Anuario de OPYPA 2022

Cebada y malta: situación y perspectivas. C. Rava

La cadena agroindustrial maltera atravesó un año 2022 caracterizado por un total abastecimiento de la industria con materia prima nacional, como resultado de un área cosechada récord y de condiciones climáticas sumamente favorables durante el desarrollo del cultivo que permitieron alcanzar un volumen de cosecha récord histórico de 920 mil toneladas. Como consecuencia del golpe de calor que afectó principalmente el llenado de granos, hubo un rechazo importante del recibo por parte de las malterías. A pesar de ello, la industria no tuvo necesidad de importar materia prima. Como consecuencia de la coyuntura internacional -guerra entre Rusia y Ucrania- los precios tanto de la cebada grano como de la malta fueron excepcionales. Esto se expresó en los indicadores de margen a nivel del productor y de comercio exterior, dentro de los que se destaca un resultado de la cadena agroindustrial excepcional con exportaciones por US$ 400 millones.

El escenario para la zafra agrícola 2022/23 está influido por un importante descenso del área sembrada y excelentes condiciones climáticas en cuanto a luminosidad, radiación y frío durante el invierno, que compensaron el importante déficit hídrico. La productividad del cultivo sería mejor a lo esperado y la principal incertidumbre está en los posibles problemas de calidad. Las malterías flexibilizaron las condiciones de recibo, ante posibles problemas de calibre y proteína. Se proyecta una cosecha en el entorno de 730 mil toneladas -que si bien podría ser mayor a medida que avance la cosecha volumen-, sería ajustado para abastecer las necesidades de la industria maltera nacional, la cual no contaría con saldos exportables de cebada cruda. A nivel internacional, si bien el conflicto bélico continúa y los precios se mantienen tonificados, es alta la incertidumbre dado que se prevé que las principales economías del mundo entren en recesión en 2023.

  • 1) La situación en el año 2022

1.1. La oferta de cebada grano

El área de siembra de cebada alcanzó a 224 mil hectáreas, 21% por encima de las 185 mil hectáreas del ciclo anterior, registrando la mayor superficie histórica del cultivo en el país superando las 190 mil hectáreas de la zafra  2016/17. Las condiciones climáticas durante   el desarrollo del cultivo fueron sumamente favorables, con condiciones de luminosidad y frío que permitieron expresar una productividad media de 4.102kg/ha, que, si bien resulta inferior al récord productivo de la zafra anterior, es un guarismo que supera ampliamente los resultados productivos de años anteriores. Es así que la producción de cebada alcanzó las 920 mil toneladas en el pasado año agrícola 2021/22, y registró el mayor volumen histórico del cultivo en el país (Cuadro 1).

Respecto a la calidad del grano, la falta de agua durante la primavera y el golpe de calor hacia fines de octubre generó perjuicios en la decisiva etapa del “llenado del grano”, evidenciando importantes problemas de granulometría. No hubo problemas de DON2 dado que sanitariamente los cultivos se comportaron de manera satisfactoria, y la proteína se mantuvo entre los parámetros solicitados por la industria maltera -promedio 11%-. Las dificultades constatadas se asociaron al bajo calibre que determinó cebada con calidad no apta para malteo -el rechazo se estima alcanzó un 20%-. Esta situación generó un volumen de oferta de cebada forrajera ampliamente superior al promedio de zafra, que se canalizó comercialmente a través de la exportación con destino a China y en el mercado de granos forrajeros para alimentación animal a nivel local.

Cuadro 1. Cebada: evolución del cultivo

año

agrícola

área sembrada

(hectáreas)

rendimiento

(kg/ha)

Producción

(toneladas)

2011/12

104.580

3.126

326.900

2011/13

145.000

1.900

275.500

2013/14

90.000

3.510

315.900

2014/15

99.500

2.444

243.178

2015/16

92.702

3.840

355.976

2016/17

190.000

3.568

677.920

2017/18

153.000

2.516

384.948

2018/19

167.300

3.813

637.915

2019/20

164.937

3.679

606.803

2020/21

185.498

4.791

888.721

2021/22

224.290

4.102

920.038

var. (%)

21%

-14%

4%

Fuente: DIEA.

A pesar de los problemas de calidad y rechazos de la industria, el volumen cosechado permitió colmar -en su totalidad- con materia prima nacional las necesidades para el uso pleno de la capacidad de procesamiento instalada en el país, la que se incrementó a 464 mil toneladas anuales de malta desde este año 2022 -por la ampliación de Maltería  Oriental3 - equivalente a unas 630 mil toneladas de cebada cervecera en condiciones de “chacra”4.

Con un carry-over de la zafra anterior de casi 198 mil toneladas a noviembre 2021 y un excepcional volumen de oferta disponible, la industria no tuvo la necesidad de recurrir a importación de cebada cruda (Gráfica 1).

Gráfica 1. Producción e importaciones de cebada grano (Período noviembre-octubre)

Nota1: hasta 2018/19, importaciones en régimen de Admisión Temporaria; período nov-oct.

Nota2: el % significa la proporción de cebada importada respecto al volumen de producción. Fuente: OPYPA con base en DIEA y Aduanas.

1.2. La demanda

La fase industrial de la cadena mantuvo un excelente nivel de actividad y trabajó a capacidad plena, lo que se expresa en los guarismos de volumen y valor récord histórico de malta exportado.

Durante 2019/20, la caída en la tasa de actividad y el consumo en el mundo derivados    del COVID-19, profundizaron la baja en los precios de los granos que ya se encontraban atravesando una fase de estancamiento. Con relación a la malta, el flujo de demanda durante el año 2020 se vio fuertemente alterado por parte de Brasil -principal país destino-, como consecuencia de la caída del consumo doméstico de cervezas, lo que repercutió directamente en las necesidades de malta de la industria5. Por el contrario, durante 2020/21 la recuperación de la demanda de las principales economías mundiales impulsó al alza el precio de los commodities y los envíos de malta por parte de Uruguay recuperaron la estabilidad que las caracteriza.

En 2022, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, por su rol estratégico como abastecedores claves de energía y alimentos, sacudió a los mercados globales y generó una profunda inestabilidad y volatilidad en los mercados de commodities. Rusia es el principal abastecedor mundial de trigo (17% del comercio mundial) mientras Ucrania ocupa el tercer lugar (12% del comercio mundial). Además, Ucrania es el mayor exportador del mundo de aceite de girasol y el cuarto mayor exportador de maíz. Ucrania y Rusia son a su vez el segundo y tercer mayor exportador de cebada del mundo, por detrás de Australia. Por otra parte, Rusia es uno de los mayores productores de gas y petróleo del mundo, y es el principal proveedor de fertilizantes.

La interrupción de los suministros como consecuencia de la imposibilidad de levantar      las cosechas, las sanciones económicas impuestas a Rusia (cierre del sistema financiero occidental SWIFT) y el cierre de los puertos del Mar Negro, generó una alta  incertidumbre -durante gran parte del año- respecto a la seguridad alimentaria de los países importadores de commodities, principalmente los países del continente africano y la región del sudeste asiático. Preocupados por el abastecimiento interno de alimentos, varios países productores restringieron las exportaciones agravando la situación. Esta crisis de oferta -la cual se suma a los fundamentos de los mercados de commodities- derivó en fuertes incrementos en    los precios de los alimentos y generó una importante presión inflacionaria en los distintos países del mundo, que alcanza máximos históricos en décadas.

El Índice de Precios de los Alimentos (FAO), que consiste en el promedio de los índices de cinco productos básicos: carnes, productos lácteos, cereales, azúcar y aceites vegetales, alcanzó en marzo de 2022 -casi 160 puntos- su mayor registro histórico en su serie de 30 años. A partir del mes de julio, el Índice comienza a descender como consecuencia de la disponibilidad estacional de las cosechas del hemisferio norte y de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, un acuerdo respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmado a mediados de julio entre Rusia y Ucrania, que permitió la reanudación de las exportaciones de granos y alimentos desde tres puertos ucranianos que habían sido efectivamente bloqueados desde mediados de febrero. A pesar de ello, el Índice se mantiene sumamente elevado respecto a su histórico. En momentos de redactarse este Articulo, se confirma la extensión del acuerdo de granos del Mar Negro por 120 días adicionales, con el objetivo  de facilitar la navegación segura de las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde Ucrania, lo cual calmaría las preocupaciones recientes acerca de la seguridad alimentaria mundial y la amenaza de reactivar el alza de los precios en el mercado.

En este contexto internacional de altos precios, las exportaciones de malta de Uruguay del período nov/21-oct/22 alcanzaron a 471 mil toneladas, un 22% por encima de las 387 mil toneladas exportadas durante los 12 meses previos (Gráfica 2). Por su parte, el valor de las exportaciones totalizó US$ 313 millones, incrementándose 45% respecto a los 216 millones del año anterior, con un precio promedio de la malta de US$ 664 por tonelada FOB, 19% por encima respecto al período previo.

Gráfica 2. Exportaciones de malta (Período noviembre-octubre)

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

Las 471 mil toneladas de malta exportadas, equivalen al procesamiento de unas 640 mil toneladas de cebada6. La industria no requirió importar materia prima y la totalidad de la malta se elaboró con materia prima nacional. El precio de la cebada cervecera nacional    se incrementó casi 29% respecto a la zafra anterior, y se ubicó en promedio en US$ 270 la tonelada, el mayor precio registrado -hasta el momento- en la serie histórica del producto. Este fuerte incremento del precio está estrechamente vinculado a la coyuntura internacional comentada anteriormente. Por lo tanto, ante la ausencia de importaciones, el precio medio de adquisición de la materia prima para la industria maltera se ubicó en US$ 270 la tonelada en el periodo 2021/22 (Cuadro 2).

Cuadro 2. Industria maltera: estimación de las condiciones de adquisición de la materia prima (en dólares por tonelada)

 

Período noviembre - octubre

 

2018/19

2019/20

2020/21

2021/22

Variación

malteo de cebada nacional (1)

100%

95%

100%

100%

 

malteo de cebada importada (1)

0%

5%

0%

0%

 

precio cebada nacional (2)

196

195

210

270

28,6%

precio de cebada importada (3)

-

329

-

-

 

precio medio materia prima

196

202

210

270

28,6%

Fuente: elaborado por OPYPA.

(1)Estimado a partir de los volúmenes exportados de malta (en equivalente grano) y las importaciones de cebada.

(2) Precio medio de compra a productores (puesto en depósito).

(3)Precio CIF medio (nov-oct).

La participación relativa de las malterías en el comercio exportador muestra el mantenimiento del liderazgo de la firma AmBev, que a través de sus dos principales malterías –CYMPAY en Paysandú y MUSA en Nueva Palmira- alcanzó un 61% del volumen total comercializado. El restante 39% correspondió a la firma MOSA (La Paz, Canelones), quien a partir de 2022 acrecentó su volumen exportado un 26% respecto a la zafra anterior como consecuencia de la ampliación de su capacidad de procesamiento (Cuadro 3).

Cuadro 3. Exportaciones de malta: principales exportadores

Año 2021/22 (nov./oct.), en toneladas

Empresa

Volumen

Participación

CYMPAY – AmBev

151.412

32%

Maltería Uruguay – AmBev

138.346

29%

Maltería Oriental – MOSA

181.163

39%

Total exportado

470.921

100%

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

En cuanto a los mercados, las ventas de malta mantuvieron el habitual predominio de Brasil, país que alcanzó el 79% del volumen total exportado. Por primera vez, Uruguay exporta malta con destino a Europa. La empresa MOSA exportó malta a Bélgica por 30 millones de dólares a US$ FOB 595 la tonelada, cumpliendo con los requisitos de calidad solicitados. Paraguay se ubica como tercer destino, aunque su participación cae de 15% a 8% en el periodo 2021/22. Bolivia continúa perdiendo importancia como mercado destino, captando sólo un 2% del volumen de venta de malta de Uruguay (Cuadro 4).

Cuadro 4. Exportaciones de malta: principales destinos Año 2021/22 (nov./oct.), en toneladas y US$ FOB/t

Destino

Volumen

Participación

US$/t

Brasil

372.454

79%

666

Bélgica

49.475

11%

595

Paraguay

35.779

8%

712

Bolivia

11.966

2%

741

Perú

1.247

0%

633

Total exportado

470.921

100%

664

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

Respecto a la cerveza, si bien las exportaciones se incrementaron levemente respecto a    la zafra anterior, éstas se encuentran en registros mínimos históricos. En los doce meses comprendidos entre noviembre/21 y octubre/22 las exportaciones totalizaron casi 2 millones de dólares, 4% más que el monto de US$ 1,9 millones exportados en el periodo previo (Gráfica 3).

Continúa firme la participación de Brasil, siendo este año el destino de 76% del volumen exportado de cervezas, por 1,4 millones de dólares. El segundo destino en importancia   fue Argentina, quien incrementa su participación de 19% a 26% en los 12 meses, con exportaciones por un valor de 509 mil dólares. Completan el registro Chile y EEUU con ventas marginales. Las exportaciones hacia México continúan ausentes.

Respecto a las empresas, la totalidad de las exportaciones corresponden a la empresa FNC, ya que la participación en el comercio de empresas elaboradoras de cervezas artesanal es marginal. MOSA se consolida en el mercado local como la principal proveedora de malta a las cervecerías artesanales (Mastra, Davok, Volcánica, Cabezas Bier) que han tenido un gran crecimiento y actualmente demandan en promedio 700 toneladas anuales.

Gráfica 3. Exportaciones, importaciones y saldo comercial de cervezas (Período noviembre-octubre)

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

El saldo en la balanza comercial de cervezas continúa siendo negativo, y se profundiza en 2021/22 como consecuencia de un fuerte incremento de las importaciones de cerveza respecto a los años anteriores. El valor de las importaciones de cervezas entre nov/21 y oct/22 superó los US$ CIF 28 millones, 25% por encima de los US$ 23 millones del año anterior.

De ese modo, dado el leve incremento de las exportaciones de cerveza, el saldo negativo en 2021/22 se incrementa hasta US$ 26,7 millones, 26% más que los US$ 21,1 millones del período previo (Gráfica 3).

El comercio exterior de la cadena agroindustrial incluye las exportaciones de grano de cebada, las cuales se incrementaron fuertemente en el período nov/21-oct/22 y totalizaron 279 mil toneladas, por un valor FOB de US$ 84 millones (Gráfica 4). Dicho volumen significó un 30% de la producción nacional y multiplicó por 1,25 el volumen del año previo, cuando las ventas alcanzaron 223 mil toneladas por US$ FOB 64 millones. El precio medio de las exportaciones fue de US$ 302 la tonelada (FOB), 5% por encima del recibido el año previo.

La exportación de grano de cebada, es una importante alternativa que otorga fluidez comercial a las malterías, principalmente cuando se registran problemas de calidad y se generan rechazos de materia prima como ocurrió en esta zafra 2021/22.

Gráfica 4. Exportaciones de cebada grano (Período noviembre-octubre)

Fuente: OPYPA con base en BCU y Aduanas.

La apertura del mercado chino tras la firma de un protocolo de exportación con requisitos fitosanitarios (plagas y malezas cuarentenarias) en diciembre de 20187, con prorrogación de 2 años adicionales, permite consolidar las exportaciones de cebada grano con ese destino. Los conflictos comerciales entre Australia y China, donde el país asiático elevó el arancel    a 80% para la importación de la cebada australiana y canceló varios envíos, generó la necesidad de nuevos abastecedores de cebada (Argentina, Francia, Canadá).

De acuerdo a la información de USDA, mientras la producción global se mantendría en 149 millones de toneladas -con la UE, Australia, Rusia y Canadá como principales productores-, las necesidades de importación de cebada de China para la zafra 2022/23 se incrementarían a 9 millones de toneladas (Gráfica 5).

Gráfica 5. Producción, consumo e importaciones de cebada de China (Período noviembre-octubre)

 

Fuente: OPYPA con base en USDA Grain.

Brasil, quien se caracterizaba en años anteriores por ser el principal destino de las exportaciones de cebada cruda de Uruguay, queda relegado al segundo lugar por detrás  de China, con apenas una participación de 15% del volumen exportado durante la zafra 2021/22. Uruguay se consolida como proveedor confiable y China se consolida como el principal destino con el 53% de las ventas, pagando en promedio US$ FOB 288 la tonelada, valor algo inferior al resto de los destinos. De acuerdo a lo informado por las empresas exportadoras, la cebada con destino a China requiere PH 64%, humedad 13,5% y poder germinativo superior a 95%, requerimientos que serían menores a los exigidos por las malterías respecto a la cebada maltera. En China, la cebada exportada por Uruguay va a malteo para elaborar cerveza proveniente de una malta FAQ que permite la mezcla de variedades.

Por primera vez se concretan exportaciones con destino a Europa, con exigencias elevadas de calidad -principalmente relacionadas a la presencia de residuos de agroquímicos en grano-. Algo más de 28 mil toneladas (10%) tuvieron como destino Holanda, quien pagó en promedio US$ FOB 372 la tonelada. Suiza, Túnez, Irak e India completan el listado de países destinos, el cual este año presenta una amplia y nueva diversificación comercial.

Cuadro 5. Exportaciones de cebada grano: principales destinos Zafra 2021/22 (periodo comercial nov./oct.), en toneladas y US$ FOB/t

Destino

Volumen

Participación

US$/t

China

147.138

53%

288

Brasil

41.422

15%

337

Holanda

28.346

10%

372

Suiza

20.574

7%

291

Túnez

16.945

6%

273

Irak

14.313

5%

270

India

10.512

4%

298

Total exportado

279.249

100%

302

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

En esta oportunidad, las malterías redujeron su participación y dieron cuenta del 25% (vs 77% la zafra anterior) del volumen de grano de cebada exportado. MOSA exportó un 19% del volumen total (53 mil toneladas) con destino a Brasil y Holanda, mientras Ambev, concretó exportaciones por apenas un 6% de las ventas. La empresa COFCO SA, fue la responsable de colocar 127 mil toneladas -45% del volumen exportado- durante la zafra 2021/22, con destino a China y Suiza. El restante 30% del volumen exportado de cebada cruda se realizó a través de empresas independientes por fuera de los contratos con las malterías que concretaron ventas hacia diversos destinos. Entre ellas TGL con una participación de 30% del volumen total exportado -tuvo a India como destino-, Barraca ERRO con exportaciones a Irak por 14 mil toneladas (5%), COPAGRAN con exportaciones a Túnez por 17 mil toneladas (6%) y GARMET con una participación del 3% de las ventas totales.

El resultado de la cadena agroindustrial fue excepcional. El valor total de las exportaciones de la cadena en la zafra 2021/22 (periodo comercial nov-oct) –sumando cebada, malta y cervezas- asciende a US$ 400 millones, 41% por encima de los US$ 282 millones exportados durante los doce meses previos, como consecuencia principalmente del fuerte incremento del volumen de grano exportado, así como del incremento tanto en volumen como en valor recibido por las exportaciones de malta, ambas analizadas anteriormente. Asimismo, a pesar de que el complejo industrial no tuvo necesidad de importar materia prima durante el periodo analizado, las importaciones se incrementaron (+25%), pasando de US$ 23 a US$ 29 millones, como resultado de mayores compras de cervezas. El balance entre exportaciones e importaciones es sumamente positivo, con un saldo neto de casi US$ 370 millones, el mayor de la serie histórica y que representa una mejora sustancial de 43% respecto de los 259 millones de período nov/20 – oct/21 (Cuadro 6).

Cuadro 6. Cadena maltera-cervecera: balance del comercio exterior (*) Períodos noviembre-octubre, en miles de dólares

Concepto

2017/18

2018/19

2019/20

2020/21

2021/22

Variación

Monto exportado

206.064

235.942

210.967

282.006

399.159

41,5%

Monto importado

40.472

20.738

30.329

23.360

29.268

24,9%

Saldo

(exp. – imp.)

165.591

215.204

180.637

258.646

369.991

43,05%

Fuente: OPYPA con base en Aduanas.

(*) Incluye exportaciones e importaciones de cebada, malta y cervezas.

  • 2) El panorama para el año 2023

2.1. La oferta de cebada

El ciclo 2022/23 muestra una fuerte retracción del área de siembra de cebada -principalmente de cebada cervecera-, que se ubicaría en 182.606 hectáreas según la información divulgada por la Encuesta Agrícola de DIEA. Si bien esta cifra representa una importante caída (-19%) respecto a la zafra anterior -máxima superficie en términos históricos-, se mantiene dentro de las mayores de la serie (Cuadro 7).

Cuadro 7. Cebada: evolución y proyección 2022/23

Año

área sembrada

rendimiento

Producción

Agrícola

(hectáreas)

(kg/ha)

(toneladas)

2016/17

190.000

3.568

677.920

2017/18

153.000

2.516

384.948

2018/19

167.300

3.813

637.915

2019/20

164.937

3.679

606.803

2020/21

185.498

4.791

888.721

2021/22

224.290

4.102

920.038

2022/23*

182.606

4.000

730.424

var. (%)

-19%

-2%

-21%

Fuente: OPYPA con base en DIEA y estimaciones propias.

Las industrias malteras juegan un rol fundamental, definiendo a partir de su capacidad instalada de procesamiento, el tamaño del negocio y el área a sembrar. La apertura del mercado chino para la exportación de cebada forrajera independiza y flexibiliza el negocio respecto a dicha capacidad industrial, posibilitando a las industrias canalizar la materia prima excedente o que no cumple con la calidad requerida para industria. Asimismo, viabiliza una mayor participación de empresas comercializadoras independientes -por fuera de los contratos con las malterías-, las cuales han ampliado su incidencia en el negocio.

Durante 2022 comenzó a operar la ampliación de la planta de Maltería Oriental, la cual incrementó su capacidad de procesamiento de 140 mil toneladas a 220 mil toneladas anuales de malta, con necesidad adicional de materia prima (en el entorno de 25 mil hectáreas adicionales). De ese modo, la capacidad instalada del total de la industria maltera (sumando las 244 mil toneladas de Ambev), alcanza a 464 mil toneladas anuales de malta, un aumento de 21% respecto al escenario previo. Dicho volumen potencial de malta equivale a unas 630 mil toneladas de cebada cervecera en condiciones de “chacra”8.

A pesar de la ampliación de la capacidad instalada de la industria y la alternativa de exportación de cebada cruda, los malos resultados en cuanto a la calidad de grano obtenidos en la zafra anterior -que generaron importantes descuentos económicos-, sumado a otras alternativas de cultivos de invierno, determinaron la caída en el área sembrada por parte de los productores.

El escenario del complejo maltero es de cautela, dado que además de la reducción del área concretada durante este invierno, existe incertidumbre respecto al nivel de productividad del cultivo y su calidad. La producción resultante,  junto  a  las  204  mil  toneladas  de  carry over de cebada disponibles a noviembre de 2022 -de acuerdo a la información de stocks publicada por DGSA-, permitiría abastecer de manera ajustada las necesidades de  la industria maltera -estimadas en 630 mil toneladas-, determinando la probabilidad de requerir alguna importación de materia prima durante el próximo año.

El productor ha logrado un buen manejo técnico del cultivo, observándose rendimientos medios ascendentes en las últimas zafras, con segregación varietal, con un grano que cumple -por lo general- con la calidad requerida por las malterías y cuenta con flexibilidad al momento de fijación del precio, lo que genera oportunidades para el manejo del “riesgo precio”.

La siembra de cebada comenzó con cierto retraso respecto a su fecha óptima (mayo-junio), como consecuencia de la demora en la cosecha de la soja. El clima acompañó a lo largo   del ciclo productivo permitiendo un buen desarrollo y ausencia de problemas sanitarios significativos. Las condiciones de luminosidad y horas de frío fueron excepcionales y permitieron expresar a los cultivos de invierno todo su potencial productivo. No obstante, la importante falta de precipitaciones en la primavera -que llevó al MGAP a declarar la Emergencia Agropecuaria9 para la agricultura, entre otros rubros-, generó perjuicios en la decisiva etapa del “llenado del grano”, afectando sensiblemente a la baja las proyecciones de productividad.

La principal zona afectada fue el litoral sur, principalmente los departamentos de Soriano y Colonia, con chacras que entre mayo y octubre sólo recibieron 120 milímetros de lluvia. Del Río Negro hacia el norte el estrés climático por la seca fue menor, por lo que espera que la cebada cuente con buen calibre y la principal interrogante sería el contenido de proteína.

La cosecha avanzó rápido y los primeros reportes indican que, si bien los problemas en      la calidad del grano serían menores a los ocurridos en la zafra anterior, estos presentan  alta variabilidad de afectación dependiendo la fecha de siembra y el historial de chacra. Ante esta situación, las malterías han decidido flexibilizar las condiciones de calidad para  el recibo. Se reduce la exigencia de primera más segunda, no se aplican descuentos y se flexibiliza el recibo por el parámetro de proteína. De acuerdo a los primeros resultados de cosecha, el nivel de rechazo sería moderado en el entorno de 10%, y el parámetro que presentaría mayor dificultad sería la proteína, no así el calibre.

Si bien es algo prematuro evaluar el resultado final de la zafra, habida cuenta que la calidad que se logre será determinante de la oferta de materia prima nacional con calidad industrial, con la información disponible se proyecta una productividad media del cultivo de 4.000kg/ ha, que podría ser superior ante el avance de la cosecha. Cabe señalar, que aquellos productores que sembraron variedades de cebada forrajeras tuvieron rendimientos en el entorno de 6.000kg/ha. Por lo que, considerando la disminución del área, la producción caería -21% respecto al año anterior y se ubicaría en el entorno de 730 mil toneladas (Cuadro 7).

De confirmarse esos pronósticos y asumiendo mejorías en cuanto a calidad del grano con el avance de la cosecha, existe la probabilidad de que las malterías requieran importar cebada durante 2023, tanto para “diluir” los problemas de calidad que pudieran registrarse como para compensar el menor volumen de producción -principalmente por una menor superficie sembrada-.

En el caso de las exportaciones de cebada cruda, si bien habría volumen disponible -dado que hay empresas que ofrecen contratos de cebada forrajera a los productores-, éstas se reducirían respecto a la zafra 2021/22. El volumen dependerá del cierre del balance final de oferta y demanda, en el cual se incluye el carry-over, la cebada grano con destino a forraje a nivel local y el uso de semilla para la siguiente zafra.

La oferta regional de cebada, donde coexisten un proveedor habitual de las importaciones de la industria maltera uruguaya (Argentina) y el principal mercado de destino de nuestras exportaciones (Brasil), está caracterizada por la proyección de una cosecha global del MERCOSUR en 2022/23 inferior a la concretada en la zafra anterior. La producción alcanzaría casi 5,9 millones de toneladas, 10% por debajo del récord histórico regional de 6,5 millones en la pasada zafra 2021/22 (Gráfica 6). De todas formas, el volumen regional proyectado  se encuentra entre los mejores del último quinquenio y Uruguay da cuenta del 12% de dicho volumen. Dicha proyección se explica principalmente por una sumatoria de factores contrapuestos, dado que, si bien se espera un crecimiento del área regional de 6,0%, la falta de precipitaciones afectó negativamente la productividad y el rendimiento promedio regional se ubicaría por debajo de las 3 toneladas por hectárea (-15% respecto al año anterior).

Gráfica 6. Cebada: cosechas en el MERCOSUR

Fuente: OPYPA con base en CONAB (Br.), SAGyP (Arg.) y DIEA-MGAP (Uy).

El comportamiento regional está muy influido por la dinámica del cultivo en Argentina,  país que explica -para esta zafra- el 85% de la superficie y 80% de la producción de cebada regional. Luego de la fuerte expansión del cultivo -que ocupó parcialmente el espacio dejado por el retroceso del trigo observado desde 2011 hasta 2015-, cayó por debajo de 1 millón de hectáreas en 2016/17 como consecuencia de los cambios en la política de impuestos     a la exportación (“retenciones”) de los granos (en particular el trigo), y recupera área en las últimas dos zafras manteniendo una siembra superior a 1,5 millones de hectáreas (Gráfica 7).

Las proyecciones ubican la cosecha argentina 2022/23 en el entorno de 4,7 millones de toneladas, volumen casi -10% inferior al del año anterior -el mayor volumen de su serie histórica-. Las condiciones climáticas fueron desfavorables al desarrollo del cultivo, y si bien existe una alta variabilidad entre lotes, se espera que la productividad promedio alcance apenas a 2.700 kg/ha. El área de siembra tendría un segundo incremento consecutivo de casi 10% y alcanzaría a 1,75 millones de hectáreas, muy similar a la zafra 2012/13 récord histórico con 1,8 millones de hectáreas.

Esta proyección de producción podría sufrir modificaciones a la baja en función del impacto de la falta de humedad que afectó el desarrollo del cultivo y las heladas tardías que ocurrieron durante la etapa de llenado de grano en algunas regiones. De acuerdo a la información oficial, el 84% del área de cebada se encuentra en las provincias de Buenos Aires y La Pampa. A la fecha de redacción de este articulo (noviembre de 2022) el relevamiento del aspecto del cultivo indica que un 55% de la superficie se encuentra en estado bueno, un 44% regular y el 1% restante en estado malo, estos últimos lotes localizados en el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero.

Gráfica 7. Cebada: área en el MERCOSUR

Fuente: OPYPA con base en CONAB (Br.), SAGyP (Arg.) y DIEA-MGAP (Uy).

A pesar de que la superficie de cebada en Brasil en la zafra 2022/23 se incrementa levemente a 118 mil hectáreas, casi 7% más que en la zafra anterior, mantiene su participación de 7% en el área regional (Gráfica 7). Asimismo, se espera una importante mejora en la productividad del cultivo respecto a la zafra anterior (4.182 kg/ha vs 3.812 kg/ha). Ello Implica, que Brasil podría reducir sus necesidades de importación de cebada durante el año 2023, dado que se proyecta un aumento de casi 10% en la producción respecto al año previo, la que alcanzaría las 500 mil toneladas.

Respecto a la situación mundial, en su informe de noviembre, si bien el USDA estima una producción mundial de 149 millones de toneladas, casi 4 millones por encima de la pasada zafra 2021/22, mantiene ajustados los stocks mundiales.

Con referencia a la oferta extra-regional de cebada, se confirma un buen volumen  y calidad de cosecha para el hemisferio norte. De acuerdo a las estimaciones del USDA, la producción mundial de cebada alcanzaría a 149 millones de toneladas y las existencias finales permanecerían en 18 millones de toneladas, el mínimo en los últimos 5 años. La incertidumbre respecto al conflicto y el recrudecimiento de las acciones bélicas que ponen en duda la continuidad de las exportaciones por los puertos del Mar Negro, confirman para Ucrania una caída importante en su participación en el mercado mundial de cebada. Las exportaciones de cebada con origen Ucrania se ubicarían en 2,4 millones de toneladas, lejos de las 5 millones exportadas en la zafra 2020/21 previo a la guerra. Por el contrario, se espera que la producción de cebada de Rusia supere los 21 millones de toneladas. Por su parte, las estimaciones del continente europeo, aseguran una cosecha 2022/23 similar a la anterior -51 millones de toneladas- con muy buena calidad, anticipando que no será necesaria        la importación de cebada extra-zona por parte de la industria maltera. La preocupación dentro de la cadena maltera/cervecera se relaciona con las limitaciones energéticas y las complicaciones logísticas, que podrían agravarse durante el invierno. En Canadá -principal abastecedor de China-, pese a una disminución del área sembrada, se espera una producción de 10 millones de toneladas (+42% respecto a la zafra anterior) de muy buena calidad tanto en los parámetros de proteína como de calibre y germinación. En Australia, las condiciones climáticas favorecen el cultivo y -a pesar de que hay zonas afectadas por exceso hídrico- se espera que la producción supere los 12 millones de toneladas.

2.2. El mercado y los precios

El precio de la cebada en el mercado local está determinado por los términos establecidos en los contratos entre agricultores y malterías -cebada cervecera-, que como es habitual abarcan la amplia mayoría de la superficie del cultivo en el país.

Los contratos -como es usual- determinan las condiciones para la formación del precio de compra con paramétricas que utilizan como referencia la evolución del precio del trigo en el mercado de futuros de Chicago y -eventualmente- ofrece la venta a un precio “fijo” de una parte de la cosecha. De este modo, cada agricultor puede ir realizando “fijaciones”  del precio, en forma anticipada y en volúmenes parciales, a medida que avanza el ciclo   del cultivo, lo que hace que no exista un único precio local para el producto, sino que cada productor construye su precio promedio.

En el caso de MOSA, las condiciones comerciales para la zafra 2022/23 no consideran un “volumen cuota” como fue estipulado el año anterior10 , sino que la propuesta especifica el 90% del precio del trigo en Chicago (CBOT) para los contratos de “diciembre/2022” para el 100% del volumen de cebada. Para  la cebada que aún no ha sido fijada, se estableció  un precio piso fijo de US$ 290 la tonelada. Estos precios de referencia implican la cebada puesta en planta de recibo, la más cercana según la variedad cosechada. Respecto a la calidad de recibo, MOSA decidió flexibilizar el “estándar de la calidad de calibre”, por lo cual, la exigencia de primera más segunda (que son los granos de más de 2,5 milímetros) pasa de 85% a 70%. Respecto al parámetro de proteína, el rango se amplía de 9,7% a 13% de máximo (en general el límite es 12%).

Por su parte, Ambev ofreció dos propuestas, por un lado, propone la posibilidad de marcar hasta 2.000kg a un precio fijo de US$ 240 por tonelada (hasta el 31 de mayo 2022) y por otro, una fórmula mixta: para el 70% de la cosecha la referencia es 100% del precio del trigo CBOT en el contrato “diciembre/22” y para el 30% restante se establece un valor “fijo” de US$ 240 por tonelada (fijación anticipada antes del 30 de noviembre 2022). La flexibilización de las condiciones comerciales de Ambev -para la actual zafra- implica pasar de exigir 80% de primera más segunda a 65% sin aplicar descuentos (1% por punto). Respecto al parámetro de proteína, la base de recibo original es de 9,7% a 13% y al volumen por fuera de la tabla con flexibilización no se aplicarán descuentos. Asimismo, la tabla de descuentos de residuo total se reduce de manera importante, modificándose el máximo de 3% a 13%. La tarifa de secado al productor se mantiene igual al 2021 y el parámetro de humedad se mantiene en 18% máximo. Las variedades europeas cuentan con bonificaciones especiales (arrancan en US$ 5 y el máximo bonifica US$ 17 por tonelada) y el precio de la cebada será considerado puesto en planta de recibo.

Otras empresas también ofrecen sus planes comerciales con el objetivo de exportación de cebada forrajera a China. El plan de COFCO para esta zafra es con un precio fijo de US$  290 la tonelada con entrega en el mes de noviembre-diciembre, puesta en puerto tanto  de Nueva Palmira como de Montevideo. Dicha propuesta no tiene requerimientos de área, pureza varietal, calibre y proteína. La base de comercialización es de 13,5% de humedad, 64% de peso hectolítrico, 1,5% de granos dañados, 2% de cuerpos extraños, 95% de poder germinativo, 2ppm de DON y 1,5% de granos quebrados entre otros.

Durante 2022, el precio internacional del trigo se mantuvo firme y alcanzó niveles históricamente elevados como consecuencia de una crisis de oferta derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, una de las principales regiones productoras y exportadoras de trigo del Mar Negro. Los puertos suspendieron los embarques al tiempo que los países occidentales aplicaron sanciones económicas y comerciales a Rusia. Por lo tanto, la demanda del cereal se trasladó hacia otros orígenes -como Estados Unidos y Europa- recalentando los precios del mercado. Asimismo, por su condición de alimento esencial en un contexto de escasez, alta volatilidad e incertidumbre, muchos países restringieron sus exportaciones por seguridad alimentaria, entre ellos India -segundo mayor productor mundial-. A esto se le suman los fundamentos propios del mercado de trigo, con ajustadas existencias finales del cereal a nivel mundial -el mínimo en 6 años- y condiciones climáticas desfavorables en varias regiones productoras -sequía en América y Europa e inundaciones en Australia-.

El precio de referencia (trigo, CBOT-dic/22) se mantuvo durante toda la zafra por encima de US$ 300 la tonelada. Tras el inicio de la guerra -en el mes de febrero-, el precio máximo del cereal alcanzó un valor histórico de US$ 424 la tonelada durante el mes de mayo -momento de decisión de siembra de los cultivos de invierno en el hemisferio sur-. Tras la firma en julio de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, el acuerdo entre Rusia y Ucrania mediado por la ONU, que permitió reanudar por 120 días las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde varios puertos de Ucrania que estaban bloqueados, el precio del cereal se redujo      y alcanzó su mínimo en el entorno de US$ 300 la tonelada durante los meses de julio y agosto. Si bien a mediados de noviembre se confirma la extensión de dicho acuerdo por 120 días adicionales, Rusia se muestra crítica respecto a los resultados del acuerdo y solicita que los países de Occidente que levanten las sanciones de manera de poder comercializar su producción de manera fluida. En un clima de alta incertidumbre, el precio del trigo promedia US$ 302 la tonelada, apenas 2% por encima de los US$ 297 de noviembre un año atrás (Gráfica 8).

Cabe señalar que, durante la última semana de noviembre, la cotización del trigo en Chicago se mantuvo por debajo de US$ 300 la tonelada. Estos impulsos bajistas, sustentados en la renovación del acuerdo y el ingreso de las cosechas de trigo del hemisferio sur, no dejan de ser volátiles dado que la renovación del acuerdo es sólo por 120 días -hasta mediados de febrero- y los ataques de Rusia continúan.

Gráfica 8. Precio del trigo en el mercado de futuros de Chicago (en U$S/tonelada) (Período mayo – nov; contratos para entrega en diciembre de cada año)

Fuente: OPYPA con base en Chicago Mercantile Exchange (CME Group).

A partir de la aplicación de los criterios establecidos en los contratos, se estima un precio a recibir por el agricultor que superaría los US$ 300, y se ubicaría en el entorno de US$ 310 por tonelada de cebada -el máximo de la serie histórica-, un incremento adicional de 14% respecto al ciclo previo, estimado en US$ 272 por tonelada11 -valor al menos US$ 50 dólares por encima del promedio histórico recibido por el productor- (Gráfica 9).

Gráfica 9. Cebada cervecera: precio promedio interno al productor

Fuente: OPYPA con base en CMPP e informantes calificados.

Nota: el valor para 2022/23 es estimado por OPYPA simulando el nivel que resultaría de la aplicación de la paramétrica establecida en los contratos entre agricultores y malterías.

Los precios de la cebada recibidos por los agricultores en la última década han venido siendo sostenidos por las condiciones establecidas en los contratos con las malterías, quienes buscan captar área para cubrir sus necesidades con materia prima nacional. En los últimos años, esto ha resultado en precios elevados de la cebada respecto del trigo en el mercado local, tanto que la relación promedio entre los años 2014/15 y 2021/22 se encuentra en 1,08:1, bastante por encima del promedio histórico de 0,94:1.

El precio del trigo en el inicio de la cosecha presenta un incremento de 13% respecto a noviembre de 2021 y se ubica en el entorno de US$ 303 la tonelada (promedio noviembre 2022). Es así, que la relación del precio de la cebada frente al trigo resultaría en 1,02:1, similar a la de la zafra anterior, favoreciendo a la cebada (Gráfica 10).

Gráfica 10. Relación de precios locales cebada/trigo

Fuente: OPYPA con base en CMPP.

Nota: el precio del trigo corresponde al de los meses de ingreso de la cosecha.

Actualmente, el productor tiene distintas alternativas para la cebada que no cumple con los parámetros industriales. La cebada forrajera buena puesta en Montevideo cotiza US$ 275 la tonelada (+30% respecto al año anterior) y la cebada forrajera a exportación, presenta un fuerte incremento de 20% respecto la zafra anterior, y promedia US$ 283 la tonelada (Gráfica 11).

Gráfica 11. Precios al productor de cebada forrajera

Fuente: OPYPA con base en CMPP.

Nota: el precio corresponde al promedio de los meses de ingreso de la cosecha (dic-ene).

Los ingresos brutos de los agricultores se incrementarían respecto a la zafra anterior y serían los mayores ingresos obtenidos en los últimos 10 años. Esta mejora en los ingresos (11%), se presenta como consecuencia directa de una mejora en el precio que recibiría el productor, que alcanzaría en promedio un 14% adicional respecto a la zafra anterior. Si bien la productividad esperada estaría por debajo de la obtenida en la zafra anterior (-2%) son rendimientos altos respecto al histórico del cultivo en el país (Cuadro 8).

El precio al productor considerado, si bien tiene descontado un flete corto a planta de silos o maltería, no incluye los eventuales descuentos por calidad, los cuales dependerán de cada caso particular. Como se mencionó anteriormente, la sequía ocurrida hacia el final del cultivo durante la pasada zafra 2021/22 ocasionó un importante volumen de rechazo por parte de las malterías -principalmente por los parámetros de calibre y proteína- y descuentos en el precio al productor. A pesar de ello, los altos precios -con una firme demanda de China- y  la muy buena productividad -cercana al récord histórico-, diluyeron el efecto de la mala calidad de cosecha sobre el margen. Para la actual zafra 2022/23, si bien nuevamente el cultivo atraviesa la etapa de llenado del grano con falta de precipitaciones, las malterías flexibilizaron las condiciones de recibo y los resultados de las primeras cosechas indican que los problemas de calibre serían de menor magnitud respecto a los de la zafra anterior, por lo cual, se espera que los productores cuenten con bonificaciones en el precio y no descuentos.

En cuanto a los costos, se prevé un fuerte incremento de al menos 40% respecto a la    zafra anterior, como consecuencia de la importante suba que han tenido los fertilizantes y agroquímicos, en particular la UREA (40N+6S) y el glifosato, los cuales han duplicado su precio en el mercado durante el momento de siembra del cultivo. Por lo tanto, se estima un margen promedio positivo, aunque inferior al de la zafra anterior, en el entorno de 250 US$ por tonelada, ya que en promedio se superaría el rendimiento de equilibrio de 3,4 t/ ha (Cuadro 8).

Cuadro 8. Cebada: estimación de resultados económicos

 2021/222022/23*Variación

Rendimiento (t/ha)

Precio al productor (US$/t)

4,1

258

4,0

295

-2%

14%

Ingreso (US$/ha) Costo (US$/ha)

1.058

668

1.180

929

11%

39%

Margen (US$/ha)

391

251

 

Rendimiento de equilibrio (t/ha)

2,4

3,4

 

Fuente: OPYPA a partir de estimaciones propias, DIEA e informantes calificados.

Nota 1: precio al productor descontado un flete corto a Maltería. No incluye eventuales descuentos por calidad.

Nota 2: el costo no incluye renta de la tierra.

El presupuesto desafiante implicó a los productores ejecutar la siembra con estrategias comerciales adecuadas, que permitieran aprovechar los altos precios del trigo al inicio del cultivo, para cubrir los costos incurridos ante una posterior baja del precio. Las alternativas comerciales disponibles permiten a los productores tomar coberturas desde el momento de siembra con un “precio real”.

Este sería el quinto año consecutivo con márgenes positivos a nivel de productor primario, luego de la mala campaña 2017/18 (Gráfica 12).

Gráfica 12. Estimación de ingreso, costos y margen promedio de productores de cebada

Fuente: OPYPA a partir de estimaciones propias, DIEA e informantes calificados. Nota 1: precio al productor descontado un flete corto a planta de silos o maltería. Nota 2: el costo no incluye renta de la tierra.

2.3. Perspectivas

El nuevo ciclo 2022/23 de cebada muestra un panorama auspicioso para el productor y de cautela para la industria maltera. La zafra comienza con un importante descenso del área sembrada, situación que se contrapone frente a la ampliación de la capacidad instalada de la industria -460 mil toneladas de malta- que comenzó a operar este año 2022 e implica la necesidad de al menos 630 mil toneladas “equivalente chacra”.

Las condiciones climáticas acompañaron el desarrollo del cultivo de buena manera, y si bien la falta de agua determinó afectación del potencial productivo, las expectativas en cuanto a productividad del cultivo se encuentran por encima de la media de los últimos 5 años y mejoran a medida que avanza la trilla. El volumen cosechado a nivel nacional se reduciría fuertemente respecto al récord del año anterior, y se estima se ubicaría en el entorno de 730 a 750 mil toneladas.

Como consecuencia, la industria maltera, ante esta situación de incertidumbre respecto a si logrará contar con suficiente volumen de materia prima de calidad nacional para cubrir sus necesidades, decidió flexibilizar las condiciones de calidad de recibo -calibre y proteína-. Si bien a noviembre de 2022 se dispone de 204 mil toneladas de carry over, cabe la posibilidad de que la industria maltera requiera importar cebada cruda para cubrir sus necesidades de materia prima de calidad durante 2023. Respecto a las exportaciones de cebada cruda, estas se reducirían respecto al año 2022, como resultado del menor volumen cosechado y disponible para ese destino.

A nivel del productor,  los precios se encuentran en máximos históricos para el cultivo y    se estima un margen positivo (antes de renta de la tierra) en el entorno de los US$ 250   por hectárea, que en algunos casos podría verse afectado por eventuales descuentos por calidad. De igual forma, en el caso de la cebada que no cumple con los requerimientos industriales y debe destinarse a forraje para alimentación animal, existen negocios con muy buenos precios, que otorgarían resultados económicos positivos al productor.

A nivel internacional, en el marco de una inflación generalizada -con máximos históricos  en décadas- en las principales economías con suba de tasas de interés como forma de contener esta suba de precios, se espera que el mundo avance lentamente hacia una recesión mundial en 2023. La menor demanda de alimentos llevaría a una caída en los precios por un enlentecimiento de la demanda. En el caso de China, la continuidad de su política “cero Covid”, ha generado un debilitamiento de la economía -con contracción en sus exportaciones- y de la demanda interna, ralentizando su crecimiento. En simultáneo,  la guerra entre Rusia y Ucrania continúa, y si bien se renovó por 120 días el Acuerdo para exportar granos por los puertos del Mar Negro, la oferta de commodities proveniente de esta región continuaría reducida respecto a un año atrás. Por otra parte, las perspectivas de una disminución en la producción mundial de maíz están teniendo un impacto positivo en los precios de los granos forrajeros, incidiendo directamente en el de cebada forrajera.

Las perspectivas en el medio y largo plazo de la cadena de la cebada muestran signos auspiciosos y de crecimiento. El hito comercial de la apertura del mercado chino, bajo el cumplimiento de un protocolo fitosanitario (plagas y malezas cuarentenarias), permite a   la industria canalizar la materia prima excedente, así como aquella cebada categorizada como forrajera que no es apta para malteo. En simultáneo, independiza el “techo” para el área de cebada -determinado por la capacidad industrial y necesidades de las malterías- y posibilita la participación de otras empresas en el negocio de la cebada, generando una nueva alternativa de negocio para el productor. La diversificación de los mercados destinos -consolidada en las exportaciones de la zafra 2021/22-, tanto para la exportación de cebada como de malta, dan cuenta de que Uruguay cumple satisfactoriamente con los requisitos genéticos y de calidad demandados por cada destino.

La cebada debe competir con otras alternativas de cultivos de invierno que se adaptan muy bien en la rotación, y, por lo tanto, el desafío de recuperar área estará sumamente ligado a las condiciones comerciales disponibles.

  • 3) Referencias y fuentes consultadas

Bolsa de Cereales (Argentina). Panorama Agrícola Semanal. Departamento de estimaciones agrícolas, noviembre de 2022.

Cebada                            Cervecera.                            https://cebadacervecera.com.ar/ Chicago Mercantil Exchange (CME). Cotizaciones en las operaciones de mercados de futuros. Cifras de Comercio Exterior (en Servicio Urunet).

CONAB (Brasil). Observatorio Agrícola. “2º levantamento de safra 2022/23”, noviembre de 2022.

DIEA (MGAP). Encuesta Agrícola de Primavera, Serie Encuestas 371, febrero/2022. DIEA (MGAP). Encuesta Agrícola de Invierno, setiembre/2022.

Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Argentina). Agricultura, Estimaciones Agrícolas. “Estimaciones agrícolas. Informe mensual”, noviembre de 2022.

USDA Grain: World Markets and Trade, noviembre/2022.

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