar de enganchar con lo que tenemos que dar del programa, ¿no? y hacer un buen vínculo. También tratamos de hacer juegos, motivar con juegos y ahora en pandemia es un poco más difícil porque a veces no estamos directamente con el alumno, estamos con la familia de intermediaria y, bueno, es diferente, tratamos con los que son un poquito más grandes, que manejan solos el celular para hacer grupos de WhatsApp, para que también se vincularan entre ellos y pudieran dialogar, intercambiar, cuando se planteaba alguna tarea.

¿Tienes algún hobby o pasatiempo? ¿Cuál?

Mira a mí me encanta caminar, hacer gimnasia e ir a la caminar a la playa. Pero hace varios años que lo que hago es bailar tango. Participé en la avalancha tanguera, ahora con la pandemia también está todo trancado, pero bueno, ya vendrán tiempos mejores.

Por último, la mayoría de las personas al enfrentarnos a situaciones u obstáculos no logramos sacar cosas positivas, ni superarlas. ¿Podrías dejarnos un mensaje de reflexión?

Dificultades grandes y pequeñas, obstáculos tenemos todos a lo largo de la vida. El asunto es cómo lo enfrenta cada uno, depende mucho de la historia personal, de la fuerza que cada uno tenga y de quienes lo rodean, si lo apoyan si lo contienen. Hay personas que igual no tienen a nadie que los ayude e igual salen adelante, porque tienen mucha fuerza, mucha voluntad o saben con quién conectarse, con quién relacionarse para salir adelante.

Accedé al audio de la entrevista

Etiquetas