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Jorge Scheck y los Lobizones

Jorge Scheck y Los lobizones

Jorge (izquierda) y Daniel (derecha) Scheck.

 

En el marco de los centenarios de Elina Berro y Jorge Scheck, el INLET y el Museo Histórico Nacional, con el apoyo de la Biblioteca Nacional, organizan la muestra La risa escrita: Mónica y los Lobizones. A partir de estos dos referentes ineludibles de la escritura humorística en Uruguay, la exhibición recorre las distintas modalidades del humor nacional durante la segunda mitad del siglo XX y los pone en diálogo con artistas y creadores contemporáneos. En esta sección, compartimos con ustedes uno de los textos sobre Jorge y Daniel Scheck que forman parte de la muestra.

Se podrá visitar la exhibición en la Casa Rivera (Rincón 437) desde el 8 de diciembre de 2023 hasta el 30 de abril de 2024.

 

Todo comenzó en 1954, el año del Mundial organizado por Suiza, cuando a los hermanos Jorge (1923-1988) y Daniel Scheck (1929-2015) les encomendaron la sección “Lo que no dice la crónica”, del diario El País.   Firmaban como Suplente y, al regreso del periodista “titular”, crearon “La página de los lunes”. Tenía ilustraciones, cuentos, chistes, “algunos bastante pesaditos para la moral de la época”, al decir de César Di Candia, también colaborador del medio. Ellos tres, junto a Raúl Martínez, se propusieron estructurar el material en forma de revista, una publicación independiente dedicada “a suavizar el día más áspero de la semana”, como marcaba su slogan. Así, en julio de 1957 salió el primer número de Lunes, que continuó publicándose hasta 1962, totalizando 136 números. Todo un símbolo de la revista fue El Flaco Cleanto, un pícaro entrañable nacido de la imaginación de Jorge Scheck que incluso trascendió las páginas impresas para llegar a la televisión y hacer reír fusionando el absurdo con el humor popular. 

Con el nacimiento de Canal 12, los Lobizones -seudónimo de la dupla- crearon Telecataplum: un hito del humor televisivo y uno de los programas más emblemáticos de la televisión uruguaya. Se trataba de un proyecto que reunía cómicos de distintos perfiles y procedencias y que era generado por gente vinculada a la prensa. Posiblemente por eso, tuvo una fuerte conexión con la realidad de la época. 

Se dice que Telecataplum inventó una forma original de hacer humor en el Río de la Plata, sin capocómicos ni vedettes. “Humor con distinción” cuya ejecución requería más de un nivel de lectura y que integraba con naturalidad  la crítica de actualidad. El primer grupo estuvo integrado, entre otros, por Eduardo D´Angelo, Ricardo Espalter, Raimundo Soto y luego se sumaron Enrique Almada, Henny Trailes, Andrés Redondo, Jorge “Guita” Vidal, Jorge Cazet, Berugo Carámbula y Gabriela Acher.
Por Telecataplum, en 1964, obtuvieron como libretistas el Premio Ariel, de la Asociación de Cronistas de Televisión del Uruguay, y la Medalla de Argentores. Un año más tarde, ganaron el Premio Martín Fierro. Adaptándose a distintas épocas e incorporando nuevos recursos tras la aparición de la TV en colores, Telecataplum se emitió hasta 1988, año de la muerte de Jorge Scheck. Pero su legado se extendió hasta el año 2000, cuando su sucesor, Plop!, dejó de emitirse.
Jorge Denevi, director de ambos programas, comentó: “Una cosa prodigiosa que tenía Jorge Scheck era su habilidad y rapidez para escribir letras, como nunca vi, y la habilidad de enfocar un tema sabiendo dónde podíamos pegar y dónde no, en medio de la dictadura” [...] Porque con el humor y la canción podíamos sugerir cosas que no se podían hacer en un programa político o en un noticiero”, en referencia al mítico espacio “Las noticias cantadas”. En plena dictadura, a través del humor y la música, era de los pocos espacios en donde podía filtrarse algo de libertad expresiva, tanteando siempre los bordes de la censura. 

En relación a su versatilidad, Andrés Tulipano, guionista de Plop!, reflexionó: “los Lobizones tuvieron la virtud de escribir en todas las variantes del humor sin renunciar jamás a su estilo personal, una manera ecléctica que va desde lo costumbrista al surrealismo”.

 

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